❝Somos todos los trozos de lo que recordamos. Tenemos en nuestro interior las esperanzas y los temores de aquellos que nos aman. Mientras haya amor y memoria , no existe la auténtica pérdida. ❞
— Cassandra Clare
⌛
En ocasiones cuando las personas se encuentran desesperadas o abatidas por algún suceso, suelen desear olvidarlo todo, piden o suplican que alguien les borre la memoria en ese momento, pero no se dan cuenta de la magnitud de lo que desean y todo lo que eso puede conllevar, puede que lo hagan en un momento de iría, desesperación o tristeza pero las personas deben ser conscientes del peso de sus palabras porque ellos nunca sabrán lo que realmente vive una persona sin sus recuerdos.
Aquella tarde la familia Wood había decidido comenzar con las remodelaciones de la casa, por lo cual el lugar se encontraba patas para arriba, manchas de pintura por el suelo, algunos clavos esparcidos por la mesa, todos lo muebles fuera de su lugar y al paso que iban terminarían hasta la noche del día siguiente. Cierta castaña con un gesto de ligera desesperación pasaba la brocha de pintura por una de las paredes de la sala, llevaba más de media hora tratando de que el color quedara uniforme, pero con cada pasada sentía que se veía peor.
—¡Agh, esta pintura no sirve! —se quejó la castaña aventando la brocha al balde de pintura y ocasionando que varias gotas salpicaron el lugar.
Roxanne soltó un leve bufido al ver como su blusa se ganaba otra mancha de pintura. —¿Será porque llevas más de veinte minutos usando la pintura equivocada? —le cuestionó señalando los dos baldes de pintura. —Alguien debería recordarme porque me ofrecí a ayudarlos.
—Y tu deberías recordarme como es posible que tú y mi hermano sean pareja. — le recordó Rebecca a su amiga cruzando los brazos sobre su pecho. —Te das cuenta de que Alex tiene casi la misma edad que tu hermano, ¿No te parece raro?
—De hecho, Alex le lleva dos años a Fred, por lo que a mi me llevaba cuatro años. —habló pensativa Roxanne con una pequeña sonrisa en sus labios. —Se que tal vez si es un poco notaría la diferencia de edad, pero la verdad no me incomoda.
Rebecca rodó los ojos y soltó un leve suspiro, aun no se acostumbraba completamente a los cambios que había tenido su vida y el no recordar cómo había pasado todo la sacaba de sus casillas. Antes de que la castaña se sumiera de nuevos en sus pensamientos, la voz estruendosa de su hermano mayor la hizo regresar a la realidad.
—¡Mis dos chicas favoritas! —exclamó Alexander pasando sus brazos por encima de los hombros de su hermana y su novia. —¿Cómo van con la pintada? —preguntó sonriente ganándose una mirada seria de ambas chicas.
—Iríamos mejor, si no hubieras dejado la pintura que sirve y la que no sirve juntas. —le reclamó Rebecca dándole un zape en la nuca.
Roxanne rodó los ojos y se quitó el brazo de su novio de encima. —Y ahora que estás aquí, yo me voy a comer algo. —La chica dejo un beso rápido en la mejilla del castaño y corrió hasta la cocina.
Rebecca los observaba de reojo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios, realmente le alegraba ver a su hermano sonreír y ser feliz con una chica a la que le tenía toda la confianza del mundo, ambos eran personas que la castaña adoraba y estaba contenta de ver que habían encontrado de la felicidad.
—Becca, hazme un favor, ¿puedes ir al ático por unas herramientas?, papá quiere que arregle las repisas de la sala. —explicó Alex quien había comenzado a mover los botes de pintura.
La castaña rodó los ojos y encogiendo sus hombros, decidió ayudarle a su hermano mayor por lo cual emprendió su camino hacia el ático, al llegar al lugar soltó un suspiro profundo al ver el desorden, botes de pintura por todos lados, algunas cajas viejas, antiguos artículos de deporte, era sin duda un desorden sobre otro desorden.
Rebecca comenzó a buscar las herramientas entre toda la montaña de objetos, buscó en algunas de las cajas de cartón, pero no logró encontrar nada hasta que dio con una caja de tamaño mediano color negro, la castaña encogió sus hombros y se decidió por abrir la caja, pensando que tal vez las herramientas se encontrarían ahí. Sorpresa fue la que se llevó al ver que el contenido era una gran pila de cartas y viejas fotos donde aparecía Louis junto a ella, aquel descubrimiento desconcertó a la castaña, no entendía la razón por la cual aquellas fotos y recuerdos se encontraban a rumbados entre todo lo que ya no servía. Rebecca guiada por la curiosidad tomó lo que recordaba que era su viejo diario, aquel que había estado buscando desde que regresó del hospital.
Ella necesitaba respuesta y sabía que nadie se las daría y era demasiado impaciente para esperar a que su memoria quisiera reaccionar, por lo cual abrió el diario en las últimas páginas de esto, leyó con atención todo lo que había escrito al parecer ya hace algunos años. Sus ojos comenzaron a humedecerse y un nudo se instaló en la boca de su estómago, Rebecca no podía creer todo lo que ahí se encontraba escrito, comenzando a sentir unas punzadas en la parte lateral de su cabeza, la castaña ahogó un sollozo y dejó caer el diario al suelo, al sentir como el dolor era cada vez más fuerte.
Miles de imágenes comienzan a pasar por su mente, la castaña mantiene sus ojos cerrados rogando porque el dolor baje, mientras tanto es como si estuviera viendo una película de sus últimos años de vida y un sentimiento amargo se instaló en su boca al comprobar las ligeras sospechas que tenía acerca de su relación. Era demasiada información instalándose de nuevo en su memoria, flashes de recuerdos se presentaban de repente y el dolor parecía incrementar, por lo cual finalmente Rebecca soltó un grito.
Pasos rápidos y firmes se escucharon por las escaleras y en tan solo unos cuantos segundos la puerta del ático se abrió de par en par dejando pasar a Alexander con un gesto preocupado en su rostro, el cual se acrecentó al ver a su hermana tirada en el suelo con los ojos cerrados y soltando quejidos, Roxanne quien iba detrás de él, lo sacó del shock y logró hacer que el chico fuera a levantar a su hermana.
—Becca, por favor resiste, no te dejes vencer, esto pasará. —hablaba Alex tratando de mantener la calma, mientras que su novia llamaba a una ambulancia.
Rebecca solo lograba escuchar ecos de voces, aun con los ojos cerrados y tratando de asimilar todo lo que estaba recordando, la castaña respiraba irregularmente cansada por el dolor y la tristeza, se dejo caer en la oscuridad, deseando que todo aquello fuera un mal juego por parte de su mente ya que ahora no solo recordaba aquellos labios que tanto amaba sino que también podía sentir como s u corazón se volvía quebrar.
| ¡Hola, Lynxes! Ha llegado el capítulo número ocho, les recuerdo que solo quedan dos capítulos más y un epílogo, gracias por seguir leyendo. |
ESTÁS LEYENDO
AMNESIA | Louis Weasley
Fanfiction| AU SHORT FIC El destino actúa de maneras extrañas así como el amor. Separados por mas de dos años, sin ningún contacto entre ellos después de terminar su relación, un accidente llega a cambiar todo en la vida de ambos. Rebecca Wood solo recuerda...