Capítulo 40

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Iuola despertó muy temprano en la mañana y de inmediato pidió que le prepararan el baño y duró media hora metida en la bañera. En ese momento miró la puerta que comunicaba a la habitación de Altaír y no puedo evitar sentirse furiosa por atreverse a decirle que Adele Weasly era mejor que ella, ésta no sabía qué clase de embrujamiento tenía esa mujer que hacía que los hombres se volvieran locos. Ella cerró los ojos y se dijo así misma que tenía que calmarse, no valía la pena perturbarse por personas egoístas como esa mujer.

Rose se encontraba haciéndole un bonito peinado que consistía en un tocado alto, en el que se desprendían rizos por doquier, le había colocado una corona con flores margaritas blancas para sostener el tocado.

―Está listo su excelencia―le informó la doncella―¿Quiere que le agregue algo más?

―Así está perfecto

―Los señores Bright la esperan en el comedor

Ella asintió―Puedes retirarte

Rose le hizo una reverencia―Con permiso―Y al decir esto se fue

Iuola no perdió su tiempo preguntando por Altaír, ya que sabía de antemano que este se levantaba al medio día. Ella se dirigió al comedor para no hacerlos esperar, su esposo era un pésimo anfitrión, pero ella no lo era.

Al llegar, Mary la anunció en el comedor y como requería la etiqueta, Camelia y Cameron se colocaron de pie. Iuola permitió que el esposo de su prima le besara la mejilla y ésta le dio un brazo; ella se ubicó en el centro de la mesa y todos se sentaron.

―Quiero pedirles disculpas a ambos―comenzó a decir―Por mí culpa se pelearon entre ustedes y no es justo. Cameron te juro que Camelia intentó persuadirme de las mil maneras posibles para que no fuera, pero todo fue en vano. Lo cierto es que no estoy arrepentida, puesto que conozco los planes de ese hombre hacia mi esposo.

Cameron asintió―No te preocupes, ya todo está bien entre nosotros ¿Hablaste con Leithold?

Ella negó con la cabeza―Aún no

―No soy quien, para meterme en sus asuntos, pero deberías hablar con él. En su lugar estaría volviéndome loco

―Créeme que lo iba a hacer, pero hizo un comentario que me hizo enojar mucho

Su prima la miró―Sea lo que sea que te haya dicho, no tienes ningún derecho de estar enojada Iuola Alaía. Deja tu orgullo a un lado y cuéntale todo lo que está pasando

―Yo lo haré Camelia, pero él debe pedirme disculpas. Eso me ofendió

―Bueno eso ya está en ti. Cameron y yo nos vamos hoy, viajaremos a Estados Unidos y duraremos unos meses allá.

Iuola asintió. Lo cierto era que iba a extrañar mucho a Camelia, sabía que no era definitivo porque Robert necesitaba a Cameron en la fábrica de Bristol. No obstante, tomó nota mental para enviarle algo a Caroline.

―Por cierto ¿Dónde está Altaír? ―le preguntó Camelia

Ella rodó los ojos―Sus mañanas comienzan al medio día

Camerón sonrió―La mayoría de los aristócratas son así

―Lo lamento, yo crecí viendo a Wolfram trabajar desde muy temprano

―Por eso dije "La mayoría"

Ene se instante entraron seis criadas con distintos platillos en las manos y se dispusieron a servir.

―Iuola quiero que sepas que ya traduje el diario, como ayer no te encontré dejé todo en tu escritorio―le informó.

―¿Tiene escrito algo aparte de la investigación?

Idilio ©  (Saga Westhampton Libro # 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora