Capítulo 29

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No, esto tiene que ser una pesadilla. Una gran y desastrosa pesadilla.

Al llegar al jardín noto que todo nuestro alrededor está, mejor dicho muerto. Como si no hubiese anteriormente vida ni mucho menos vegetación.

Al parecer esto se estaba formando una guerra, una guerra que es solo participaban dos dioses que tenían golpeados su egos

-Por todos los dioses...-exclama sorprendido Kal.

-Él ha llegado-recalca la niña- Lo que hizo ahora es solo el principio. Apolo quiere ver cómo es su reacción. Quiero estudiar todo tus movimientos, conocerte más para atacar. Parece que vendrá con todo.

Abro la boca sorprendida con lo que dice ella, a pesar que me ha conocido en unos minutos sabe todo. Es algo sorprendente y escalofriante.

Respecto a lo que menciona de Kal me da miedo, me da miedo Apolo y la reacción que pueda tenerlo. Pero el miedo más grande que tengo es; perderlo.

La niña me manda una sonrisa dulce y llena de inocencia, como si no supiera lo que dijera.

Miro a Kal buscando una respuesta, pero él me mira con la ceja levantada y absolutamente serio, a tal punto que ya tengo un poco de temor.

-Apolo es astuto, puede hacer muchas cosas con nosotros.-concluye- Puede que sea mejor que ustedes se escondan y yo me vaya. Necesito que ambas estén seguras, ustedes son las personas más inocentes que están en este problema.

Cierro los ojos para lograr tranquilizarme, esto es mucho. Yo no quiero alejar de él, necesito estar. No sabía que la paz iba a durar tan poco y la tormenta se avecina muy rápido.

-Puede que venga con sus guerreros. Esto será una masacre y eso es lo que me preocupa. Apolo, como dios de muchas cosas entre ellas la razón y la muerte súbita puede hacer muchas cosas. Es digno de temor entre los mismos dioses.

-¿Entonces qué hacemos? ¿Morirnos?

Kal me mira con los ojos en blanco, creo que mi idea no es muy recibida.

Uf que alivio, y estaba organizando como comprar el féretro, obviamente con brillantes. Si no fui diva en est5a vida, puede que en la otra vida si lo sea.

-Tenemos que ir hablar con alguien que sabe detener esto pero tienes que prometerme algo antes.

-Tengo miedo de cualquier cosa.

-Es que te vamos hablar con alguien pero no te enojes.

-Si claro, en este paso ya no me puedo enojar con nada- ironizo- No sé qué más me sorprende, estar metida en esto o que tengas más secretos que las chicas de pretty little lies. Me sorprende.

-Solamente no te enojes- pide con un toque de arrepentimiento en su voz.

Asiento y entramos al portal que el acaba de hacer.

El viaje fue silencioso. Ambos no teníamos ganas de hablar, estaba sucediendo muchas cosas en nuestro alrededor .

-Ya llegamos, tenemos que hacer esto rápido.

Caminamos y encontramos un gran árbol, era hermoso y majestuoso. Sus frutos, apenas unas flores blancas le daba la elegancia que pocos árboles tenían. Noto que es un laurel y sonrío, era la hierba favorita de mi madre.

-¿Por qué estamos aquí?-pregunto todavía confundida. Miro a mi alrededor y noto lo bien cuidado que esto está. Es como si todo fuera mágico e irreal.

-Porque este es el pasado de él, el pasado que más le duele. Él también tiene una historia oscura.

Asisto todavía impresionada por la forma cortante y brusca que responde Kal, pareciera que también que escondiera algo él.

-¿No tienes algo que decirme? Algo sobre ti-concluyo.

Noto como el brazo de él se tensa y me mira asombrado.

-¿No te han dicho que algunas veces eres predecible solamente con ver tu cara?

-Cariño, solo sé que soy predecible contigo porque harto loca estás y creo que es contagioso.

-Dime ¿qué ocurre? Porque noto que escondes algo.

Kal me mira por un momento, se acerca lentamente y me da un rápido besos en los labios.

-También esto es sobre mi pasado, uno muy oscuro. Pero te prometo que esta vez no lo haré así.

Cupido toca el árbol y le habla en lenguaje extraño, difícil descifrar. De su pequeño bolso saca una manzana, muy parecida a los frutos del árbol de Hera, pero la diferencia de estas son de color rosado a fucsia.

-Observa la mágica-sonrie Kal.

En un rápido intento, el sumerge la manzana en una de las ramas, y con esto poco a poco el árbol se convierte una joven de cabello castaños y tez blanca. Nos mira y nos sonríe, agradecida.

-Querido, la manzana estaba horrible-dice ella mordiendo nuevamente la manzana- Pero sé que es por mi bien, tranquilo.

-Esperen, no entiendo nada de esto.-levanto la mano buscando una explicación.

Levanto la mirada y veo a la chica sonriendo burlona, parece que nuevamente que soy la payasa. Que genial mi trabajo y mi vida piensan eso.

-Tú-indico a la chica castaña con todavía hojas en su alrededor- Explícame que pasa.

-Pero...

-Cállate Kal-dijo la chica- no he hablado en más de 3000 años.

-Cupido o Eros como se le conoce siempre ha tenido una cierta rivalidad con Apolo. Desde que se conocieron. Cada uno practicaba bromas y todas eran fuertes para cada uno.

-¿Entonces qué pasó?

-Un día Apolo se atrevió a reírse de Eros, más conocido como Cupido, que se encontraba practicando con su arco. Éste, al sentirse humillado por el arrogante dios, decidió darle una lección. Cuando Apolo se encontraba en el bosque cazando, me vio a lo lejos. Al principio pensó que era una simple mortal, pero soy más que eso, una ninfa. Kal decidió aprovechar el momento y disparó dos flechas. La que disparó a Apolo era de oro, lo que producía un apasionado amor. Sin embargo, a mí me disparó una flecha de plomo, cuyo efecto era exactamente el contrario, sentir odio y repulsión hacia el dios que se había enamorado de ella.-Ella cuenta con lágrimas en los ojos, es su historia.- Apolo entonces decidió perseguir perseguirme allá donde fuera hasta conseguir su amor, pero yo todavía tenía los efectos y estaba decidida a parar esto, trataba de huir como podía de él. Al llegar al río Peneo, ya cansada de tanta huida y justo cuando ya Apolo lograba alcanzarla, pedí ayuda a mi padre, que no era otro que el dios del río. Éste, teniendo compasión por mí, decidió hacer lo único que podía salvarla: la convirtió en un árbol, el laurel.

-Wow

-Cuando Apolo al fin me alcanzaba, vio cómo mis miembros iban quedándose poco a poco rígidos, mis brazos se convertían en ramas, mis pies echaban raíces y mis cabellos se iban convirtiendo poco a poco en hojas hasta que la cabeza se convirtió en la copa de un precioso árbol. Eso es todo, ya hace 3000 años están en conflictos y cada vez aumentan.

Abro la boca con la impresión, no puedo creer que Cupido era de una forma tan monstruosa. Lo miro y esta con la cabeza gacha, avergonzado.

-No sé qué pensar sobre ti-digo en un momento- Lastimaste mucha gente inocente por tus tonterías con Apolo.

-Lo sé, por esto quiero remediarlas.

-Creo que es demasiado tarde-comenta la niña que está detrás solo- Apolo ya está aquí.

Levanto la mirada y me encuentro con una gran carroza de oro y diamantes, encima de ella estaba un joven rubio, musculoso y con rasgos fuertes pero hermosos, sus ojos azules estallan de odio.

-Al fin te encuentro Imbécil-mencionó con odio.


¡Hola! Perdón por la demora pero mi novio me terminó y no tenia ganas de nada, por eso la demora. ¿Vieron el eclipse? Fue hermoso.

Cupido, estás despedido #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora