Capítulo 5: Me Gustan los Juegos.

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Capítulo 5: Me Gustan los Juegos.

Muchos creen que el amor es la respuesta a todo y por esa razón creen necesitarlo y lo buscan o esperan con desesperación, sin embargo otros simplemente lo ven como algo innecesario, como una ilusión a la que aferrarse para tratar de darle sentido a la vida, y quizá el primero sea el caso de alguno de estos chicos, pues llegamos al momento en el que nuestros protagonista comenzaron a salir, eran momentos memorables y hermosos donde reían, y donde descubrieron que podían sentir más que simple atracción el uno por el otro, o al menos uno de ellos.

Estella para estos momentos ya tenia muchos amigos, o conocidos, mientras que Sean seguía siendo el mismo chico solitario, sin embargo ninguno perdió su esencia y la relación que construían día tras día parecía perfecta y es que al inicio todo es perfecto.

—¿Estas segura de lo que me estas diciendo, Ella? —cuestionó una sorprendida Megan, la única chica a la que la pequeña rubia consideraba su amiga de verdad.

Y no es que el resto de sus conocidos fueran malos, sino que ella era consciente de que muchos se acercaban por interés, no monetario obviamente y no porque no tuviera dinero, de hecho sus padres le habían dejado mucho, pero la mayor parte de los que se acercaban seguramente podrían vivir felices sin hacer mas nada que respirar debido a la fortuna que tenían.

El interés mas bien se basaba en calificaciones, Ella al igual que Sean eran  excelentes estudiante con notas casi perfectas y todos lo sabían y el motivo por que acudían a ella y no a Sean era porque el solía ser mas directo al momento de rechazarlos mientras que la chica ya mencionada era mas amable y siempre parecía estar dispuesta a colaborar.

—Absolutamente, Meg. —afirmó la rubia, con las mejillas mas rojas de lo normal y repitió las palabras que causaron tal interrogante por parte de la morena—: Lo amo. Me enamore como nunca antes lo había hecho. —aseguró con la mirada fija en sus pequeñas y delicadas manos que sostenían su celular el cual emitió un leve pitido avisando la entrada de un nuevo mensaje.

Numero Desconocido +** 354 984 3590: Lugar listo, Estell. Cuando quieras. Besos.
Sonrió abiertamente al leer aquellas palabras.

Estella: Ok. Te debo una, te aviso cualquier cosa.

—¿Sean? —preguntó una curiosa Megan viéndola fijamente mientras Estella negaba aún sonriendo.

—Mis tíos, dicen que todo esta listo para prepararle una sorpresa de cumpleaños a Sean ¡Genial!

Si, realmente eso pasaría, pero no era exactamente algunos de sus tíos quienes le habían escrito.

—Si, genial y así celebras el tuyo de una vez, pero como te decía, no es como si tuvieras demasiados años, Ella, piensalo un poco, eres demasiado joven y el amor es un sentimiento muy fuerte y...

—Calla, sé a lo que te refieres y sé de lo que hablo porque es lo que siento, Megan. —dijo, con un tono algo rudo levantando la cara para poder ver a su amiga, clavando sus azules ojos en los de la chica que tenia al frente y continuó—: Sonará acelerado, pero ya en este extremo siento que sin él... sin él yo no seria nada, no seria nade... sin él yo no podría vivir.

Allí comenzaron los errores.

Megan solo asistió con su cabeza sin decir nada mas, pero en su rostro se podía notar la sorpresa reflejada, ese tipo de afirmaciones por parte de Ella no podían ser muy sanas si apenas llevaban pocas semanas saliendo, conociéndose, además que depender de alguien no es normal sin importar el tamaño del amor que seas capaz de sentir por esa persona.

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