Capítulo 34 COMPLETO

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Altaír se encontraba buscando un adjetivo que definiera a la familia Westhampton.

Pero le resultaba bastante difícil encontrar uno que combinara con ligeramente lerda, bastante entrometida y astrosamente ruidosa; se percató de inmediato que todos estaban locos pero que ellos mismo no se veían así. Eso le gustaba. Y mucho.

En estos momentos todos se encontraban haciendo un picnic cerca al lago, los niños más grandes corrían de un lado a otro; mientras que los más pequeños gateaban en el césped y los que aún no podían gatear estaban sobre mantas bajo las sombras de los árboles.

Había mucha comida por todas partes. Georgia se encontraba jugando con los niños junto con Aitasis, Marsias se encontraba ayudando a Becky y a Iuola a servir la comida y Uriel cuidaba de los más pequeños. Wolfram le había pedido prestado el estudio y anunció que saldría dentro de un rato.

Altaír había sacado su guitarra y estaba tocando una melodía. En ese instante se acercó Robert con su hijo mayor.

—Max quiere decirte algo—le informó este

Altaír dejó de tocar y lo miró—Claro campeón, dime

—Tío Al ¿Podrías por favor enseñarme a tocar el piano? —le preguntó Max

Este le sonrió—Claro que sí, en tu estancia aquí te daré una hora diaria de clases en las horas de la tarde ¿Te parece?

—¡Sí! —exclamó el niño—¡Se lo diré a Freyja! —y al decir esto salió corriendo

Robert se sentó junto a Altaír en el césped y ambos comenzaron a ver el lago.

—Creo que te has percatado de lo peculiar que es esta gente—comenzó a decirle el americano.

Altaír le sonrió y colocó la guitarra a un lado.

—La verdad es que si

—Ellos son difíciles de tratar, pero cuando logras que te acepten te das cuenta que son muy buenas personas y son bastante incondicionales

—Lastimas a uno y todos te caen encima—concluyó

Robert asintió—El poco tiempo que has estado con Iuola ¿Cuál es tu percepción de ella?

—¿Iuola? Es la mujer más inteligente que he conocido. Al verla me hace pensar que un futuro las mujeres podrán hacer grandes cosas.
—¿Grandes cosas como que?
—No lo sé... creo que podrán ser médicas, participar activamente en la política o ser dueñas de fábricas
Robert se echó a reír—Creo que estás exagerando, el hecho de que en esta familia las mujeres sean un poco peculiares no significa que todas sean así
Altaír sonrió—No hay forma de saberlo
—Tienes razón, entonces puedo afirmar que eres feliz con Iuola
—En realidad me ha ocasionado más dolores de cabeza que felicidad pero puedo vivir con ello
Este le sonrió—Leithold, quiero que Iuola sea feliz, para mi es como una hermana pequeña.
—Me pones en un aprieto Robert, porque nunca he sido particularmente feliz. Lo único que te puedo decir es que estoy dispuesto a intentarlo
—Me conformo con que lo intentes
Ambos hombres sonrieron y miraron hacia el lago. En ese momento se acercó Mary y les hizo una reverencia.
—Disculpe su excelencia—comenzó a decir—el duque de Westhampton lo solicita en el estudio
Altaír y Robert se miraron.
—¿Que Westhampton me solicita en mi propio estudio?—inquirió el primero mientras se echaba a reír—dile que yo lo solicito acá y que se más le vale que se dé prisa o los sándwiches que preparó...—miró a Robert—¿Cómo se llama la hermosa pelirroja?
Él le sonrió—Becky
—Eso, los Sándwiches que preparo Becky se acabarán y que no me haga esperar, gracias.
Mary lo miró durante un momento y luego le hizo una reverencia. Su esposa se colocó justo al lado de la mujer.
—¿Qué sucede?—quiso saber
—Tu adorado hermano solicita a Altaír en el estudio—le informó Robert
—¿Para qué?
—Quiere que me una a la cámara de lores—le explicó Altaír—pero no pienso hablar de algo tan aburrido con este día tan pintoresco
Iuola asintió—¡Marsias! ¡Wolfram citó a Altaír en el estudio para hablar de política!—le gritó ésta a su hermano
Este de inmediato se puso de pie.
—Pero ¿Qué se cree Wolfram? ¡Esta no es su casa! Lo traeré por la fuerza—y al decir esto se fue
—Ay Dios mío...—susurró Becky
—¡Hermosa cuida de los bebés!—Me gritó Uriel—esto no me lo perderé por nada del mundo—dijo mientras se iba tras de su hermano
—Robert ve tras ellos por favor—le pidió Becky y él asintió colocándose de pie.
—Joder...—comenzó a decir Altaír—Lo último que quería era que se pelearan entre ustedes
Robert se echó a reír—Tranquilo hombre, esto es pan de todos los días cada vez que la familia está reunida. Es casi una tradición. Vuelvo enseguida
Aitasis se acercó a estos—¿Por qué no lo dejan allá adentro? De todos modos Wolf deja relucir su ineptitud para socializar
—Porque él debe de estar acá afuera con su familia—le dijo Georgia—estuvimos todos desesperados por ver a Iuola y ahora que la tiene en frente no habla con ella
—Wolframio tiene que aprender a que tiene que dedicarle tiempo a la familia—añadió Becky—acérquense ya voy a servir
Aitasis y Georgia fueron por los más pequeños y Altaír se puso de pie. Todos se sentaron en la manta y Becky prosiguió a servirles.
—Iuola nos comentó lo que sucedió con tu madre—comenzó a decir Becky—queremos decirte que cuentas con nuestro apoyo
—Es más si la llegamos a ver ni le dirigiré la palabra—le dijo Georgia
—A mí nunca me cayó bien esa mujer—añadió Aitasis
—Gracias por ayudarnos Altaír—le dijo Becky—aunque no tenías que hacerlo igual lo hiciste
—¿Ayudarlos a qué?—quiso saber Iuola
—Estamos aquí desde hace semanas—le explicó Georgia—y le pedimos ayuda a Altaír para poder verte y arreglar todo esto
Su esposa lo miró con los ojos abiertos pero no le dijo nada.
Los niños grandes se acercaron a él y se sentaron a su alrededor.
—Tío Al ¿Puedes tocarnos una canción?—le pidió Freyja
Este colocó su plato a un lado y tomó su guitarra.
—Claro que sí, pero tendrán que ayudarme con las palmas.
Todos prosiguieron a aplaudir y Altaír comenzó a tocar los primeros acordes.

Idilio ©  (Saga Westhampton Libro # 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora