Fiona,
Ni siquiera sé por dónde comenzar contigo.
Primero, esta decisión no tiene nada que ver contigo, no te sientas tan importante en mi vida. No quiero que tengas la satisfacción de pensar que por ti me suicidé, porque sería una gran mentira.
Lo que yo no comprendo todavía es la razón por la cual tuviste que hacerme sufrir tanto, lo juro. No te bastó con que me haya cambiado de colegio para estar lejos de ti, no, tenías que hacerte amiga de mis nuevas amigas, ponerme en una horrible situación. Tuve que elegir entre mis amigas y mi bienestar, y tú sabías que me estabas haciendo esto. Lo peor de todo no era verte en los cumpleaños o algunos eventos sociales, sino verlas reírse contigo, o escucharlas hablar de ti con cariño y apodos dulces que lo único que hacían era clavarme dagas en el corazón. Y a este punto llegamos, yo llorando como una estúpida, intentando hacerte entender algo que probablemente nunca entenderás.
Nunca siquiera intentaste conocerme, simplemente me clasificaste como una perdedora e intentaste hacerme la vida imposible, porque eso era más fácil que intentar ser mi amiga. Estoy segura de que no sabes todo el daño que me hiciste, así que déjame decirte para que te rías un rato de mí: me dijiste gorda, y entonces me volví anoréxica. Cuando me dijiste anoréxica, comencé a cortarme. Cuando me pegaste por primera vez, me corté más fuerte. Y cuando finalmente lograste que todo el mundo me odiara, desaparecí. Pensé que eso era todo lo que querías, pero no. Noches enteras llorando hasta quedar dormida, problemas alimenticios y hasta psicológicos. Parece hasta irreal pensar que una persona te puede hacer daño, pero puede.
Lo que más me dolió no fue que tú volvieras, sino que mis propias amigas, sabiendo todo lo que me hiciste, se hicieran tus amigas. Hay veces que siento que hasta te quieren más a ti que a mí, y hasta me siento un estorbo en sus vidas.
Por esto me suicido, por los menos en parte. No por ti, sino por lo que me hiciste sufrir todos estos años. Tú ganas, yo me rindo.
La persona a la que hiciste sufrir hasta que se cansó,
Megan.
