O5. Good fathers

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Summary: el primogénito de los Lee se metía en muchos problemas, ¿era culpa de sus dos ocupados padres?

Palabras: 3,380

Advertencias: Ninguna(?)

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GOOD FATHERS

Sintió el vibrar de su teléfono celular sobre su pierna, suspiro hondo antes de sacar el aparato de su bolsillo y atender a la llamada, ya se hacía una idea de qué y quiénes se trataba, pero de todas formas miro antes la pantalla del celular para confirmar sus sospechas. Dicho y hecho.

"Bobohyuck" de aquella manera tenía agendado a su esposo, así cada vez que le llamaba antes de escuchar una tanda de reproches del otro lado de la línea, sonreía al leer el apodo ridículo que él mismo se había inventado. Sí, Mark no era el sujeto más divertido en el mundo, pero aun así el moreno lo amaba y aceptaba, su hijo quizás no tanto.

—Diga- —y antes de siquiera completar su oración, del otro lado una serie de gritos aturdieron sus oídos, alejo el teléfono de su oído por instinto, sus compañeros de oficina le miraban intrigados, la voz de Donghyuck podía ser tan aguda y sonora cuando se lo proponía, y eso que no estaba en altavoz. Mark arreglo su corbata sintiéndose incomodo por acaparar las miradas del resto de los trabajadores—. Podrías bajar la voz...

—¡Le diré a tu padre y te castigará todos los juguetes nuevos que te compramos hace poco! Entonces, ah, Mark —el moreno detuvo sus altas exclamaciones dándose cuenta que finalmente su marido había contestado a su llamada.

—No sé si estar feliz porque adivine de que se trataba todo esto, o molesto porque volvió a ocurrir —mascullo el mayor estirándose en su asiento.

Y es que, era la cuarta vez seguida en la semana en la que Donghyuck llamaba a Mark para darle el aviso de que su pequeño hijo de cuatro años de edad se había vuelto a meter en problemas en la escuela, ambos adultos trabajaban, pero Donghyuck se había puesto a sí mismo como la primera opción a quien acudir en caso de emergencias, le favorecía el hecho de que su trabajo no quedase muy alejado del jardín de niños de su travieso Chanhyung.

Mark no podía pedir más permisos para salirse de la oficina a reprender a su hijo, si seguía así su jefe empezaría a cuestionarle su nivel de profesionalismo, y en el peor de los casos, lo echaría. Así que en dicha ocasión se limitó en hundirse en hombros y esperar a que su pareja continuara explicando que hizo está vez el niño.

Inicialmente la profesora le llamaba la atención porque Chanhyung no prestaba atención en clases o desobedecía a las tutoras, pero últimamente las quejas habían subido de tono, pues, aunque el niño fuera realmente bajo en estatura a diferencia del resto de sus compañeros, tenía una alma siempre alerta y dispuesta en discutir siempre a su favor a pesar de que en muchas ocasiones estuviese lejos de tener la razón.

Y aunque Chanhyung no fuese su hijo de sangre, ambos adultos lo habían criado como tal desde que no era más que un bebé de apenas meses. Por ende, el explosivo carácter de Donghyuck había sido transmitido al niño de una manera u otra, Mark admitía que era lindo que el menor tuviese algo de la personalidad de cada uno, pero al mismo tiempo era estresante que lidiar con otro mini-Hyuck.

Donghyuck le conto que en esta ocasión Chan se había metido en una pelea con un par de niños de un grado superior, para su sorpresa fueron el otro par quienes terminaron con varios raspones en los brazos debido a que su pelea fue en el patio de juegos, el infante se encontraba intacto, un poco sucio, pero nada de otro mundo. Los otros niños no dejaban de llorar por lo que su maestra no consiguió información alguna de qué había ocurrido probablemente hasta el día siguiente, si es que lo recordaban. Y su hijo se negaba en hablar, cruzado de brazos como ya era común en la oficina de la directora.

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