Yo lo soy

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Narra T/n...

— Está muy rico— dije después de haber probado el primer bocado. Momo cocinaba de maravilla y a mamá y a mí nos encantaba.

—Gracias linda—respondió Momo.

Los cuatro nos encontrábamos cenando en el comedor. Todos los viernes cenábamos juntos puesto que era el único momento en que nuestro tiempo libre coincidía y lo mejor era que siempre sacábamos temas de conversación muy divertidos.

— Y dime Jimin ¿A qué chica verás hoy? —preguntó mamá.

Las últimas dos semanas Jimin se la había pasado saliendo con muchas chicas. Creo que por lo menos me había mencionado 6 nombres.
Le llamé la atención un par de veces, puesto que no estoy de acuerdo que lo haga como hobby, pero supuse que era una fase por su rompimiento con Mina, así que al igual que antes, simplemente lo apoye.
Aunque mi madre y Momo molestaban constantemente a Jimin con ese tema.

— A ninguna, ya me cansé— masculló él mientras llevaba otro trozo de carne a su boca.

— ¡Por fin! Ya has salido con todas las chicas de la ciudad— exclamó Momo.
Mama y yo reímos.

Él sonrió. — Pero es que nadie me gusta— dijo excusándose.

— No te preocupes, ya encontrarás a la chica perfecta—dijo mamá.

Eso mismo se lo había dicho yo, pero él seguía con otra y luego otra y otra más. Supongo que es algo normal en los hombres, tal vez es algo así como una técnica para olvidar a tu ex.

— Creo que tendré que quedarme con T/n —habló Jimin despreocupado y con la boca llena.

— Awww— sonó en el comedor. A mi madre y la de Jimin les había parecido algo tierno.

— Tonto, yo no soy tu último recurso— exclamé apuntándolo con mi tenedor.

Él soltó una risita y siguió comiendo.

— Además, yo me casaré con Jungkook — agregué victoriosa. Levanté mi tenedor como si fuera una espada. No sé por qué.

Jimin rodeó los ojos.

Últimamente había estado pasando mucho tiempo con Kook, y Jimin me había confesado que se sentía algo celoso. 

Me pareció súper tierno y le prometí que trataría de dividir mi tiempo para los dos, pero fue ahí cuando Jimin empezó a salir con varias chicas y pues mi promesa no se pudo cumplir.

— Ay hija por favor... Recién llevan tres semanas juntos—espetó mamá.

Hice caso omiso a lo que dijo y seguí comiendo. 

Era cierto, pero habían sido las mejores 3 semanas de todas.

...


— Jimin... ¿Por qué sigues aquí? —interrogué. Apenas terminamos de cenar Jimin había entrado a mi cuarto y se recostado en mi cama mirando el celular.

— Estoy aburrido—respondió haciendo puchero.

Sonó el timbre de la casa de repente. Me acerqué a mi espejo y arreglé mi cabello. Ese debía ser Kook.

— Sal de mi habitación Jimin—ordené y bajé al primer piso para abrirle la puerta a Jungkook.

Después que Kook ya había saludado a Mamá y a Momo subimos a mi cuarto y nos dimos la grata sorpresa con el cuerpo de Jimin aun inerte sobre mi cama.

— Carajo Jimin—me quejé.

Jungkook se abrió paso en mi habitación y se recostó al lado de Jimin. Ambos miraban el celular.

— ¿Estás viendo el juego de ayer? —.

— Si, lo acaban de subir—.

No sé de qué me servía tener cuarto propio si siempre pasaba esto.

Fui al primer piso y preparé unos bocaditos y jugo. No me tomó más de 10 minutos, pero desde ya escuchaba gritos viniendo de mi cuarto.
Subí y entré. Dejé la comida sobre mi escritorio y me senté rendida en mi silla.

— Esa fue una jugada de mierda—gritaba Jimin.

— ¿De qué hablas idiota? ¡Por mi ganamos! —respondió Jungkook en el mismo tono.

Empezaron a jugar sobre mi cama y a mandarse golpes. Toda la vida hacían eso.
Recuerdo la primera vez que los vi así... me pareció lo más tierno y sexy que había visto, aunque con el tiempo empezó a aburrirme puesto que siempre era sobre MI cama.

— Fue suerte de principiante—gritó Jimin.

— Agárrame esta ¿Quieres? —bromeó Kook.

Debo admitir que me entretenía bastante verlos forcejear. Los músculos de Jungkook siempre se tensaban y sus venas sobresalían, eso me parecía sexy.

— Ya mejor bésense—dije entre dientes. 

Ambos se quedaron callados y voltearon a verme.
Mierda... otra vez no.
Y así como todas las veces en que me metía en sus discusiones, los dos me persiguieron y me cargaron entre los dos, para luego tirarme a la cama y hacerme lo que más detesto.
Cosquillas. Tanto Jungkook como Jimin sabían que odio las cosquillas, pero cada que se presentaba la oportunidad no dudaban en proporcionármelas.

Mi risa y dolor inundaba mi habitación, hasta que una voz salvadora entró a mi cuarto.

—T/n... mira quien vino a verte— escuché la voz de mamá entre mi llanto.

Los chicos por fin me soltaron y logré ver a mi pequeña prima Bomi parada en la puerta junto con mi madre y mi tía.

—Bomi—sonreí. Hace mucho que no la veía.

—Primaaaaa—exclamó la pequeña. Corrió a abrazarme y se trepó a mi cuerpo.

— ¿Puedes cuidarla uno rato? Iremos al centro comercial—dijo mamá.

Asentí con la cabeza y ambas abandonaron mi habitación.

Cargué a Bomi y la senté en mi cama.

— Hola princesa, yo me llamo Jimin—habló con tono inocente. A Jimin le gustaban mucho los niños.

Bomi alzó la cabeza y lo miró a los ojos. 

— ¿Tu eres el novio de T/n? —soltó la pequeña.

Y por unos 5 segundos hubo un gran silencio incómodo. ¿Pero por qué? 

— Yo lo soy—habló Jungkook. Se sentó a su lado y sacó su celular para mostrarle juegos. La manera más eficiente para distraer a los niños de hoy en día.

Me volteé para ofrecerle los bocaditos que había preparado y logré ver de reojo como Jimin desaparecía de la habitación.

— ¿A dónde vá? —interrogué. Pero si hace un rato no quería salir de mi habitación y ahora se había ido prácticamente corriendo.

¿Mi novio ó mejor amigo? ~Jimin, Jungkook y Tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora