𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 ³

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—Ya vamos a comer...— refunfuña su amigo, mientras cubre su abdomen con sus manos. Clara señal de que muere de hambre.

TaeHyung rueda sus ojos.

Muchas veces, él mismo se dice que adora a JiMin, con todo su ser, pero en momentos como estos, lo único que puede pensar es dejar su amistad con su parlanchín amigo.

A veces, se cuestiona como se hizo amigo de JiMin; y recuerda, que el universo los hizo cruzar sus vidas de una manera, única y especial, y no puede quejarse ¿Porqué le reclamaría a la vida de tener un amigo intachable y amoroso? A veces suele ser un cabezota y a veces, un tanto mimoso, pero ajan, eso puede que se lo contagió él, en su etapa de amigo cariñoso y meloso.

Le da una rápida vista al rubio, suspirando cuando el otro mantiene su mano dando suaves masajes a su barriga rugiente por comida.

«Es un bárbaro y, un glotón» recapacita, con una pequeñísima sonrisa, solo de labios un poco elevados.

Intenta ignorar el malestar de su amigo, dando los retoques finales a su proyecto —proyecto, que es más de él, que de JiMin— intenta poner sumo cuidado a la maqueta, antes de girar sobre su silla y observa a su amigo.

—Tu quieres bajar por mi niñero— entrecierra sus ojos, sus brazos se han cruzado bajo su pecho, dando una pose de persona seria. JiMin levanta su rostro, asintiendo con su cabeza con una emoción que TaeHyung pone en duda, es decir, JungKook si es atractivo, cualquier persona lo puede afirmar, pero clavarse y emocionarse es otro nivel.

Confirma que JiMin gusta de JungKook.

Le aparta el rostro sin decir nada y JiMin parece no notar el pequeñísimo debate mental de TaeHyung. Vuelve su cerebro a repetir una y otra vez ¿Qué tiene JungKook para que llame tanto la atención? Parece un delicioso pedazo de chocolate que incita a las personas que lo coman —nada fuera de la realidad—y eso le produce un nudo en su estómago, y no le gusta. Intenta dejar de pensar en eso y gime cuando su trasero le hormiguea debido a las horas de estar sentado.

—Joder, me duele el trasero—dice, levantándose de la silla mientras estira sus extremidades de formas insanas, pero maravillosamente sus músculos se lo agradecen.

JiMin enfrente de él tararea divertido.

—Ah, lo ves, mi querido amigo, necesitamos alimentar nuestro cuerpo para reponer todo nuestro esfuerzo.

TaeHyung eleva una ceja, con mirada reprochativa, pero esta arreglando su escritorio.

—Debería decirle a la maestra de que la nota sea solo para mí— molesta un poco y al lado suyo, JiMin jadea ofendido, con sus mejías infladas.

—Eres cruel—apunta, con sus brazos cruzados desviando su rostro hacia otro lado.

—Y tú, un flojo.

Luego de eso ambos rompen en un par de carcajadas. Es claro que no era real, porqué, claramente TaeHyung no dejaría sin nota a JiMin, aunque se lo merezca por no ayudarle en el proyecto asignado.

Ambos salen de la habitación, luego de ordenar la habitación y el escritorio, en el camino hacia las escaleras se ponen a hablar sobre las vacaciones de verano, aunque falta para ello. JiMin le da un par de ideas de donde podrían ir juntos, y donde incluye en medio de su parloteo llevar a JungKook con ellos. TaeHyung lo observa con un par de ojos desencajados, le deja ir un pequeño golpe y un rotundo no por respuesta.

JiMin está a punto de devolver el golpe, cuando JungKook los intercepta en medio de las escaleras.

«Genial» piensa.

EL NIÑERO  - JJK & KTH (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora