BILLIONAIRE

O4. Hair in the air

Summary: A veces, mientras buscas una cosa terminas encontrando otra completamente diferente, o en el peor de los casos, con un horrible corte de cabello.

Palabras: 2,500

Advertencias: Ninguna.

HAIR IN THE AIR

✂✂✂

—Si viene algún cliente le dices que volveré muy pronto, pueden esperarme aquí —volvió a repetir su madre por quinta vez antes de marcharse, Donghyuck rodo los ojos y asintió con pesadez. ¿No era más fácil cerrar el negocio en lo que ella volvía?

—Solo deberías cerrar, es más sencillo y nos ahorramos el tener a la gente en el local esperando a que llegues —bufo desparramándose en el cómodo sillón de su sala de espera.

—Ni hablar, iré por Johnny, no por nada le pago.

—Pero si tu no le pagas, él solo viene a ayudarte por simple hobby —la mujer frunció el ceño y negó varias veces con la cabeza.

—Ese muchacho tiene potencial, si se esfuerza quizás empiece a pagarle.

—Eso es explotación laboral, madre. Voy a demandarte.

—Ajá, hazlo cuando vuelva —y entonces su madre salió del negocio dando largas zancadas, se le veía molesta, todo debido a que Johnny la última semana no se había presentado en el local y la señora Lee se había acostumbrado demasiado a tener su ayuda y compañía mientras trabajaba. Así que en lugar de simplemente llamarlo prefirió ir directamente a su casa y sacarlo de la oreja si era necesario, su madre era realmente necia, quizás de ella había heredado esa dura personalidad.

La estética de su madre era probablemente uno de los más importantes tesoros dentro de su familia, el negocio traspasaba de generación en generación, siempre heredado a la primera hija, en este caso sería el turno de su hermana mayor quien estaba más que dispuesta en tomar la responsabilidad, no sin antes concluir sus estudios académicos.

Se dedicaban principalmente en atender mujeres, puesto que sus servicios siempre eran del gusto femenino. Pero de igual manera no se quedaban atrás en cuanto a los varones que acudían de vez en cuando por un corte de pelo o tintura, el negocio, de nombre: haesuns. Tenía para todo tipo, no era exclusivo.

Pero a Donghyuck honestamente no le interesaba en lo más mínimo, llevaba toda su vida viendo a su madre trabajar arduamente, cortar cabello, teñirlo, maquillar una diversidad de rostros en diferentes colores, sin embargo, nada de eso se le grabo y si le preguntaban, no era capaz ni de decolorarse un mechón del cabello, aunque eso no quitaba el hecho de que su madre ya había experimentado con su cabellera antes, su pobre melena dejo de ser virgen a los 14.

Sumergido en sus propios pensamientos dio un brinco cuando la campana de la entrada se hizo sonar, se incorporó rápido, listo para avisar que su madre no estaba pero que volvería pronto, o eso esperaba, sino la cosa se pondría muy incómoda.

—Bienvenido a Haesuns justo ahora el- —hablo apresuradamente hasta que se dio cuenta de quién era el cliente que acababa de cruzar la puerta, su cuerpo se helo y mordió su labio inferior con fuerza—. ¿en qué puedo ayudarte?

El joven a quien tenía enfrente no era nada más y nada menos que la persona con quien suponía tener un gran crush desde el primer año, el ya tan conocido y adorado por todas las chicas de la institución —y algunos chicos, él, por ejemplo—, Mark Lee. Su semblante era abrumador.

—Solo quería un corte —respondió con voz cansada sentándose sin preguntar en donde suponía lo atenderían. Donghyuck trago en seco sintiendo los nervios picar desde la punta de los pies hasta la cabeza. ¿Qué le diría? Lo más practico era simplemente avisar que su madre demoraría algo en llegar, y quedarse los dos solos en aquella sala por largos y torturantes minutos, si tenía suerte de que su progenitora no tardara más de la cuenta. Rogaba a todos los dioses que Johnny fuese accesible ese día y mejor dejara de poner resistencia.