capítulo 1

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Bien antes de comenzar todo me presento, me llamo Sally Carrera, soy de Los Ángeles California, tengo 23 años, soy abogada y una gran aficionada de las carreras de automovilismo en la cual se compite por ganar la Copa Pistón. Me gusta mucho el equipo Dinoco pero nunca asistí a alguna carrera porque mi padre no me permite ir a ese tipo de eventos.

Ahora me encuentro viajando con mis amigas Mía y Tia hacía San Louis ya que iremos a acampar por el fin de semana largo o eso fue lo que creí porque la verdad no es así. Ellas me mintieron y ahora estamos viajando a la pista de carreras para asistir a la última carrera de la temporada. Con tan sólo pensar lo bien que la pasaremos me emociona pero a la vez me siento traicionada. Si mi papá se llegase a enterar que estoy aquí me mataría pero tendrá que ser un gran secreto que tendré que ocultar para siempre.

Llegamos a un predio y estacioné mi Porsche cerca de la salida para que al finalizar la carrera no sea tan complicado salir.

–Bien y ¿Ahora hacia adónde vamos?– pregunté y ellas se estaban poniendo sus camisetas y gorras de su ídolo un tal Rayo McQueen, que si no me equivoco es un novato y ellas desde que lo vieron, no dudaron en apoyarlo hasta ahora.

–¿Estás enojada con nosotras?– preguntaron al unísono y yo asentí

–Me siento traicionada por mis amigas– dije –. Si mi padre se entera de que estoy aquí me matará

–No se va a enterar Sally– dijo Mía

–Ponte ésto y vamos que si tenemos suerte podremos conversar y tomar algunas fotos con ese bombonazo de McQueen– dijo Tia y yo la miré raro

–¿Bombonazo?– dije y ellas asintieron mientras yo me ponía una remera que no se qué dice–. No lo conozco, de hecho nunca me lo mostraron para ver si es cierto que es un "bombonazo"– hice énfasis en la última palabra y ellas abrieron la boca asombradas

–¿Nunca lo viste, ni siquiera por televisión?– negué y Tia sacó una foto que tenía de él. Es muy guapo pero desde lejos se le nota lo arrogante que es y eso no me agrada.

–Nop, nunca lo había visto– comencé a caminar y ellas me entregaron mi pace

–¿Te parece lindo? Di que sí– daba saltitos Mia

–Es guapo pero no es mi tipo– me encogí de hombros y llegamos a la entrada

–¡¿Qué?!– reí–, ¿Cómo que no es tu tipo?– preguntaron al unísono después de que entramos

–Pues desde lejos se le nota lo arrogante, egocéntrico y presumido que es y eso a mí, no me gusta– ellas se llevaron una mano al pecho como si estuvieran indignadas por lo que acabo de decir

–Pues cuando lo tengas en frente, cambiarás de opinión– dijo Tia

–¿Es una apuesta?– asintieron–, Bien – sonreí

Fuimos hacia la tribuna y nos acomodamos en nuestro lugar y la carrera dió inicio. Todo iba bien y había un auto rojo con rayos por todos lados y un gran número 95 en cada lado y en el techo. De aseguro que ese debe ser el Rayo McQueen. Ese auto es muy bonito para ser un auto de carreras pero me recuerda a uno que había visto y competido en la escuela secundaria. Sí, yo corría carreras nocturnas y le gané a un chico que corría con un auto igual a ese.

–¿Quién es McQueen?– pregunté mirando hacia la pista

–El 95 – señaló Mia, quién estaba a mi lado, hacia la pista. Tenía razón ese es el auto de McQueen.

Ellas gritaban como locas y yo no entendía como era posible que le gritaran tantas cosas a McQueen si ni siquiera las iba a escuchar o responder. Pero bueno, una fan se vuelve loca cuando su ídolo está en presencia y ellas lo hacen notar mucho.

💫Destinados a estar juntos💫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora