Ahí estaba majestuosa en la parte central de la página una parte de lo que estaba buscando. Y simplemente no podía creerlo, era sorprendente.
La imagen de una pintura aparecía en medio de la página, ocupaba casi la totalidad de la hoja, los dedos temblorosos de Hermione pasaban suavemente sobre la imagen, tratando de comprender que significaba lo que estaba viendo.
Respiraba agitadamente, llevaba bastante tiempo sin poder pensar en nada en concreto, su mente parecía bloqueada, había liberado su boca de su mano, pero no podía relajar su rostro que mostraba una absoluta sorpresa con los ojos sumamente abiertos y su labios ligeramente separados como si intentara hilar palabras que no llegaba a salir por su boca quedando atrapadas en su garganta ahora seca, su corazón latía con tal fuerza que el latido retumbaba en sus oídos y solo ese golpeteo era capaz de escuchar, pasada una y otra vez los dedos sobre aquella pagina sin reaccionar, como si quisiera conseguir algo al tocar el papel de aquella manera tan obsesiva.
Sus ojos se perdían en cada detalle, desde el más mínimo hasta lo más impresionante, noto por el ardor en sus ojos que había dejado hasta de pestañear por estar tan absorta observando, sus manos seguían temblando y podría jurar que estaba pálida, porque sentía como la sangre se agolpaba en su estomago por la sensación de vacío que le dejaba.
Ahí estaba de nuevo Azula, pero no era la misma pintura de la página anterior, Hermione había dejado de leer perdida solo en aquella imagen que no podía desterrar de su mente, y que bloqueaba cualquier pensamiento coherente.
De repente escucho que alguien le hablaba a lo lejos en la distancia, era como un murmullo suave que no alcanzaba a distinguir, se sentía como en un sueño en el que escuchaba el eco de una voz que pronunciaba su nombre, llamándola. Era una voz dulce como de un ángel pensaba la chica, armoniosa, pero que cada vez escuchaba más lejana.
Repentinamente alguien la saco del trance tocando su hombro y agitándola un poco para hacer que reaccionara.
-Hermione….Hermi…. ¿Estás bien?... ¿Te pasa algo?... -Escucho la voz angustiada que alguien que al principio no reconoció.
Era Ginny quien suavemente la movía, asustada porque la castaña no parecía escucharla, solo veía fijamente el libro que tenía sobre la mesa, hubiera pensado que estaba dormida de no ser porque tenía los ojos abiertos y movía los dedos acariciando la hoja que tenía enfrente.
-Por favor Hermione… ¿Qué te pasa?.... me estas asustando -la pelirroja parecía cada vez más preocupada por la actitud de la castaña.
A Hermione le llevo algunos segundos mas poder responder.
-Estoy bien Ginny. -por fin pudo hablar la castaña pero su voz sonó débil. -Lo siento… no quise asustarte... -La voz de la chica temblaba aun y comenzó a moverse lentamente sus manos recobrando un poco la movilidad de su cuerpo que sentía por alguna razón entumecido, como si hubiera pasado horas en la misma posición.
-Que te ocurre Hermi, estas muy pálida y parecía como si estuvieras en trance o algo parecido, te estaba llamando pero no me escuchabas, tuve que sacudirte un poco para que reaccionaras. ¿Quieres que te lleve a la enfermería? -pregunto la pelirroja viendo que aun le costaba a Hermione coordinar un poco sus movimientos.
-No es necesario Ginny, gracias, estoy bien. -Contesto la castaña con una voz más controlada y relajada. -Es solo que me impresiono mucho algo que vi.
-Que pudo haber hecho que te pusieras así. -pregunto la pelirroja, por lo que su amiga le acerco el libro para que viera lo que le había causado tal impacto.
La pelirroja sostuvo el libro en sus manos y vio la página que le mostraba la castaña, lanzo un gritito y soltó el libro dejándolo caer de manera pesada sobre el piso de piedra de la biblioteca. Hermione agradecía que en ese momento no estuviera la bibliotecaria, eso le hubiera costado algún castigo por maltratar el libro y por el grito de Ginny.
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Salvaste Mi Vida De Muchas Maneras, Hermione.
RomanceNo podrias imaginar de cuantas diferentes maneras puedes salvar a alguien.... No solo se puede salvar la vida.... Tambien puedes salvar el alma y el espiritu abatido de alguien, para el que es mas importante rescatar lo que queda de felicidad, que s...