Salvaste Mi Vida De Muchas Maneras, Hermione.

Azula

-Al fin llegas. -soltó con una voz llena de reproche sin dejar de ver a la chica de manera penetrante, cosa que no paso desapercibida e hizo que Hermione se pusiera un poco pálida. 

-Que susto me has dado Harry no pensé en encontrarte aquí. -contesto nerviosa la castaña

-Por supuesto que no esperabas encontrarte con nadie, ¿Te das cuenta la hora que es? ¿Dónde estaba Hermione?

-Por favor no empecemos con discusiones, puedo contestar todas tus preguntas porque eres mi mejor amigo, pero por favor no me trates como si fuera un delincuente que estas acusando de algún delito, sabes que no los soy. -Hermione camino unos pasos y tomo delicadamente la mano de Harry, y lo condujo a un sillón frente a la chimenea donde se sentaron juntos. -¿Quieres saber donde estaba? Pues bien estaba en el campo de quidditch con Malfoy, teníamos una conversación pendiente porque discutimos por la tarde. -la castaña pudo notar como las facciones de su amigo se relajaban, y continuo hablando. -Sé  que te preocupas por mí, y en verdad te lo agradezco, me reconforta saber que hay alguien que me quiere y cuida de mí como el hermano que nunca tuve, pero tienes que confiar en mí.

-Sabes que confió en ti, pero me cuesta trabajo confiar en Malfoy, pasas tanto tiempo con el que me preocupa que….

-¿Qué te preocupa Harry? ¿Qué me enamore de Malfoy? -pregunto Hermione, suspiro y se enfoco en los ojos verdes de su amigo, sin soltar aun su mano se sincero con él. -Creo que ya es tarde para eso, ya lo quiero.  

Harry abrió los ojos con asombro, no esperaba esa confesión por parte de su amiga, pero lo que más lo sorprendía era la manera en que se expresaba la castaña, parecía liberada por fin de un gran peso, y tenía un brillo muy especial en sus ojos, comprendió entonces que era cierto, Hermione su gran amiga estaba enamorada de Draco Malfoy.

-¿Pero como…? -solo logro articular con dificultad esa pregunta.

Hermione suspiro de nuevo y una sonrisa tierna surgió de sus labios. -¿Cómo sucedió? Sinceramente ni yo misma se, simplemente paso. -Sus ojos castaños se llenaron de tristeza y vertieron pequeñas lágrimas. -Supongo que así de inesperado es el amor,  pero soy consciente de que no tengo ninguna oportunidad de estar con él, sabes lo importante que es para ellos la pureza de la sangre, la casta y todas esas tonterías.

-El tendría que ser estúpido, tonto, loco  o ciego como para no darse cuenta de lo que vales. -Por fin pudo hablar Harry y la abrazo para consolarla. La castaña recargo su cabeza en el pecho de su amigo y siguió llorando en silencio.

Después de un rato de estar así, la castaña se enderezo lentamente y limpio sus lagrimas con el dorso de su mano, se separo un poco para ver a los ojos a su amigo, que la observaba con pesar, sin saber que hacer o decir para ayudarla y sonrió ligeramente. -No te preocupes Harry, no te sientas mal por mí, sabes que siempre hay que afrontar las cosas como vengan, no siempre es fácil o  sencillo, pero no puede ir uno por la vida lamentándose. A pesar de todo estoy agradecida porque por  fin conocí el amor y eso es grandioso, y  hace que todo valga la pena.

-¿Malfoy lo sabe? -Pregunto el chico aun preocupado por el estado de su amiga.

-No, no lo sabe. Y creo que es mejor así. Bastantes problemas tiene para cargarle uno más. Sé que por muy increíble que parezca el está haciendo un gran esfuerzo por cambiar, y siento la necesidad de ayudarlo.

-Pero estar cerca de Malfoy te lastimara más a ti. Se que lo quieres ayudar, pero es algo muy pesado para hacerlo sola.

-Por eso necesito de su ayuda, porque yo no puedo hacerlo sola, pero no los quiero obligar, porque también los entiendo perfectamente, yo misma odie a Malfoy en el pasado, entiendo a Ron él es quien más sufrió por las acciones de Draco, y tu también tuviste que aguantar todos sus desprecios y trampas, no solo de él, sino de su familia aliada de Voldemort. Yo ya lo he perdonado, y te aseguro que tampoco para mí fue muy fácil, pero al final comprendí que Malfoy también es humano y como tal está lleno de defectos e inseguridades, atrás de esa apariencia frívola y narcisista.