Capítulo 41 - Rescate En París

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París, Francia

Dos semanas después...

Académie Royale de Musique

Altaír se encontraba en el camerino que habían dispuesto para él. Este tenía un juego de muebles de color ocre con una mesa de centro, un pianoforte de práctica, una mesa llena de víveres, con seis tipos de vino y dos tipos de Whiskey; junto con un tocador.

Él se encontraba mirando por la ventana, con sus mejores galas. Su traje rea negro y su saco tenía cola; la camisa blanca y la corbata negra; llevaba guantes y sostenía un vaso de whiskey en la mano, era el cuarto de esa noche y aún no le había surtido efecto.

Desde que había llegado se había entregado al piano y a la bebida. No había sido difícil volver a los escenarios, no obstante este era el más grande. Las dos presentaciones anteriores fueron sumamente privadas. Para él cada día que pasaba se habían convertido en una completa tortura, porque en el instante en que se marchó de Leithold Cottage se dio cuenta de lo enamorado que estaba de su esposa, pero a la vez sentía rabia y decepción porque esta lo había engañado. Él simplemente no podía perdonar eso.

Altaír se bebió el whiskey de un solo trago y se acercó a la mesa para llenar la copa otra vez.

En ese instante la puerta se abrió de par en par, él no se inmutó porque ya sabía quiénes eran.

⸺Al ¿Qué pasa que no estás listo? El público aclama por ti⸺le dijo Annette en francés. Ésta la había conocido a lo largo de su adolescencia que antes era prostituta, cuando Altaír comenzó a cantar este le propuesto ser quien se encargara de gestionar todas sus presentaciones. Era una mujer de treinta años, cabello negro y ojos miel.

Todos sus vestidos llevaban un escote pronunciado y la mayoría eran rojos; Altaír desconocía si su amiga tenía un amante actualmente.

⸺¡Arrugaste el traje idiota! ⸺exclamó Lucius Westhampton o como lo conocían en París Luc Deulofeutt. Altaír recordó cuando visitó por primera vez Westhampton House y fingieron no conocerse. Su amigo era dueño de una boutique y una sastrería muy famosas y exclusivas en París. Él también había escapado de las garras de su familia, más que todo porque quería ahorrarse los señalamientos por parte de ellos, ya que A Lucius le gustaban los hombres. A Altaír ese hecho le importaba muy poco y era de los que pensaba que cada quien libra su propio destino.

Este se acercó a él e intentó alisarle la cola con las manos. Leithold se tomó el trago de un sorbo.

⸺Estoy listo⸺anunció.

Annette se acercó a él y le arregló la corbata⸺Al ¿Podrías tocar algo más alegre?

⸺No me nace hacerlo

Lucius suspiró⸺Lo cierto es que aún no me termino de creer lo que me dijiste de Iuola, de seguro hay un malentendido en todo esto

⸺Lo siento por ti Luc⸺le dijo Annette⸺pero tu prima deja mucho que decir, ella no merece a Al. Tu mismo lo has dicho, que todos en tu familia a excepción de tu hermana pequeña son un asco

⸺Sí, pero la rama principal no es así. Ellos todos son buenos, incluso Westhampton que es un hielo eterno

⸺Ellos no son malas personas⸺los defendió Altaír

⸺La mala es tú mujer⸺afirmó Annette

⸺No quiero que la mencionen por favor⸺les amonestó Altaír mientras salía de la estancia. Sus dos amigos fueron tras él, hasta llegar al telón.

⸺Al⸺comenzó a decir Annette⸺Tú máscara

⸺Saldré sin ella

Sus dos amigos se miraron.

Idilio ©  (Saga Westhampton Libro # 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora