OO4

3.1K 357 8
                                    

En las tardes de otoño, jungkook y seokjin solían sentarse en la entrada de su hogar, bajo una pequeña silla para dos que se mecia de un lado a otro cual amaca, jungkook amaba esa silla.
Era su favorita por muchas razones ; podía estar con seokjin, oler su aroma a caramelo y cocoa, sentía su calor corporal rodearle el cuerpo y alma por sus abrazos, y sentía como su Omega y él se sentían protegidos bajo los brazos de su hyung, su alfa.

Vivía enamorado de cada detalle que compartían esas tardes, el frío que empezaba a emanar por la cercana temporada de invierno solo era una excusa más para jungkook de estar abrazado al ajeno, y Dios, ¿cómo no amarlo cuando le hacía mimos en sus cabellos y mordía sus cachetes tiernamente?, ¡Seokjin iba a matarlo de ternura!

Todos aquellos pensamientos le sacaron una risita divertida y un gran rubor en sus pómulos. Seokjin lo miró extrañado y curioso más que todo, esa sonrisita le sorprendió, pero solo rió más.

- ¿De qué ríes, mi príncipe?

¿Acaso era importante? No, no, para el Omega no era importante el porqué de su risa, sino el por que de su gran alegría. ¡Eso era más importante, claramente! Seokjin era un tonto, un tonto y tierno alfa causante de sus grandes delirios y su gran enamoramiento. El único a quien amaría por el resto de su vida, y si el destino los quería juntos, incluso en más de una.

Por que jungkook sabía una sola cosa; sin duda el otoño era su favorito, su época favorita para estar junto al alfa, sintiendo la cálida sensación de su ser, su más amado tesoro, los abrazos y mimos que compartían. Y después de una tierna tarde llena de cariño, un pequeño beso en sus labios recibía.

Jungkook jamás podía dejar de sentirse amado y menos dejarse amar por otro alfa que no fuera Kim SeokJin.

 pequeño omega  ꜝꜞ jinkook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora