SEXTO SENTIDO °BTS° (Taekook Namjin)

6- LUNAR

Jungkook POV

Mire hacia la dirección y lo que vi solo podía haber salido de mi peor pesadilla.

Diego, se mantuvo estático un segundo mirando hacia la nada. En su suéter limpio, florecía una mancha roja, esta parecía abrir sus pétalos en todas direcciones sobre el pecho de mi amigo.

-¡Diego! –Su nombre escapo de mis labios al igual que incontrolables lagrimas salían de mis ojos. Me puse de pie y corrí hacia el. Sentí que mis pasos no eran lo suficientemente rapidos, que cada instante de existencia se volvia eterno. El sonido del aire siendo atravesado por 2 balas más me hizo reaccionar. Y en un segundo, toda preocupación egoísta desapareció. Mi sexto sentido surgió invisible sobre el espacio alrededor mio.

En el aire se encontraban 2 balas inertes que apuntaban directo a mi espalda y entre mis brazos yacía mi mejor amigo, muriendo. Deje que la gravedad me jalara nuevamente hacia el suelo.

Dentro de mi mente, podía sentir como mas ráfagas de aire acompañadas de pequeñas balas se detenían justo antes de impactarme. Sentía cada una de ellas como leves cosquilleos en mi cerebro.

Dylan apareció abrió la puerta azotándola contra la pared y cubriéndose delante de mío, como si yo fuera un escudo. Lo soy.

–¡MIERDA! –Se agacho dejando caerse más preocupado que espantado al ver a Diego entre mis brazos con un agujero en el pecho, temblando con una expresión neutra. -¡JODER AMIGO RESISTE! –De tras de mi, las balas habían cesado, volví la mirada y ya no había nadie. El hombre había escapado. Entre manos temblorosas manchadas de sangre, Dylan saco su celular prendiendo la pantalla, apurando sus propios dedos a marcar por ayuda.

-¡VAMOS DIEGO RESISTE! –Miedo e impotencia era lo único que sentía. Mis lagrimas cayendo como cascada sobre el pecho de mi amigo. Chillando, explicándome como todo se acababa de ir a la mierda, intentando parar la hemorragia de todas las maneras posibles. Sin tocarlo, podía sentir la bala, podía sentir la sangre espesa que poco a poco se esparcía por su pecho. Mi sexto sentido se encontraba temblando al igual que yo.

-¡Necesito una ambulancia en la 75 con Newark, estamos en una gasolinera POR FAVOR AYUDENOS! ¡!RAPIDO, RAPIDO...!! POR FAVOR....- Dylan aventó el teléfono colgando la llamada, en ese momento lo único que importaba era Diego.

-No no no... por favor no... Diego, quédate despierto.

-¿¡Que mierda paso, Jungkook?! –Dylan me gritaba desesperado, buscando una explicación que aclarara las cosas de como carajo nuestro amigo había terminado con una bala en el pecho.

-N-no no se! El- El hombre estaba... -No encontraba palabras, no podía pensar. –El, asalto la tienda! –Dylan en un segundo se percato de la mujer tirada detrás mio. Y cuando me regreso la mirada, esta se encontraba totalmente rota.

-Vete...

-¿¡Que?! –Su comentario me hizo sentir peor de lo que me encontraba, me sentía traicionado y dolido.

-¡Que te vayas!

-¿Qué? ¿Qué mierda estas diciendo? ¡no... no me voy a ir! ¡No voy a... -El sonido lejano de las sirenas policiacas se escuchaban a lo lejos haciéndose mas y mas fuertes a medida que se acercaban.

-¡Tienes que irte! ¡Ahora!

-No... no voy a dejar a Diego. –Cada palabra se sentía como un vidrio enterrándose en mi cuello. Entre tanta confusión no sabia cómo reaccionar. Mi mente se hallaba reproduciendo la cinta una y otra vez.

-¡JUNGKOOK! Mírame, mírame... tienes que irte ahora... Tienes que irte, no te preocupes, todo saldrá bien, si?

-No... no...

-Vete, sal por atrás. Si la policía nos analiza, sabrán que eres mutante y...-Sus palabras me atravesaron como una daga devolviéndome a la realidad. –No... No quiero perderte también...

Tenia razón. Tenia que desaparecer.

Con todo el dolor, pase a Diego a brazos de Dylan. Su cabello era suave, negro como la noche, una sus cicatrices arrullaban un lunar. El era una de las personas mas hermosas de la tierra y no merecía morir asi, no podía... Me despedí de la peor manera, ni siquiera pude besar su frente.

Sali corriendo por la puerta de atrás, tropezando con mis propios pies, limpiando las lagrimas de mi cara con la palma de mi mano, intentando parar las violentas inhalaciones de aire, que hacían mis hombros sacudir al punto de casi tirarme. A la distancia, pude divisar las luces de una ambulancia acompañadas de otras luces policiacas. No podía divisar bien que tan cercas estaban ya que mis lágrimas estorbaban mi visión.

Corrí hacia la obscuridad pasando por un baldío lleno de llerbitajo y basura. Mis piernas flaqueaban, por lo que recurrí a levitar mi peso usando mi sexto sentido, que aun se encontraba temblando. Todo se acaba de ir a la mierda.