Brad,
No me alcanzan las palabras para decirte lo mucho que te odio. Eres un ser despreciable y maldigo cada minuto que te dediqué.
Espero que estés sufriendo ahora mismo, de verdad lo deseo. Que estés llorando mientras lees estas palabras tan hirientes pura y exclusivamente para ti. Probablemente ya ni siquiera te interese nada de lo que yo haga o diga.
Por si no recuerdas la razón por la cual te odio tanto, te la voy a recordar: Me rompiste el corazón. Después de dos años y medio de relación, tenías que cagarlo todo, ¿verdad? ¿Y para qué alguna desconocida? Mi –ex– mejor amiga fue una mucha mejor opción ¿verdad?
Déjame decirte lo mucho que sufrí por tu culpa: Estuve vomitando la comida por un mes, estuve cortándome por los menos una vez al día y no podía parar de llorar. Espero que entiendas todo el daño que me hiciste de que es en parte culpa tuya que me haya suicidado, porque la verdad es que no lo es del todo.
Fiona comparte ese puesto contigo, así que no debes de sentirte el cien por ciento mal, solo lo suficiente como para sentir que pagaste tu condena. El desecharme así, ¿no te inmutaste en lo más mínimo? ¿No pensaste un solo segundo en mí?
Ni siquiera quiero hablar de lo difícil que fue volver a verla a ella unos días después, tenía tantas ganas de pegarle y dejarla en el suelo, pero no lo hice. No lo hice, no solo porque podría haber terminado en la cárcel, sino que también porque sabía que eso no iba a cambiar las cosas. De la misma forma que enviarte esta carta no va a cambiar nada, de la misma forma que tú sentirte culpable no va a hacerte sentir mejor después, porque no va a cambiar que lo único que sentía por ti antes de morir fue odio y asco.
La verdad es que deseo que en algún momento seas feliz, pero no por ahora. Llámame egoísta, una perra, como quieras, pero reconoce que tengo mis razones para serlo, porque gracias a ti consideré suicidarme. Más te vale que haberme engañado sirva de algo en tu vida, porque si no arruinaste la mejor oportunidad de tu vida.
La persona que piensa que eres un maldito bastardo,
Megan.
