Capítulo 3: El Principio Del Fin.
—¿QUE?—gritó una muy sonrojada Ella luego de haber escuchado lo que Sean les contestó a los dos chicos que habrían parecido clones si Axel no tuviera un pequeño lunar al lado de su ojo derecho y Albert no.
—Yo... eh y-yo no...
—Uy amigo ahora si que tienes problemas. — expresó Axel agitando sus manos dándole más dramatismo al momento.
Por otro lado su copia mayor solo soltó un breve silbido antes de reír y llevarse a su gemelo dejando solos a Megan, Sean y Ella.
Los dos últimos ambos muy, pero muy rojos de la vergüenza y eso se debe a que ambos eran de piel demasiado clara, tanto que parecían espectros o esos vampiros de las películas.
Para cuando los gemelos se marcharon Estella ya había comenzado a correr arrastrando consigo a la otra chica y con Sean detrás llamándola desesperado, bueno desesperado es una palabra muy fuerte, pero se entiende lo que quiero decir... O ¿no?
—Repite lo que dijiste. —pidió, reclamó Ella una vez que él la había alcanzado y pedido que lo escuchara.
—La verdad, este...y-yo... Solo dije eso para que dejaran de molestar yo... Y-yo...
—¡Solo repitelo, Sean! Venga, no es difícil — exclamo con la vista fija es la punta de sus zapatos negros.
—¿Sabes mi nombre? —Estaba sorprendido.
Sean no se imaginó que ella pusiera atención en eso, creía que ella lo odiaba o algo parecido, la forma en que lo retaba con la mirada, en que actuaba, y ahora estaba confundido y eso que solo fue por un simple nombre, vamos, que es algo casi sin importancia para muchos, pero para él era algo que por alguna razón no podía ignorar.
—Claro, idiota, tenemos una clase en común y yo... Y-yo... ¡No me cambies el tema!
—De verdad que solo lo dije para que ellos dejaran de molestar, Estella. —Estaba incomodo, eso se notaba, sus manos temblaban, toda su seguridad había desaparecido.
—No importa, dejalo ya Sean. —dijo, aún sin levantar la mirada, tenia los ojos cristalizados, era una tontería, eso pensaba en ese instante—. No tienes nada que explicarle a una rubia tonta, hueca, necia, malcriada y patética que se cree la gran cosa solo por tener una pizca de belleza. ¡Imbécil! —repitió todas y cada una de las palabras que le había oído decir a sus amigos.
Las dijo con tanto desprecio que hasta a él le dolieron en aquel momento, luego se dio media vuelta, limpió la lágrima, sí solo fue una, que había escapado y se marcho haciendo una salida triunfal y dejando a su amiga confundida detrás.
O casi triunfal, ya que unos metros después tropezó y cayó al suelo sin delicadeza alguna, pero ya Sean no la veía, ya se había marchado un poco confundido, arrepentido y enojado con los gemelos, si bien ellos no tenían culpa de lo que él había dicho, pudieron haberle avisado que Ella se encontraba detrás escuchando.
Pasaron días y Estella notaba que el chico de cabello plateado trataba de hablar con ella, pero sabia perfectamente como evitarlo: llegaba justo a la hora de entrar a clases, no minutos antes como solía hacerlo, y salia casi corriendo para que Sean no lograra interceptarla.
Ninguno de los dos sabían el porqué se comportaban así, pero él quería pedir disculpas por lo que dijo y Ella, pues ella solo le salia huir instintivamente.
Que la rubia estuviera cerca para escuchar no fue casualidad, de hecho había ido a hacer las pases de su rivalidad nunca proclamada y llevaba a su nueva amiga Megan como refuerzo; con el paso de los días se dio cuenta de que en realidad le agradaba aquel chico algo flacucho y distraído y decidió ceder para ganarse un amigo más, porque solo quería eso, un amigo más, porque así era Ella, amistosa o así la recuerdan todos.
Y creo que ya saben el resto, él dijo lo que dijo y a la rubia le afectó mas de lo que hubiera esperado, y teniendo en cuenta de qué por ser rubia desde pequeña las palabras como 'Tonta', 'plástica' y 'hueca' la perseguían, era comprensible.
Pero tanto esconderse, evitar al chico y correr de él no podían ser eterno y la rubia lo sabía y fue justamente por eso que Sean pudo acercarse un día.
—Deja de evitarme, Estella, solo quiero disculparme. —Fue lo primero que dijo asustándola, ya que se encontraba a sus espaldas—. Nada de lo que dije es cierto. —continuó luego de ponerse frente a ella para poder verla a la cara.
—Dejalo estar Sean, no es importante, no me conoces, quizá si soy tonta, hueca, malcri...
Y no pudo terminar porque Sean ya se había acercado lo suficiente, invadiendo su espacio personal, tomado sus mejillas y besado por primera vez, creando así el principio del fin.
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N/A: Si, son dos capítulos seguidos, lo sé. 사알♥
Cambio y fuera.-Kaay
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Desconocidos
Short StoryEran solo dos desconocidos jugando a amar Sin pensar siquiera Que eso los podía dañar. Ambos escondiendo sus demonios internos, Demonios que lo arrastrarían Directo al infierno. Angustia, dolor Sangre, humillación Poder, obsesión Maldad y... ¿Amor? ...