Eran tres pasos los que Iuola había diseñado para el trato con Altaír con el fin de mantener su buen humor y cordura.
1. No conversar nada entre ellos a menos que fuese estrictamente necesario
2. Hacer lo más breves posibles las conversaciones estrictamente necesarias
3. Con el fin de cumplir los dos pasos anteriores, mantenerse ocupada en todas las cuestiones de la casa y del título para no tener que pensar en él y amargarse el día.
Esta se encontraba en el estudio, el cual se ha convertido su espacio personal de hacer sus labores y se sentía muy cómoda allí. Anteriormente era su invernadero, pero restaurar el que tenía la Central Leithold iba a tardar más de lo esperado.
<<Central Leithold...>> pensó. Tenía que averiguar si podía cambiarle el nombre, ya que existía otra Central Leithold en Hampshire y no quería que se confundieran.
<<Leithold Cottage me gusta más>> hizo anotación de este hecho y colocó la pluma en el tintero. A continuación, se llevó ambas manos a su cabello y contuvo un grito.
—¿A quién quiero engañar? ¡No puedo quitarme de la cabeza el hecho de que ayer dormimos juntos!
Eran casi media noche y Altaír no había aparecido. Le había mandado una nota con un mozo diciéndole que no era necesario que los enviara en su busqueda, porque este iba a salir de la Central con extrema urgencia. Iuola a duras penas había provado el almuerzo y no le prestó mucha atención a la cena; ésta se encontraba dando vueltas de un lugar a otro con su camisola en su habitación. Le dio órdenes a Mary de que apenas llegara su esposo le avisara de inmediato.
Todo lo que estaba pasando era tan raro ¿Cómo era posible que una mujer que parecía una bruja viviera aquí? Y peor aún, con órdenes de la duquesa viuda. ¿Con que clase de gente la había casado Wolfram? Por ahora no le quedaba otra opción que confiar en que su esposo no tenía nada que ver con ese embrollo y que al igual que ella era inocente de todo.
En ese momento sintió los toques de la puerta y de inmediato la abrió pensando que era Mary.
—¿Ya llegó mi...?—Esta se detuvo a media pregunta al ver a Altaír y Iuola sintió que le llegaba el alma al cuerpo. Este se encontraba con una expresión de cansancio extremo y ésta lo dejó pasar y cerró la puerta tras sí.
—¿Dónde estabas? Estaba muy preocupada
Este se tiró boca arriba en la cama de Iuola y colocó una de sus manos en sus ojos.
—Tengo hambre
Iuola de inmediato tocó la campana y una criada que pasaba por allí se acercó a ella.
—¿Sí excelencia?
—Trae por favor una bandeja de la cena para el duque acá a la habitación
—Enseguida excelencia—y al decir esto se fue.
Iuola cerró la puerta y se acercó a él colocándose de frente.
—Altaír por favor dime que pasó, quién era esa mujer y que hace allí
Este se sentó en la cama lentamente y tomó la mano de Iuola sorprendiéndola.
—Tuve una impresión muy grande
Ésta le apretó la mano—¿Qué sucedió?
Altaír bajó la cabeza y ésta se acercó un poco; él apoyó su frente en el vientre de ella sin dejar de soltarle la mano izquierda. Iuola alzó su mano derecha y le acarició el cabello. Sintió como este se iba relajando poco a poco.
ESTÁS LEYENDO
Idilio © (Saga Westhampton Libro # 4)
Ficção HistóricaInglaterra 1872. Tras ser una de las familias más antiguas y respetadas, Los Westhampton compuesto por cinco hermanos: Lord Wolfram el duque,Lord Marsias el Marqués, Lord Uriel el Conde, lady Georgia y Lady Iuola. Han decidido no mezclarse con...