La casa del lago.

Capitulo dos.

Dimos la vuelta y solo faltaba una cuadra para llegar a la escuela, como siempre, los chicos y yo íbamos jugando, riendo, sacando fotos, saludando a la gente conocida y platicando de nuestros planes que tendríamos una vez saliendo de vacaciones.

-¿No saldrás a ningún lado? ¿Es en serio _____? -dijo Michell.

-Prefiero quedarme en casa con mis hermanos, no porque sea aburrida, si no porque nuestros padres cada ve se olvidan de nosotros y ellos son lo único que tengo. -exclame.

Todos me miraron y me abrazaron, ellos eran los únicos que sabían que mis padres nunca pasaban vacaciones, Navidad y nuestros cumpleaños con nosotros.

-Deberías al menos estas vacaciones salir con nosotros -dijo Charlie a lo que yo si sonreí y seguimos caminando.

Llegamos a la cafetería, igualmente, siempre íbamos por comida antes de iniciar las clases, éramos muy glotones.

-¡CHICOS, CHICOS! -grito Logan entrando por la puerta seguido de Paul.

-¡¿QUÉ, QUÉ?! -dijo Francis. Todos reímos.

-Les tengo una invitación, nuestro tío los a invitado a su casa estas vacaciones ya que él irá a Argentina a visitar a su amigo -hizo una pausa y continuo- entonces nos dijo a Paul y a mi -se señalo- que les diéramos la cordial invitación de asistir, ¿qué dicen? ¿se animan?

Todos empezaron a hablar y a decir que no tendrían problema de ir allí a pasar las vacaciones, ya que no tendrían nada interesante por hacer.

-¿Qué dices, _____? ¿Te animas?-Dijo Paul.

Paul era uno de mis mejores amigos, si me decía corre, corría, si me decía brinca, lo hacia, cuando me ponía cara de cachorro no podía decirle que no y en este momento lo estaba haciendo.

-Hmm... Debo decirle a mi hermano y a mi nana. -comente alzando los hombros.

-¿Prometes decirnos mañana sin falta? -dijo Logan.

-Sin falta, lo prometo. -dije.

-¡Espera! -dijo Michell, ¿no tienes alguna foto de la casa o algo por lo parecido?

-Ahora que lo dices, de la casa de mi tío no, pero esta junto a un lago muy grande -dijo Paul sacando una fotografía de su mochila- pero nos mandó una foto de la casa que se encuentra en el bosque, nos dijo que esta abandonada porque se quejaban de que siempre se escuchaban gritos y ruidos raros.

Todos reímos y caminamos a nuestras aulas. Una vez que llegamos, me toco por fin ver la fotografía y me quede helada. ¿Era verdad? ¿Acaso era una broma? Esa casa era con la que siempre soñaba, donde me quedaba atrapada y jamás salía de ahí.

Hice a un lado mis pensamientos y seguí viéndola detenidamente, vi que en la ventana había alguien a lo que yo acerque más mi cara para poder ver que era y esa cosa volteó a verme que en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba.

-¡AAAHHH! -grite.

Toda la clase volteó a verme y ni siquiera me di cuenta en que momento entro la profesora.

-¿Se encuentra bien, jovencita McCoy? Si no es así, puede retirarse de mi clase.

-No, estoy perfectamente bien, es que me espantó una.... -pensé- una... ¿abeja?

-La próxima vez, no dudé de sus respuestas. -volteo su mirada a la pizarra.

Volví a ver la foto y efectivamente, esa cosa o ese ser ya no se encontraba ahí.

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¿Qué tal? Acá está el segundo capítulo, ya saben, dejen comentarios y voten? Voten mucho o mejor aún, denme amor que me siento sola acá :(.

Bonito inicio de semana nenas <3. Gracias por leer.