Cupido, estás despedido #Wattys2019

Capítulo 26

Capítulo 26

Cierro los ojos un momento e inspiró. Estas últimas horas han pasado tantas cosas (incluida una reencarnación de parte de mi mamá al estilo Walking Dead pero en versión china) que ahora lo que más necesitaba era un minuto de paz.

Siento como la naturaleza se conecta en mi a través de los sonidos, como un pájaro o un goteo, es preciosa la naturaleza.

Abro los ojos y toco con suavidad la planta que estaba al lado mío, es preciosa. Tiene múltiples flores de color rosa pálido.

—¿En dónde estamos?—susurro a Cupido— Este lugar es precioso. Pareciera que no es real o que me morí y estoy en el cielo, espero que no sea lo último. Todavía tengo que ver Endgame y saber el final.

Él me manda una hermosa sonrisa y toma por un breve momento mi mano.

El portal nos envió a un lado que nunca había conocido, era un lugar con jardines enormes y preciosos. Los jardines son distintos unos con otros y estos se diferenciaban por el tipo de planta y el color que esta tiene.

—Estamos en el jardín que habitualmente los dioses ocupan para descansar o tomar un receso en sus actividades..—responde él tranquilo— No sabía en qué lugar estaríamos seguros por un largo tiempo. Pero algo me dijo que este lugar podría ser ideal para estar una temporada. Total esto es sector inmortal y exclusivamente de los dioses

Sonrió como respuesta, él tiene razón.

Me paro para observar y recorrer más el lugar, ya que al ver tanta naturaleza me intriga, tengo mucha curiosidad en conocer cada planta y árbol que tiene este lugar.

—Recorreré este lugar, nunca había estado en un lugar así.—suelto de repente— Esto se parece como reallity show,la diferencia que aquí no me pagan y tampoco están los modelos stripers

—¿Y que soy yo? Bueno, no soy striper pero soy irresitble.— Abro la boca para comentar pero el me sigue hablando —Porque ni siquiera es de tu mundo pequeña mundana, este es el mio. Este es el jardín de los dioses.

—Wow ¿Entonces estoy en Grecia sin pagar nada? Excelente servicio.

—Estamos exactamente en el Jardín de las Hespérides— dice Kal mientras observa a su alrededor— Es el huerto de Hera en el oeste, donde hay un único árbol o bien toda una arboleda dan manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Los manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. Eso pasó hace más de 4000 años, muchos dioses ni siquiera habían nacido.—relata— Al principio Hera en persona cuidaba y regaba las plantas, pero desgraciadamente siempre ha tenido mucho trabajo que cuidar un árbol con tales características le era imposible. A las Hespérides que son unas ninfas de Occidente quienes son Hesperetusta, Egle y Eritia. Se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas y para su familia directa.

—¿Entonces ellas tenían chance de poseer la inmortalidad?

—Ellas siempre tenían la inmortalidad, mi niña—contesta— La diferencias que muchas veces caen en malas manos, produciendo grandes problemas que podían acomplejar tanta a los dioses como a los humanos.

—Pero el Jardín de las Hespérides se volvió algo muy preciado por, tanto que dejó de confiar en las ninfas para protegerlo bien, por lo que envió otra custodia: Ladón, un dragón de cien cabezas que enroscaba su cola en el tronco y que jamás dormía.

—Entonces no me puedo acercar a ese árbol—concluyo.

—No, si Hera se entera te matará.

—Todavía no quiero que pase eso

—Aparte—suspira con resignación— No quiero perderte. Me das mucha luz en mi vida para perderte así.

Cierro la boca sorprendida, Kal viendo mi actitud se acerca sigilosamente a mi, todavía nervioso.

—Kal...

—No, no sé cómo decirte esto pero en verdad gustas—dijo finalmente— Es algo raro porque no eres la típica chica que siempre me gustan o que solamente es un juego, pero en verdad me gustas.—confiesa sonriendo— Y es primera vez que lo digo así que me siento un real estupido haciendo esto, pero lo quería hacer y más ahora que estamos sola

—Kal...

—Es que eres tan loca, tierna, valiente y testaruda—comienza— Media loca incluso, obviamente también estoy incluyendo a que casi mataste a tu ex novio pero como es un idiota, tampoco es para tanto.

—¿Kal me puedes dejar hablar un momento?—sonrio

—Déjame terminar ¿sabes cuanto ensaye para este momento?¡ Le dije a mi mascota que fueras tú! Por cierto, ahora te odia más.

—Vaya eso no me lo esperaba.

—El punto es que me gustas Emilie Scott.

Abro la boca, nunca me habían dicho de eso. Siempre me conformaba con lo mínimo de afecto. Recuerdo que cuando Alex me dijo quería estar conmigo solamente dijo "Sería un error que tu no estés conmigo nena, somos bomba" y accedí a estar con él. Pero ahora que recuerdo eso, me digo a mi misma que fui una tonta.

¿Cómo estuve con alguien que ni siquiera me dijo que yo le gustaba cuando me pidió ser su novia? Ni siquiera yo no sé, ni sé qué estaba pensando en esos momentos.

—Aparte quería estar un rato a solas contigo—finaliza después de un largo silencio.

—Siempre estás a solas conmigo, vivimos juntos.

—Es que es algo distinto, no sé cómo describirlo.

—Entiendo me pasa lo mismo—sincerizo con un susurro.

Kal me mira por unos segundos evidentemente sorprendido por mi confesión, suelta lentamente la lengua para hablar.

—¿Cómo?

—También me gustas mucho Kal.