capitulo 29

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Sally

Estábamos cenando todos juntos en un restaurante en California. Mucha gente al saber que McQueen estaba aquí comenzó a llegar y con eso vinieron los problemas ¿Por qué?, Bueno es fácil, las fanáticas empezaron a insultarme y los fanáticos a alagarme y la verdad fue muy incómodo.
Menos mal que no estábamos adentro del restaurante porque hubiera sido muy vergonzoso que ellas estén peleando conmigo porque yo no me quedé atrás, sino que les respondí.

Cuando todo se calmó, entramos al restaurante y varías miradas se vinieron encima nuestro.
El camarero nos llevó hasta nuestra mesa que era en un lugar privado para que no nos molestaran.

Pedimos lo que queríamos comer y esperamos la comida mientras bebíamos algo.
Cuando llegó, comenzamos a comer y después de media hora vimos que Mate no estaba y nos empezamos a preocupar. A lo lejos se veía que la gente se comenzaba a amontonar y no sabíamos porqué, hasta que un mesero vino a decirnos que era Mate.

McQueen se levantó y fue hasta allá para ver qué pasaba. Como estaba tardando, los demás fueron hasta allá. Yo fui al baño y al cabo de unos minutos Flo entró muy alterada.

–¡Sally, Sally! ¿A qué no adivinas quién es el rival de McQueen?– la miré confundida

–¿Quién es?– pregunté

–Francesco Bernoulli, tú exnovio– dijo

–¿Qué?– salí del baño apresurada y fui hasta ellos.

No podía creer lo que estaba viendo. Es él, no se fue a Italia para seguir la carrera de abogacía, sino que fue para convertirse en un piloto de Fórmula uno.

Maldito mentiroso.

Lo odio, lo odio, lo odio.

Menos mal que no me fui con él porque hubiera sido mi perdición.

Me acerqué a Rayo y entrelace mi brazo con el de él.

–¿Está todo bien, Letritas?– asintió

–Si, sólo que al parecer ese italiano está insultandome– dijo–. Él es …– lo interrumpí

–Francesco Bernoulli– me miró

–¿Lo conoces?– asentí

–Vaya corredor que es– estoy molesta porque me mintió siempre

–Es el mejor de Europa e Italia– oh en serio, no me interesa saberlo

–Si… es un idiota– murmuré para mí

–¿Que dijiste?– preguntó

–Nada, nada– sonreí–. Volvamos a la mesa

–Si pero no sé en dónde está Mate– dijo mientras lo buscaba con la mirada

–Creo que está allá– señalé una cabina de teléfono y Guido también nos hizo una seña de que estaba ahí

Él fue hasta allá y quitó a Mate para hablar él por teléfono con Francesco. Ahora no sé lo que haré, sólo espero que no hayan problemas haya en Italia. Después de todo, volvimos a nuestro lugar y terminamos de comer nuestra cena o bueno eso traté de hacer. Pero estoy tan nerviosa por lo que vaya a pasar que ya perdí el apetito.

Cuando terminamos, McQueen pagó la cuenta y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Pero estoy tan distraída que no se de lo que hablan o hacen.

–Sally ¿Estás bien?– Rayo me preguntó mientras pasaba su brazo por mis hombros

–Si… pero debo contarte algo– dije

–¿Que sucede?– suspiré y lo abracé por la cintura

💫Destinados a estar juntos💫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora