Capitulo 8: Tampoco Ha Vuelto.
—¡¿Dónde demonios esta mi hijo?! ¡Abre la puerta, Albert! —gritaba la madre de Sean, Sharon, mientras aporreaba fuertemente la puerta de la casa de los gemelos—. ¡Abran la maldita puerta!
—¿Qué pasa, señora mamá de mi amigo? —dijo, al abrir la puerta un sonriente Axel, pero toda diversión se esfumo de su sistema al observar la preocupación reflejada en el rostro de Sharon.
—¡¿Quien es el desquiciado que casi rompe la puerta, querido clon?! —gritó, el gemelo mayor saliendo de la cocina para ir a echar un vistazo, como toda vieja chismosa.
—¿Qué es lo que pasa, Señora Muniz? —preguntó, nuevamente Axel sin prestarle atención al entrometido de su gemelo y esta vez comenzando a sentir que algo no andaba bien al ver como los ojos de Sharon estaban levemente cristalizados—, pase, por favor —No le dio tiempo a responder y se hizo a un lado para que Sharon pudiera entrar.
Una vez estuvieron dentro, en la pequeña sala de estar que compartían los hermanos, sentados cada uno en sillones individuales que rodeaban una pequeña mesa de vidrio posicionada en el centro de la habitación, Albert se disculpo por haberla llamado desquiciada sin saberlo y trato de aligerar un poco el ambiente, lo cual parecía imposible.
—¿Dónde está Sean? —Esa era como la quinta vez seguida que lo preguntaba.
Sharon parecía estar en otro mundo, sus ojos no se enfocaban en nada concreto y sus manos temblaban ligeramente.
—¡Sean baja, por favor! ¡Tenemos que hablar, hijo! —Comenzó a gritar ya una vez su mirada se posaba sobre las escaleras que daban al segundo piso.
— Sean no esta aquí, mamá —Fue Albert el que habló mirándola algo inquieto, le llamaban así desde que conocieron a Sean hacia ya ocho años atrás y ella dijo que eran tan adorables que le daban ganas de adoptarlos.
Siempre se trataron como si de verdad fueran familia y es que para ellos así era, Sharon se volvió su mamá y Sean su hermano, con el señor Bowen la historia es otra, sin embargo no hacia falta involucrarse tanto con él. Por esta razón ambos gemelos podían ver la preocupación, desesperación y nerviosismo que emitía Sharon.
Axel fue el primero en acercarse a la morena cuando las lágrimas comenzaron a brotar lentamente de aquellos ojos tan parecidos a los de Sean para segundos después abrazarla e intentar calmarla.
Seguían sin saber que sucedía y pasaron minutos que parecieron horas para que Sharon pudiera hablar correctamente. Les contó que Sean llevaba dos días sin volver al casa, habían tenido una discusión referente a su padre -una de muchas que habían tenido últimamente, pero eso no lo dijo- la última vez que se vieron y él se había ido enojado y no volvió, pensó que se quedaría con ellos por eso no insistió cuando no contesto las primeras llamadas que le hizo, pero ya era la tercera noche en no volver ni contestar sus llamadas y Sean no era así, a él por mas enojado que pudiera estar hablaría con ella, era su madre, ella lo había educado para que aprendiera a resolver sus problemas, él no huiría de esa manera de ella, o ¿si?
Ambos gemelos se miraron fijamente, no era como si tuvieran la capacidad para saber que pensaba el otro pero podían sentir por donde iban dichos pensamientos: Sean llevaba dos días sin asistir a la universidad, no había contestado a sus mensajes, ni puesto en contacto con ninguno de ellos, no desde la tarde que llegó totalmente callado y luciendo triste. Lo habían dejado pasar por alto, no preguntaron que le pasaba, no mucho, y se sentían fatal, sentían que debieron seguir insistiendo antes las negativas de su amigo y para completar a la mañana siguiente él había desayunado sin decir mucho mas de: "estoy algo cansado y no quiero hablar de ello hasta que se solucione", pero solo quedaba una persona con la que el chico de cabello plateado podría estar: Ella Katz.
—¡Estella! —exclamaron, ambos simultáneamente para después sonreír.
—¿eh? —Sharon fruncía el ceño en sinónimo de confusión.
«¿Y esa quién es y qué tiene que ver?» pensaba la mujer en ese momento.
—La novia de Sean, mamá —explicó, Axel, aunque realmente en ese momento Estella era la ex de Sean, pero eso ellos no lo sabían—. Llamala Albert, seguro esta con ella.
—¿Sean tiene novia? —cuestionó Sharon con confusión.
Eso fue un fuerte golpe para la morena, que su hijo no le tuviera la confianza como para contarle algo que por muy sencillo que pareciese era tan importante.
—No contesta... — Dijo el gemelo mayor justo cuando el teléfono de Axel comenzaba a sonar.
—Es Megan —informó más para su gemelo ya que Sharon no tenia ni idea de quien era—. Gemelo encantador aquí ¿Que hay? — Contestó entre sorprendido y sonrojado por tal llamada, pero esa es otra historia. —No, no, de hecho estábamos llamándola, Sean no vuelve desde hace dos días y creemos que esta con ella... — ahora tenia la atención de Sharon y Albert sobre él—, ¿Sabes donde vive Ella, Meg?... mm-hm entiendo, pero... Ya, gracias, Megan. Hasta luego —Cortó la llamada haciendo una mueca de disconformidad.
—¿Qué susede, Ax? ¿Tu novia sabe donde están nuestros amigos? —Cuestionó Albert sonriendo haciendo bufar a su hermano.
—Copia menos sexy, ¿Cuantas veces tengo que repetirte que NO es mi novia?
—¡Basta ustedes dos! ¿Sabes donde esta su hermano? —Esa era Sharon algo ansiosa y esperanzada.
Los gemelos compartieron una mirada, por la cual parecía que podían decirse todo sin necesidad de palabras, antes de que Ax contestara.
—No. Bueno, de hecho.... Ella tampoco ha vuelto.
Ir y venir, caer y sufrir, sonreír y reír, eso es vivir y al parecer este era el comienzo de la etapa en la que les tocaba sufrir.
Cha-Chan♥
사랑해
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Desconocidos
Short StoryEran solo dos desconocidos jugando a amar Sin pensar siquiera Que eso los podía dañar. Ambos escondiendo sus demonios internos, Demonios que lo arrastrarían Directo al infierno. Angustia, dolor Sangre, humillación Poder, obsesión Maldad y... ¿Amor? ...