Mónica,
Debes de estar devastada con todo esto, lo sé y lo siento muchísimo. Simplemente no podía seguir así, no podía. Sé que estás mal, en serio lo sé, pero no sigas mis pasos. Mis pasos son para gente cobarde como yo, no para gente fuerte y luchadora como tú.
Yo no pude hacerlo, simplemente mis demonios fueron más fuertes que yo, pero no tiene que pasarte lo mismo, no tienes que dejar que te venzan. Yo puedo imaginarme un mundo sin mí, pero no puedo imaginarme un mundo sin Mónica Brown, amante del chocolate y la música a un volumen que daña los oídos. Porque, si tú no hubieras estado conmigo, estoy bastante segura de que no hubiese durado ni dos días, pero tú me hiciste durar tres años de sufrimiento con una sonrisa, haciendo que me contagiara tu buen humor.
Pero luego de lo de Emily no volviste a ser esa persona. Ahora eras Mónica, la persona que llora en silencio y es demasiado sensible como para soportarlo. Y créeme, lo entiendo, el sufrimiento cambia a las personas. Lo que más me duele es que nunca volví a verte un día entero con una sonrisa, o con la energía que solías tener antes de Emily, o nada por el estilo, siempre hay una parte de ti que está deprimida. No estoy diciendo nada, solamente quiero que lo pienses, porque lo más probable es que ni siquiera sepas que se nota desde afuera, y probablemente no todos lo noten, pero yo sí.
Necesito que sonrías, es lo único que te pido. Voy a darte un mes para que llores, abraces a la gente, escuches el lado de todos, los profesores, la horrible ceremonia en la capilla, y luego vas a reiniciarte y vas a volver a sonreír.
Sé que es duro, sé que es difícil, pero necesito que lo hagas y no solo por mí, sino por ti misma. Siento que esta es la única forma en la que siquiera vas a considerarlo, por eso te escribo, para que lo consideres.
Por favor, no me odies por lo que hice, no tenía otra opción, era esto o pedirles que se aíslen del mundo, y me hubieran matado ustedes, o dejaríamos de ser amigas, prefiero hacerlo así.
Te adora muchísimo,
Megan.
