Mi estilista es mi dongsaeng.

10. Nostalgia

    Después de terminar las clases Taeyong se escabulló por diferentes caminos pero al final fue encontrado por los bravucones, ellos lo arrastraron hasta un cajellón mientras le quitaban su dinero.

– ¡¡Gordo Yong!! – Empujando al niño - ¡¡Esto no alcanza para nada, mañana trae más dinero!! ¡¡Sino te romperé esas boca horrenda!! – Siendo golpeado en su espalda con patadas mientras el mordía su lengua hasta sangrar para gritar.

    Al día siguiente lo insultaron en pleno salón de clases, al principio fue uno, luego dos, después 3, muchos de ellos se les unían para humillarlo con cosas desagradables, otro grupo veía desde una esquina con lástima al pobre gordito de dientes torcidos y existía un último grupo que mientras no se metieran con ellos les daba igual lo que hicieran con los demás, los indiferentes. Los días pasaban, las semanas transcurrían y dos años pasaron. Dos años más viviendo en ese infierno solo.

– Ese alumno tuyo que está en la esquina siempre anda retraído ¿no habla con sus compañeros? - Su maestra sabía lo que pasaba pero en vez de ayudar a parar los ataques simplemente lo ignoraba. - ¿Cómo va con las clases?

.- El solo es un niño tímido sin embargo él es bueno en clases y saca buenas notas – Decía la maestra mientras entregaba los reportes a su colega. – Es lo único que debe importar.

.- Pero... pareciera que los niños lo rechazan o les tiene miedo. ¿No crees que lo molesten?

.- No hagas caso querida a veces los niños les gusta llamar la atención con sus dramas baratos, no  me meteré en ello.

.- Cierto ni que nos pagaran por hacer ese trabajo tan fastidioso. – Taeyong pidió permiso para ir al baño, al pasar por el lado de ambas mujeres este las miró decepcionado siguiendo su camino para terminar de encerrarse en un cubículo a llorar.

"Con que llamar la atención con dramas baratos...que gran maestra."

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    Al llegar a casa la rutina era la misma, se encerraba en su cuarto, las cortinas estaban cerradas al igual que las ventanas, todas las fotos que tenía colgadas la quito y las guardó en su closet. La puerta sonó y la voz de su madre llamaba.

– Hijo, tienes visitas – Él no tenía a nadie así que seguro era una mentira de su madre. – Taeyong abre. – Decía entusiasmada, la puerta sonó más ruidosamente y él enojado abrió de golpe.

.- ¡¡AMIGO!! ¡¡HOLA!! – La pequeña gordita lo había ido a visitar Taeyong no la esperaba tenía tiempo sin saber de ella, pensó que no la vería de nuevo. – Te extrañé, mira lo que traje para ti.

.- ¿Tú?... ¿regresaste?

.- Si llegué hace rato – La niña entró con toda confianza y se sentó en la cama moviendo sus pies, su madre al ver la reacción de su hijo para con la pequeña le hizo entender que todo estaría bien así que se retiró. – Papá dijo que ahora viviremos aquí, ya no nos iremos de nuevo.

.- oh... bien por ti... - Viendo las cosas que le trajo – Gracias, por los regalos. – Notando algo – Tú estás más grande desde la última vez que nos vimos. ¿2 años, no?

.- ¿¡¡VERDAD QUE SI!!? – Decía orgullosa – ¡¡¡Crecí 9 cm!!!, pero todavía no puedo alcanzarte – Taeyong sonrió era obvio que no podría hacerlo había una diferencia de edad y unos centímetros considerable – ¡¡¡Reíste!!!,   tú te ves bonito cuando sonríes....

"Mentirosa"

.- Tú estás muy pequeña para estar coqueteando con chicos mayores que tú. – Ella se lo quedó viendo raro.