El Destino De Min Yoongi, Hijo De La Luna.

Uno

— ¡Min Yoongi que demonio estas haciendo!

Escucho gritar mi nombre pero estoy paralizado, la sangre baja por mi manó sin parar, pero estoy ¿vivo? Puedo respirar. Siento que me agarran el hombro y me voltea.

— Por un demonio que hace con ese cuchillo ¡Que pensaba! Matarte otra ves

Si

— Darme esa mierda ante que cometas una locura, se lo haré saber ha nuestro señor.

Seok Jin sale como alma que se lleva el diablo, sigo pensando como sigo vivo, me he cortado el brazo, pero puedo respirar. Volteo mi rostro, veo mi brazo, no hay nada, esta intacto, esto no es normal, porque no esta la herida, la sangre, pero no hay nada. Suspiro.

Intento de suicidio numero trece fallido estoy cerca de mi cumpleaños. Tal vez me rindo a la muerte, y me resigno a mi destino, a mi Maldito destino.

Mejor me voy ha dormir.

Llego a mi habitación estoy cansado para quitarme la ropa. Así que solo duermo y me
sumerjo a mi mundo sin sueño.

Tengo frío, no puedo ver nada mas que la oscuridad, el aire se me va, no puedo respirar, estoy muerto, fue lo primero que me vino a la mente, voy cayendo, se que estoy cayendo, no me pregunte como lo se, simplemente lo se.

Calor ,el aire huele a vino, si es vino, siento que estoy acostado, abro mis ojo puedo ver un bosque, hermoso. Trato de pararme pero no puedo hay algo que lo impide, no se que es, pero siento que me observa.
Tengo miedo quiero gritar pero no puedo, mi voz no sale ¡Maldita sea! ¿Que esta pasando? Siento que algo húmedo recorrer mi mejilla, se que son mis lágrimas.

Me paralizo cuando siento que algo las limpia, esta fría, siento sus dedo ¿Es una mano? No, siento garras, es un animal, preciosa mi mejilla con fuerza hasta que siento que rompe la piel, grito pero no sale nada, solo silencio, escucho una risa, alzo los ojos al cielo y lo veo, son dos grandes zafiros insertado en esa oscuridad que lo rodea, son los ojos mas hermoso que veo.

Ahora puedo respirar con normalidad. Me paro y me siento, lo sigo observando, no se ha ido, creo que tampoco tiene planes de irse, me observa atentamente y de esa oscuridad puedo ver dos cuernos blanco, mas blanco que las nubes.

Me siento en paz. Se que el no va hacerme daño, yo lo se, porque lo siento, le sonrió, puedo ver que sus zafiro brillan mas, son hermoso, me sigue viendo, hasta que escucho su voz, fuerte y gruesa, que hace que la piel se erize.

Falta poco.

Abrí mis ojos, mi pulso esta acerado, mi cuerpo lleno de sudor me siento extraño, es extraño.

No es extraño que haya soñado, siempre sueño cuando se acerca mi cumpleaños, lo extraño es que hable, nunca lo hace. Sueño el mismo sueño, hasta que llegue la fecha esperada, pero esto es diferente ¡Este sueño es diferente! Esperanza, tal vez. Escuchó la puerta sonar, se abre sin delicadeza y entra el ser mas despreciable que conozco.

— Min Yoongi nuestro señor lo solicita.— Me avisa Seok Jin y se retira.

Castigo. Es lo primero que pienso. Rezaría, pero Dios se olvido de mi.  

— Limoncito