¿Mi novio ó mejor amigo? ~Jimin, Jungkook y Tu~

Te lo enseñaré otro día. pt 2

Narra T/n...

—No iré a clases hoy—.

Adriana sonaba muy mal incluso por teléfono. Había estado con fiebre dos noches seguidas y me preocupaba mucho. Según ella, solo era un resfrío.

—Está bien, descansa y toma mucha agua—. Le respondí. No le di tiempo de contestar, solo colgué. No quería que se esfuerce por estar pendiente de su celular.

Tomé mi mochila y salí de mi habitación, se me estaba haciendo tarde para lengua.

Al salir de casa vi a Jimin parado junto a su auto. — ¿Ya estás lista? Te demoras demasiado—renegó.

—Ok ok, ya voy—mascullé.

Ambos subimos al auto y nos dirigimos a la universidad.

Por suerte Jimin se encontraba mejor o bueno, eso es lo que parecía.

—No iré a Lengua—soltó Jimin de la nada. No apartaba su vista del camino, pero aun así de perfil, logré ver como hizo una sonrisa diabólica.

— ¿Ah? —.

—Ni a finanzas, o marketing—agregó.

— ¿Faltaras a clase? — pregunté confusa. ¿Entonces con que fin se había despertado tan temprano?

El negó. Continuaba con esa sonrisa en la cara.

— Pero entonces, ¿por qué te ofreciste a llevarme? —.

—Me gusta hacerlo—dijo él. Apartó la vista del frente por unos segundos para voltear a verme y regalarme una hermosa sonrisa, aquella que no había visto en los últimos días gracias a su ruptura con Mina.

— ¿Y por qué no irás? —volví a interrogar.

— Quiero divertirme hoy. Me acaban de romper el corazón, así que me lo merezco. ¿No lo crees? —.

No supe como debatir contra esa lógica.

—Ya veo—susurré.

Cuando estábamos a solo una cuadra de llegar a la universidad, Jimin frenó el auto de porrazo.

— ¿Te escapas conmigo? —propuso contento. Él se veía en serio emocionado y con un brillo especial en sus ojos, fue por eso que supe que hablaba en serio.

Fui lo más fuerte posible y negué. — Debo ir a clases Jimin—.

El rodeó los ojos y sacó las manos del volante para cruzar los brazos. Irritado diría yo.

—Solo por qué quieres ver a Jungkook ¿Cierto? Yo soy tu mejor amigo. No el—. habló molesto.

Me quedé callada un momento. La verdad es que si me moría de ganas de ver a Kookie, pero no es que tampoco me pareciera buena idea faltar a todos los cursos.

— Ok mira, iré contigo después del primer curso. ¿Te parece? —. Sonreí esperando a que me diera una respuesta positiva.

Jimin miró al vacío unos segundos y luego volvió a sonreír como antes. —Está bien pequeña—.

Bajé del auto y corrí hacía clase. Ya era tarde.

Apenas ingresé al aula divisé a Jungkook en los últimos asientos de atrás. Me apresuré pues el profesor ya había llegado y me senté junto a mi novio.

— Por fin juntos —dijo apenas tomé asiento a su lado.

— Solo por hoy —bromeé.

Ambos reímos.

— Quiero enseñarte algo—dijo Jungkook de repente.

Tomó mi brazo y me jaló levemente a su lugar. —Mira hacia allá—ordenó y apuntó con su dedo hacia el frente.

Había un espejo colocado al lado del pizarrón. Justo en una de las esquinas del salón.

Me quedé tonta y mi corazón se estrujó cuando noté que el reflejo del espejo mostraba mi asiento de la primera fila.

El cual ahora se encontraba vacío, pero en clases anteriores significaba que me reflejaba a mí.

~~Flashback~~

—Deberías de sentarte atrás con nosotros, es más divertido —propuso Jungkook para después regalarme una hermosa sonrisita.

—Pero tú siempre estás prestando atención —dije yo para continuar la conversación.

—Hmm... Lo que veo no es precisamente el pizarrón —.

~~Fin del flashback~~

¿Era esto una novela romantica? Jungkook también pasaba parte de la clase mirándome, justo como yo lo hacía.

Sentí como otra flecha se clavó en mi corazón y dolió muchísimo.

— ¿Lo ves? — me susurró al oído y sentí como mi cuerpo tembló.

Sentí como mis mejillas se calentaron y enrojecieron, estaba tan feliz y alagada en ese momento que no podía ni responder.

— Siempre te sentabas adelante y no podía ver tu rostro—siguió susurrando Jungkook en mi oído. La clase ya había empezado pero nosotros nos encontrábamos en nuestro propio mundo.

— Por eso cambié de sitio el espejo y lo coloqué ahí, para poder verte siempre—.

Mi puto corazón estaba llorando de alegría por la ternura de Jungkook. Estaba sufriendo pequeños ataques cardiacos y yo seguía sin decir ni una palabra.

Jungkook había colocado el espejo de la clase en una de las esquinas, cerca al pizarrón para que desde su asiento lograra verme perfectamente. ¿Existía algo más tierno que eso?