Narra Yugi
Después de vencer a Maximillian Pegasus fui coronado como el rey de los juegos, aunque el título no me importaba ni un poco. Yami estaba tan callado, al parecer estaba inquieto y confundido pero no sé porqué.
Para ser sincero, me siento tan unido al espíritu del rompecabezas milenario, no sé cómo explicarlo pero siento como si fuéramos familia, tal vez como si fuera el Padre que no pude conocer. A veces pienso que estoy loco, pero en otras ocasiones en verdad creo que Yami podría ser mi padre en el pasado, claro eso conciderando que sea la reencarnación de Abidos tercero.
Me gustaría poder saber más sobre Yami, sobre mi pasado egipcio si es que lo tuve y sobre la misión que tengo en esta época, pues desde que arme el rompecabezas milenario tengo una cantidad impresionante de preguntas sin responder.
Caminaba por el pasillo del castillo de Pegasus buscando respuestas acerca de los artículos milenarios, sin embargo, lo único que encontré fue un diario en el que se describe su afán por conseguir dichas reliquias. Era conmovedora su historia, pues claramente quería el poder para recuperar a su esposa, aunque ahora que lo pienso también mencionó a un guardián, ¿quién podrá ser?
Me separo por un momento de mis amigos para buscar a los hermanos Kaiba en las mazmorras, en donde encontré a un hombre egipcio llamado Shadi. Posee un artículo milenario llamado la llave milenaria, el cual usa para indagar en mi mente.
Yami, quien comparte cuerpo conmigo impide que Shadi usme por los pasillos de nuestras mentes, pues de alguna forma considera al egipcio una amenaza.-¿Quién eres tú? -preguntó Shadi al toparse con mi otro yo.
-No responderé a tu pregunta pues estas invadiendo mi resinto -respondio serio y a la defensiva mi compañero -¿Qué es lo buscas?
-Alguien robó el ojo milenario de Maximilian Pegasus, y como guardián de dichas reliquias es mi trabajo recuperarlo.
-Bueno, puedo asegúrate que aquí no encontraras lo que buscas. Por favor retirate.
-No me iré, pues ahora que descubrí que Yugi Mutuo posee el rompecabezas milenario debó saber el porqué.
-Vaya, si que eres testarudo -guardo silenció por unos segundos. - De acuerdo, puedes buscar respuestas ya sea en mi mente o en la de Yugi, pero si le haces algo a mi compañero te las verás conmigo.
Shadi empezó indagando en mi mente, en donde encontró inocencia pero a la vez un gran misterio. Camino por los pasillos que conducían a una especie de templo egipcio, en donde encontró al joven que constantemente aparece en mis sueños, Abidos tercero. Estaba orando a uno de sus dioses, no se exactamente a quien pero suplicaba por una oportunidad para ser partícipe en una profecía.
Shadi estaba impactado a causa de la escena, era claro que conocía al joven castaño de ojos amatistas, aunque de alguna forma no comprendía como es que el "recuerdo" habitaba en mi mente.-¿Abidos? ¿Pero cómo es que el recuerdo más importante de su vida habita en este joven? -se pregunto para si el guardián de los artículos milenarios.
Continúo caminando por los pasillos hasta llegar a la mente más compleja que haya conocido. Había oscuridad y luz a la vez, sin olvidar mencionar que había infinidad de puertas y escaleras que jugaban con el razonamiento de cualquier hombre.
-¿Qué es este lugar? -dijó nuevamente para sí al recorrer los distorcionados pasillos de la mente de Yami.
Entró a una habitación diseñada para resguardar lápidas de piedra, en donde por casualidad se topó con el Mago oscuro.
-El guardián del faraón, ¿Pero que hace aquí? -Shadi no comprendía como es que el Mago oscuro habitaba en la mente de Yami, y mucho menos entendía del porque estaba dispuesto a protegerlo, tenía preguntas, aunque tal vez menos que las mías.
ESTÁS LEYENDO
El legado de mí padre
FanfictionAbidos tercero, siendo el hijo mayor del faraón Atem y la sacerdotisa Mana, narra como ha sido su vida después de subir al trono de Egipto, mientras busca la formar de ser participe de la profecía que traerá a devuelta a su padre. Secuela del fanfic...