Viendo la cara de aquella chica, sintió lo mismo que cuando vio al profesor Gumball por la calle la primera vez. Su cara se le hacía familia, por no decir que se parecían bastante. La piel pálida, enfermiza y pelo negro como el carbón, igual que él.
-Tu eres Marshall, Marshall Lee... -El nombrado no contestó. Estaba en shock.- Soy yo, soy Marceline. ¿Te acuerdas? -"Marceline..." Tragó saliva. Su cigarro se consumía mientras el seguía quieto y Marceline esperaba una respuesta con desesperación. Viendo que no llegaba, la desesperación se transformó en ira y cogió a Marshall de la camiseta con fuerza.- ¡Contestame!
-¡N-No! No se quien eres, para de gritarme porfavor... ¡Sólo quiero ir a mi casa! -Le dió un leve empujón, con la fuerza suficiente para apartarla y no hacerle daño.-
-Tu tampoco recuerdas nada... -Dijo con cierta tristeza.-
Marshall la dejó allí, en la puerta del instituto, no sabía ni quién era él, ¿cómo iba a recordar a otra gente? Se pusó a andar y se dió cuenta de que su pitillo estaba consumido por la mitad. Suspiró y se fumó lo que quedaba de él.
Durante el camino no dejó de pensar en Marceline. Puede que hubieran sido amigos, pero se había puesto realmente violenta con él. Se encongió de hombros e intentó pensar en otra cosa, como por ejemplo en la comida. Le iba a dar un desmayo por la calle si no comía nada urgentemente. Su casa estaba lejos, así miró el dinero que llevaba encima, no era mucho, pero lo suficiente para comprar una hamburguesa en algún local de comida rápida. Mientras la comida empezó a sentirse mucho mejor. Ahora si que podría llegar a su casa.
Marceline, no se dio por vencida, no señor, siguió a Marshall hasta su casa, sin que este sospechara nada. Vivía en un piso del montón nada extraordinario. Apuntó la calle y el número en un papel y se fue a su casa.
A la mañana siguiente, Marceline salió de su casa, si es que a aquel piso en uno de los peores barrios de la ciudad se le podía llamar así, camino del instituto. Hacía mucho frío, lo que le vino de perlas para ponerse una sudadera gorda de manga larga que tapara sus brazos. Necesitaba que alguno recordara algo. Suspiró cansada. Últimamente el insomnio podía con ella. Hoy había dormido unas 3 horas. Sacó un pequeño termo de café y bebió de él, parecía una tontería pero dormía poco y si no no podría aguantar la jornada.
Dobló la esquina y la vio. Largo pelo rosa, gafas redondas y grandes que escondían aquellos zafiros que tenía por ojos [N/A: No se si Bubblegum tiene los ojos azules porque en la serie los tiene dos puntos negros, así que eso es de mi cosecha]. Iba con Lady, la chica que extrañamente era coreana y rubia natural, en realidad no se llamaba Lady, pero tenía un nombre tan complicado que todos la llamaban así.
Le dolía verla. No entendía porque siempre le tocaba a ella sufrir. Le pasó lo mismo tras la Guerra del Champiñon , la había vivido y había sobrevivido sola, viendo como mucha gente moría. Como Bubblegum la rechazó y la trató como un despojo mucho tiempo. Y cuando porfín la tuvo junto a ella ocurrió todo. Suspiró cansada.
Dio un rodeo hasta la casa de Marshall y esperó en el portal a que este bajará. Tardó un poco pero finalmente lo hizo.
-Marshall... Buenos días...
-Eh... -Intentó recordar el nombre de la chica.- ¿Marceline?-A la nombrada se le iluminó la cara.-
-¿Es que me recuerdas? -Preguntó esperanzada.-
-Ya te dije que no. ¿Qué haces aquí? ¿Me estas acosando? Porque pienso llamar a la policía si es así.
-N-No... Pasaba por aquí y decidí esperarte. Quería disculparme por lo de ayer...
-¿De verdad?
-Si, de verdad.
-Está bien, vayamos juntos entonces.
Empezaron a caminar. Le alegraba que Marshall no hubiera cambiado su personalidad y siguiera siendo tan amable y comprensivo.
-Yo también tuve amnesia. -Confesó la chica.-
-¿Si? Yo también tengo. Me levanté ayer por la mañana sin saber ni como me llamaba. -Dijo como si fuera una broma, aunque para nada lo era.-
-Marshall... ¿Me creerías si te dijera que conozco todo tu pasado?
-¿Fuimos novios o algo?
-¿¡Que!? ¡No! -Sonrió nostálgica.- Éramos buenos amigos
-Te creo. La verdad es que la primera vez que te vi tu cara me era familiar.
-¿Así? -Marceline rió con ganas.-
Comenzaron así una conversación sobre trivialidades olvidando así que Marceline iba con el propósito de contarle a Marshall su pasado y ver si recordaba algo. Llegaron tarde a la primera clase. Historia.
-Perdone el retraso, Mr. Petrikov...
-No pasa nada. Procura llegar antes la próxima vez. -Le dedicó una sonrisa paternal a la chica.-
Marshall pasó también sin que el profesor le dijera nada. Se sentaron juntos. Marceline estaba especialmente atenta a la clase, cosa que no ocurrió con las demás. En la hora del recreo en vez de ir al patio los dos amigos salieron a la puerta. Marshall sacó un paquete de tabaco y miró a Marceline.
-¿Fumas?
-No.
-Te importa si yo...
-Claro adelante, no te preocupes.
Encendió su cigarro cuando prendió se encontró con unas finas y delicadas manos masculinas que le arrebataban su único vicio.
-Señor Marshall Lee...
-Venga no me jodas. No estoy dentro de "El recinto" -Dijo añadiendo comillas con los dedos.-
-Es horario de clase.
-Estamos en el recreo.
-Deberían de estar en el patio. ¿Intentaban saltarse las clases?
-¿Me estas cambiando de tema?
-No me trate tan amigable, soy tu profesor.
-Oh! -Marshall se levantó y le hizo una reverencia.- Perdone su majestad.
-Pensé que sería un buen alumno.
-Pensé que estaba fuera del recinto. Creo que la próxima vez iré a fumar a la calle de enfrente. ¿O eso esta también dentro de clase?
-Marshall estoy siendo bueno y paciente contigo, por favor, compórtese.
Marshall levantó la mano amenazante, pero Gumball, fue más rápido y la atrapó con la suya. Una serie de imágenes cruzaron la mente del profesor. Marshall y el discutiendo en un bosque. Besándose. Cogidos de la mano. Durmiendo juntos. Cocinando en una cocina rosa. En seguida soltó al moreno.
Bueno, aquí termina el capítulo 2. Espero que les haya gustado. Se que ha sido un poco... ¿Cómo decirlo? Rutinario. Ya lo se, pero a partir de aquí empieza lo interesante. Siento si hay alguna falta de ortografía o algo, pero escribo desde el móvil y no me doy cuenta.
Poner en los comentarios que os parecido, eso siempre me ayuda a mejorar.
Especial mención a AmberVanilla que me anima mucho seguir ;)
Bye~