Capitulo 7

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Estaba cansada de los hospitales, no quería culpar a Steven pero desde que lo conocí fui mas veces al hospital que en toda mi vida. Pero no me podía alejar de él, con él me sentía a salvo, sabía que aunque me pasara cualquier cosa él estaría ahí para protegerme. Ya nos confesamos que nos amábamos y aún así no estábamos juntos, el amor es así, mientras mas amas a alguien mas se alejan por miedo a estar juntos o a amarse mucho mas.

-¿Aún te duele?- preguntó Steven.

-No ya no tanto- dije intentando disimular el dolor.

Giré mi cabeza para ver por la ventana y vi a alguien, de aspecto conocido, rubio y de ojos castaños, es decir, era igual a Sam, cerré los ojos pensando que tan solo era una imaginación o miedo a que vuelva y nos haga daño otra vez. Al abrirlos ya no estaba, se había esfumado, así que creí que tan solo era mi imaginación.

-¿Estás bien?- dijo Steve mientras movía su mano delante de mis ojos para ver si reaccionaba.

-Si es solo...- pausé y tomé conciencia de que si se lo decía podía preocuparlo- no, no pasa nada.

Preocupada, fui al bar con miedo de encontrarme a Sam pero tal vez hubiera sido mi imaginación y él se fue para siempre, tenía la esperanza de que pase eso.

-¿Me extrañabas?- escuché una voz.

-¿Qué...qué haces aquí?- dije mientras temblaba de miedo al ver a Sam, es decir, el me había mordido solo por odio y me dejó casi seca.

-Esperaba un beso de bienvenida o un abrazo- dijo sonriendo.

-Vete Sam, ya has echo bastante, te vas o ...- callé por miedo.

-¿O me lanzas un hechizo?- rió- si, lo sé tu olor a bruja se huele a quilómetros.

Tuve miedo a que se lo digiera a Steven y arruinara todo, y que hiciera que Steve me odiara por no habercelo dicho o simplemente por ser una bruja.

-Este es el trato- prosiguió- vamos a tomar algo al bar y no le cuento nada a Steven.

-¿Solo eso?- me pareció raro que después de todo lo que hizo solo vuelva para tomar algo. Le acompañé, pero no por miedo a que se lo digiera a Steven mas bien para que se fuera de aquí y nos dejara en paz a todos.

-¿Qué ha pasado en este tiempo?- dijo mientras acercaba el baso a su boca.

-¿A qué has venido?- dije mientras le observaba con gesto de asco.

-A charlar, solo eso- sonrió- bebe de tu baso, no has bebido nada.

No me fiaba mucho de él seguro que tras todas esas sonrisitas vino con algo de maldad y venganza.

Bebí de mi baso, cuando el agua rozó mis labios y pasó al interior de mi boca y bajó por mi garganta empecé a sentirme segura con Sam se me empezó a olvidar todo lo malo que hizo, solo tenía recuerdos de amor y solo amor. Tuve la necesidad de besarlo, sentía que si no lo besaba se iba a caer el mundo. Me acerqué a él y empecé a observarlo, lo miré a los ojos y le agarré las manos, junté mis labios con los suyos y sentí que o era yo misma como si alguien controlara mi cuerpo y no tuviera control sobre él, quería parar pero algo me decía que no que siga porque lo amaba.

-¿Sam, que haces aquí?- se le escuchó a Steven- ¿Judit?

-Steven ¿no entiendes que nos amamos? - dijo Sam mientras me observaba.

-¿Por qué le besaste?- dijo Steven mientras me miraba con desprecio y a la vez con tristeza.

-Le amo- dije sin pensarlo, a penas Steven terminó su frase la mía salió. Fue como si alguien hubiera apretado un botón y hubiera salido eso sin sentirlo y a penas pensarlo y no podía evitarlo no me importaba hacerle daño a Steven.

Recuerdos del único amor I: HerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora