El legado de mí padre

Fantasma del pasado

Después del duelo entre Mai y Téa al fin e podido entrar al castillo de Maximilian Pegasus, aunque lamentablemente aún no puedo enfrentarme a él hasta que venza a los semifinalistas en un duelo. La noche a caído, y por ello se nos ha ofrecido un dormitorio a cada semifinalista, aunque mis amigos y yo hemos decidido ocupar un solo dormitorio para cuidarnos los unos a los otros.
Me acuesto en un sleeping al igual que Joey y Tristán, mientras Téa ocupa la cama. Cierro los ojos esperando no tener sueños sin comprender, aunque al parecer no soy yo el que los tendra.

Narra Yami

Tomó el control del cuerpo de Yugi cuando se queda dormido. Tengo preguntas en realidad, pero no sé ha quien acudir por respuestas. ¿Quién soy? ¿Alguna vez tuve familia y amigos? ¿Por qué estoy con Yugi? ¿Y por qué no dejo de pensar en mí conversación con Anuket?
Me encantaría encontrar a la duelista de ojos amatistas para pedirle una respuesta a mis preguntas, ya que al parecer ella sabía cosas sobre mí.
Tengo un vago recuerdo, o eso creo que es. Hay una joven de hermosa mirada, ojos verdes, cabello castaño y de una perfecta piel morena a lado mío, al parecer me toma la mano y me dice algo que me permite ser débil por un momento.

-Jamás me alejaré de ti -dice la joven en lo que parece un recuerdo de mi vida pasada.

Al traer dicha imagen a mi mente dejé escapar unas cuantas lagrimas, esperando que nadie en la habitación se percatará de mi acción. Cierro los ojos para descansar un poco, aunque en realidad mi plan era ocupar el cuerpo de mi compañero para buscar a la duelista egipcia de ojos amatistas, pero es evidente que jamás podría encontrarla en la isla sin ayuda.
Pienso en el nombre que mencionó Anuket, Mana. Es un nombre hermoso y admito que al escucharlo mi corazón actuó de una manera extraña, como si alguien con ese nombre hubiera sido muy especial para mí, ¿Abra sido mi novia en el pasado? Vaya, en verdad me gustaría poder recordar sobre mi vida, sobre mis seres queridos y sobre lo que en realidad soy.
Yugi tiene miedo de mi, y no lo culpo ya que admito que tal vez mi personalidad ha sido ligeramente alterada por la otra entidad dentro del rompecabezas milenario. El es cruel, egoísta, tortutador y destructivo, al grado de tratar de quebrantar mí espiritu mediante una infinidad de torturas; sin embargo, al parecer soy más fuerte que él debido a que no ha logrado su objetivo.

Cuando Yugi concluyó el rompecabezas milenario, al fin pude ser libre de la otra entidad dentro del artículo del milenio, pero lamentablemente no me he sentido bien conmigo mismo, es decir, me siento confundido con respecto a mí personalidad ¿Soy bueno o malévolo? Por una parte me siento valiente, fuerte, decidido, protector y justo. Pero por otra parte me siento cruel, despiadado, desconsiderado, orgulloso y un tanto egoísta; sin embargo, no sé si todas esas actitudes negativas son mías o adoptadas. Para ser franco yo pienso que son adoptadas, ya que pase tres mil años con un ser malévolo, el cual sigo sin comprender.
Traigo nuevamente a mi mente la conversación que tuve con Anuket, la cual sigue intrigandome ya que parecía no solo conocer a Yugi, sino también a mí. Recuerdo que ella aseguró conocer a Yugi de hace tiempo, pero algo me dice que lo conoce de otra época.
Para ser sincero, me gustaría volver a ver a Anuket para preguntarle más sobre Mana, ya que últimamente he tenido visiones de una joven de hermosos ojos verdes, quien provoca en mi un sentimiento de paz, como si ella formará parte de lo que fuí y de lo que soy, además me gustaría preguntarle si la joven de mis visiones es su madre, y si es que signfica algo para mí.
Vuelvo al rompecabezas milenario después de quedarme dormido en el cuerpo de Yugi. Miró a mi alrededor, y como me lo suponía estoy en la habitación del artículo milenario junto a la gran y terrible otra entidad.