¿Mi novio ó mejor amigo? ~Jimin, Jungkook y Tu~

¿¡Mina!?

Narra T/n...

Estaba tirada en mi cama mirando al techo. El día anterior había visto a un chico muy parecido a Jimin en la playa.

Adri me había estado molestando todo el día con eso.

Todo me hacía recordar a Jimin y me seguía preguntando ¿hasta cuando estaría así?

—¿Por qué no lo llamas?— preguntó mamá mirandome con pena desde el marco de mi puerta.

—El otro día lo vi con una chica, debe estar contento, es un mujeriego—respondí cortante.

Mamá entró al cuarto y se sentó al pie de la cama.

—A ese chico le gustas desde que nos mudamos a casa de Momo y todos lo sabiamos menos tú. Salió con tantas chicas para darte celos, tu padre hacía eso en el colegio para llamar mi atención, no seas tan dura.— dijo riendo. Creo que empezaron a aparecer esos recuerdos en su mente.

—Ya ni si quiera vivimos allá y sigue saliendo con chicas. ¿Como le llamas a eso?—

Mi madre me dió una palmada en la pierna y se levantó de la cama.

—No sé por que le juventud se pelea por tonterías— dijo mientras se alejaba.

Tapé mi cara con una almohada. Estas vacaciones eran una real mierda.

A los minutos escuché una voz muy bulliciosa aproximandose. Adriana había llegado.

La almohada en mi cara no me permitió verla pero la cama casi se desarma cuando ella se tiró sobre ella e hizo mi cuerpo rebotar.

—¿Vamos a la playa niña depresiva?— Oí su voz a mi lado.

—Otra vez no— balbuceé. La almohada no me dejaba pronunciar bien las palabras.

De un tirón, Adri sacó de mi rostro el objeto y lo aventó al suelo.

—Ya estoy harta! ¿Hasta cuando vas a estar así?—Gritó con todas sus fuerzas y juro que escuché a mi mamá reir desde la otra habitación.

— Lo mismo me pregunto yo— contesté.

—¿Y si vas a buscarlo? Deberías hablar con él— Era la decimo quinta vez que Adri me decía eso en esta semana.

—ESTÁ CON UNA CHICA!— vociferé.

—Oh por favor! Tu saliste con SeokJin la semana pasada!—respondió de imnediato en tuno burlón.

—Solo trataba de dejar de pensar en Jimin—.

—¿Y no crees que él está haciendo lo mismo?—

Mi amiga era una loca bulliciosa, pero a veces podía tener la razón.

Eso último me dejó pensando.

...

A la mañana siguiente me desperté alegre. Habia soñado con Jimin.

Busqué la ropa más linda que tenía pero que de igual manera se viera casual y me la puse.

Ya no me importaba perder mi orgullo. Quería ver a Jimin y eso es lo que haría.

Tomé un taxi a su casa y al llegar me temblaban las piernas y sudaban mis manos. ¿Aún gustaría de mi?

Me quedé inmóvil en la puerta de su casa. Me daba verguenza tocar.

¿Que le iba a decir?

Apoye mi puño sobre la puerta tomando mi tiempo para golpearla, pero antes de que pudiera hacerlo, esta se abrió.

—¡MINA!? ¿QU-QUE HACES AQUÍ?—Solte nerviosa al ver a la ex-novia de Jimin saliendo de su casa.

—Vine a ver a Jimin—Respondió muy tránquila como si fuera algo de todos los días.

—¿Tu que haces aquí?—agregó sonriendo.

Tragué saliva. Hace unos segundos estaba nerviosa, ahora me sentía como una estupida.

—Nada, solo pasaba, ya me voy de todos modos—dije apagada y me di la vuelta.

Jimin había vuelto con Mina. ¿Como es que podía estar con cualquier chica tan rapido? Me sentía una idiota incrédula.

—Hey, si viniste a ver a Jimin ¿porque no entras?—dijo desde el marco de la puerta.

Me aseguré de que mis ojos no estuvieran brillosos con mi espejito que guardaba en el bolsillo y me volteé a verla. —No te preocupes, ya me voy—Respondí.

—Ustedes dos, son tál para cuál—dijo Mina riendo.

Fruncí el ceño. —¿Que?—.

—Se rinden así de fácil—Respondió en el mismo tono burlón de antes.

Encogí los hombros. No la entendía.

—¿Crees que he regresado con él solo porque me has visto salir de su casa? Y te vas llorando sin si quiera intentar hablar con él?— habló.

—No estoy llorando... espera ¿No has regresado con Jimin?—No pude evitar sonreir.

—No tonta. Vine a conversar con él—.

No conteste. Estaba féliz de que no hayan regresado pero ahora dudaba si hablar con él o no.

—Jimin está pensando en cambiarse de sede. Una en la que no estés tu—Dijo Mina.

—¿Que? ¿Pero porqué?—Interrogue y me acerqué a ella unos pasos.

—No deja de pensar en ti—.

Mierda. Mi corazón casi se sale de su sitio cuando escuché eso. Sonreí inconcientemente.

—¿Hablas en serio?—pregunté emocionada.

—Claro que si tonta, ahora entra ahí. Jimin está en su cuarto—.