¿Mi novio ó mejor amigo? ~Jimin, Jungkook y Tu~

Felicidades pequeña

Narra T/n...

Una notificación que llegó a mi celular me hizo despertar. A juzgar por la luz del sol que entraba por la ventana de mi habitación, estaba segura que ya eran por lo menos la 1 de la tarde. La cabeza me dolía demasiado. Todo el alcohol de la noche anterior había hecho de las suyas.

Me quedé mirando al techo, ahí acostada, cuando empecé a recordar fragmentos de lo que había pasado en la fiesta.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro.

—Oh por Dios. Soy la novia de Jungkook—susurré para mí.

Lo de anoche no había sido un sueño y ahora era oficialmente la novia de Jeon Jungkook. ¿Cómo se llamarán nuestros hijos?

—Felicidades pequeña—. Una voz al lado mío hizo a mi cuerpo dar un brinco del susto.

—JIMIN! ¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ? —grité.

Él se encontraba justo a mi lado, recostado en mi cama y muy bien arropado con mis sábanas. De hecho, tenía su mano sobre mi cintura y me abrazaba ligeramente.

—Tenía frío así que vine a dormir aquí—dijo el para luego bostezar.

Rodeé los ojos. Era la tercera vez en este mes que lo hacía. Y no me molestaba en absoluto, pero por lo menos debía avisarme y no tomarme por sorpresa todas las mañanas.

—Me asustaste tonto—.

—No lo volveré a hacer ¿sí? Abrázame, tengo frío. —ordenó haciendo puchero.

Me giré y lo rodeé con mis brazos. Mi cabeza se apoyaba en su pecho. Estoy segura que mi cabello se le metía por la nariz.

No recordaba la primera vez que había abrazado a Jimin, pero ya era algo tan común en nosotros que cada que el  me lo pedía, lo hacía sin problema.

—Jungkook me dijo que le gusto mucho—susurré feliz. Ambos estábamos tan cerca que no era necesario alzar la voz.

—Ya lo sé—dijo Jimin.

—Aun no lo puedo creer—.

—T/n... a Jungkook le gustas desde hace mucho—.

Me separé un poco de Jimin y lo miré directamente a los ojos.

— ¿QUÉ? —pregunté confusa.

— Desde hace meses—agregó el.

No podía evitar sonreír. Es lindo cuando a alguien le gustas. Y más cuando ese alguien te gusta también.

— ¿Y porque no me lo dijiste? —interrogué.

— A Kook no le gusta que interfieran en sus cosas—explicó Jimin.

Volví a abrazar a Jimin y pegué nuevamente mi cabeza a su pecho.

— ¿Y por qué no me lo dijo antes? —reformulé.

— Es muy tímido—.

—Pero si siempre habla con cientos de chicas en el campus—.

—Pues sí, pero a él le gustas tú. —

Estaba tan feliz que el dolor de cabeza se fue desvaneciendo en minutos.

No podía esperar para ver a Jungkook. Me moría por besarlo.

...

Después de almorzar, Mi mamá y la de Jimin se fueron juntas al spa. Esas dos realmente se la pasaban de arriba abajo. Pero me gustaba ver feliz a mamá, así que no me preocupaba que no estuviera en casa muy seguido.