33-Se llevaría a cabo...

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Maira se había ido y tras cerrar la puerta principal fui a la puerta de James, la golpeé algo fuerte y luego la abrí.

-¿Helado en serio?

-Fué lo primero que se me ocurrió aparte amas el helado.

-¿No vas a hablar más del tema entonces?

-¿Hablar de que?, ya en dos semanas será agosto

-Felicidades sabes las fechas, ya no tendré que gastar en un calendario

-No es gracioso Chiara

Lo miró intensamente mal.

-Me iré a casa de vacaciones

-Qué te vaya bien-le digo ofuscada

-Pero...Yo estaba pensando que, no la estaba pasando tan bien acá, extraño a mi familia y...

-Te vas a ir por qué quieres rodear nuestro asunto ¿no?

-El mundo no gira entorno a ti, ¿sabes?
-Extraño a mi hermano, tal vez no regrese después de agosto, depende de cómo se pongan las cosas

-Conversa con mi padre sobre eso.-Salgo de su habitación

Él se iría para siempre tal vez, y no me había dicho nada sobre lo qué pasó, claramente no era importante para él, sólo lo era para mí, y yo tenía que trabajar en que ya no lo fuera.

Ese pensamiento rondaba por mi cabeza, ya no era sano, me encerré en mi habitación, no quería salir de ahí jamás.

Terminé dormida, no sabía cuánto tiempo había pasado, mi celular no estaba a mano, me levanté y me miré en el espejo, estaba Yam despeinada y mi cabeza dolía.

Salí de mi habitación y mi padre estaba en el sofá viendo baloncesto en la televisión.

-Hola hija-dice percatándose de mi presencia

-Hola-digo algo ronca

-Traje unas alitas, están en el microondas

-Ya James te dijo

-¿Me dijo qué?

-Bueno, te lo tiene que decir-dije caminando para tomar soda que estaba en el comedor

Comienzo a servirme mis alitas y mi refresco, y me siento a cenar, mientras observaba la televisión.

Ferré pende salió James de su habitación, sorprendiéndome, pues tenía un hueso en mi mano y mucha mostaza miel en mi boca.

Que vergüenzas.

-Están deliciosas, no se como no saliste antes

-No tenía tanta hambre pero ahora es un hecho

-Los tigres

-Sí, van ganando

-Vaya...dice mirando la televisión

Se sirve su ración de comida y se sienta justo en frente mío, en el lugar que más querría.

Se sienta y muerde su pollo mirándome profundamente.

Chupo mis dedos y me levanto de la mesa, completamente enfadada, me dirijo a mi doña de confort, mi habitación y saco mis lienzos del armario.

Observé cada uno de ellos y empecé a pensar que no tenía ningún talento, aquellos lienzos habían sido pintados cuando me sentía supuestamente feliz.

Pero el caso aquí es que, nunca estuve feliz, de hecho nunca estuve más triste que ahora, y toda mí vida había sido una completa farsa.

El día siguiente
Me levanté, nuevamente no charlé con James, no quería dirigirme la palabra, a diferencia de mí, moría de ganas de expresar todo de mi hacía el.

Mi dignidad estaba completamente aislada de mí, contemplando cómo se me partía el alma por decir algo que me dejaría abismada.

-¿Irás a mí casa hoy?-dice Maira sorprendiéndome en la entrada

-¿Cuándo charlamos sobre eso?-dije confusa

-Nunca, se me acababa de ocurrir

-Tú y tus ideas repentinas

-Es mejor ser así ¿no?

-Podrías ser así en clase de arte

-Eso no, ¿Pero irás?-dijo haciendo puchero

-¿Para qué?

-Te maquillaré, hablaremos de chicos y comeremos como puercas

-¿Qué sucede si me dejas como un payaso, no quiero hablar de chicos y no quiero terminar como cerda

-Desde que no te gusta mi hermano estás muy amargada

Vaya que me dolía-¡¿Qué dices?!

-Pues si, tendré que conseguirte algo
-No será difícil, algo mejor que mi hermano es fácil de conseguir

-Son mellizos-dije rodando los ojos

-¿Y? Yo soy la guapa

-Vaya...¿Avanzamos?

-Está bien rodea la pregunta y dime fea disimuladamente

Llegamos a clase y todos estaban en desorden, todos de pie.

-Sorprendente Zac no escapó-dijo Maira a mí oído

Sólo rodé mis ojos, el no era bueno para ella.

-Hablaré algo contigo más tarde.-dice Zac a Maira

¿Qué querría hablar con ella? Bueno no era de mi interés

Zac cuenta la historia
Estaba setenta por ciento de que quería decirle todo, también quería terminarla, para que no sufriera de cierta manera.

Mensaje de texto
Nora:
Así me gustan, obedientes.

Sólo la miré y me guiñó el ojo.

Volteé a ver hacia mi cuaderno y en segundos entró el profesor.
Comenzó a explicar cosas sin sentido, o eso parecía ser solo para mí, los demás seguramente si entendían, mi desconcentración era máxima.

-Hazlo.dijo Nora pasando la mano en mi cuello al salir del aula

Salí de último y Maira se encontraba esperándome.

-Vamos a la plaza-dije caminando

Me iba a besar pero no la dejé.

-Tengo que decirte algo...

-Dime, amor

-Bueno yo, aquella...-Maira parecía querer descifrar lo que iba a decir
-Aquel día nos quedamos con ganas de más...

-Bueno tú nos detuviste

-¡Qué hacen aquí!-dice un profesor furioso

-Escuchó nuestra conversación candente Jajaja
-Estás súper distraído-dice tocándome la barbilla con su suave palma

-No es...nada.

Fuimos a clase, siendo literalmente obligados, Maira se reía de manera incuerente, jamás uniera faltado el respeto a algún profesor de esa manera, pero parece que estaba ayudando a que se descarrilara.

Narrador omnisciente

Ellos fueron a aquella clase y todo se tornó algo turbio, al terminar aquella clase debían ir a la cafetería por algo de comida, juntos fueron pero no estaba Zac acompañándolos, el fue a la plaza como solía hacerlo.

Maira estaba pendiente de él, preguntaba una y otra vez por él, tenía a todos cansados pero llegó Tyler a aquella mesa, Maira no podía seguir hablando tanto de Zac, iba a ser sospechoso.

Nora estaba ocupada en los inodoros, elaborando su maravilloso plan que se llevaría acabo si Zac no había hecho lo que le dijo que hiciera.

Esta estaba llamándolo...

Puedo Soñar [Completa] #PlumasAwards2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora