BILLIONAIRE

O7. Distance

Summary: Haechan y Mark trataban de mantenerse en contacto y sostener su relación aun cuando les era imposible verse personalmente en largos días.

Palabras: 2,665

Advertencias: Ninguna.

DISTANCE

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Dio una última revisión a las cosas que debía llevar en su equipaje, al menos las más importantes y de alguna manera personales ya que el staff se encargaba de llevar los vestuarios que usaría en horarios de trabajo, que era la mayor parte del tiempo. Una vez se cercioro que todo estaba bien puesto en su lugar se tumbó en el colchón de la cama y por eternos segundos se dedicó a mirar el extenso techo en color blanco que lo cubría, suspiro con cansancio y cerró los ojos por un momento.

Estaba a muy poco tiempo de emprender vuelo hacía América, ¿cuántas veces ya en el año había pisado aquellas tierras? Sin duda alguna el doble de veces más que en el pasado, y no lo malentiendan, por supuesto que le gustaba tener de alguna manera mayor contacto o cercanía a sus fans, siempre era una completa aventura encontrarse con sus fanáticos extranjeros o, mejor dicho, le alegraba saber que a pesar de ser cantantes de pop coreano fuesen tan bien recibidos fuera de su país principal. Aunque en este caso no estuviera viajando con sus compañeros de costumbre, la situación no era por mucho diferente.

Tendría un segundo tour en el año, esta vez con sus usuales compañeros de agrupación y con algunos hyungs más, pero de la empresa en general, un proyecto que al principio no pudo evitar sorprenderlo pero que de igual manera decidió tomar, SuperM, el grupo proyecto inclinado mayormente a un público internacional, amado por muchos, odiado por otros.

Un ligero ruido lo saco de sus pensamientos, con ligereza abrió los ojos y visibilizo tan familiar imagen, recargado en el marco de la puerta Donghyuck daba suaves toques a la madera, llamando la atención del mayor.

Mark sonrió y se incorporó, palmeando el lugar a su lado. Haechan se acercó, su aura era bastante oscura y no había necesidad de ser un experto en psicología para descifrar que aquel muchacho se encontraba abatido, el puchero en sus labios y su mirada caída como si de un cachorrito que se despide de su amo se tratase, lo delataban por completo. Mark no hizo preguntas al respecto, lo conocía demasiado bien para no entender qué le pasaba. Pues vaya que 6 años de amistad y 3 de relación eran suficiente para conocer hasta la más oscura de sus esquinas.

El canadiense lo rodeo con ambos brazos y lo llevo hacía atrás, tumbándose ambos en el colchón. Haechan hundió su rostro en el pecho del mayor, aspirando la fragancia ajena y guardándola para sí.

—¿De nuevo Hyuck? —pregunto Mark repartiendo suaves caricias en la espalda de su novio, quien como respuesta solo se limitó en asentir.

Así era Donghyuck, frente a sus compañeros no era más que un pequeño diablillo que se encargaba de sacarlos de quicio a todos en cuestión de segundos, incluido Mark. Pero cuando se encontraban a solas, el menor se deshacía de aquel caparazón y se transformaba en un niño necesitado de mimos y atención, cosa que su pareja jamás le negaba, pero que por cuestiones más que obvias no podría darle en un largo tiempo.

Ambos tenían sus agendas a punto de explotar, Haechan tenía sus ensayos con NCT DREAM para sus próximos conciertos, Mark al mismo tiempo tenía un tour por América y honestamente, aunque tuviesen sus horarios y fechas perfectamente organizados, no tenían una idea segura de cuándo volverían a verse en persona. Y la idea los aterraba, principalmente al menor.

Mark era su hogar cuando tenía un mal día o se encontraba completamente agotado, aterrizar entre los brazos del mayor era suficiente para que la vida volviese a él y todo volviera a su lugar, por supuesto, no era la primera vez que se distanciaban de esa manera, pero cada ocasión parecía convertirse en la primera.