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Aun era temprano, así que Hermione  decidió ir a la biblioteca para comenzar su búsqueda, de alguna manera le emocionaba la idea de emprender el  desafío de Malfoy, tenía que descubrir el secreto de la gargantilla que le regalo, solo hasta entonces podría regresársela  al rubio, sin que  le pusiera trabas.

En la biblioteca la castaña se sentía en su ambiente, nadaba como pez en el agua, tomo algunos libros de las estantería y se dispuso a buscar el origen de aquella gargantilla, sabía que era antigua, de mucho valor y con propiedades mágicas que aun desconocía, pensó también que podía ser peligrosa, así que no pensaba volverla a tocar, hasta no determinar los secretos que escondía esa extraordinaria joya.

Lo  primero era averiguar el significado de los grabados del cofre, en uno de los libros que leyó encontró grabados similares, los ángeles representaban la naturaleza emotiva, la naturaleza expresiva y el talento natural, de ahí que fueran tres los ángeles grabados en la caja, dichos grabados hablaban de tres  dones, por lo que pudo deducir la castaña, era muy probable que la gargantilla diera a quien la usara esos dones, aunque no estaba segura del todo.

Ya iba por el tercer libro, cuando se dio cuenta que ya era tarde y si no se apuraba no llegaría a tiempo para comer, así que con un movimiento de varita guardo todos los libros en sus correspondientes estanterías, menos uno que llevaba por nombre "joyas mágicas y sus cualidades", había decidido llevárselo para examinarlo con calma y comparar las ilustraciones del libro con la gargantilla del cofre.

Llego corriendo al gran comedor, por lo que llego casi sin aire y con dolor de estomago por el esfuerzo, no cavia duda que necesitaba ejercitar su cuerpo, no bastaba con ejercitar la mente, pero la castaña aceptaba que el trabajo físico no era lo suyo.

En la mesa de los Gryffindor ya se encontraban sus amigos comiendo, la veían divertidos por lo agitada que había llegado.

-¿Dónde estabas Hermione? -Pregunto de manera distraída Luna.

-En la biblioteca. -Contesto la castaña todavía sin aliento.

-Porque no se me hace raro. -dijo con burla Ron, lo que hizo que se ganara una mirada de enojo de la chica.

-Ya deja de molestar, eres un pesado Ronald. -le Reclamo Ginny

-Bueno es que no imagino a alguien más aparte de Hermione capaz de pasar el día estudiando  en la biblioteca siendo sábado -dijo desenfadadamente el pelirrojo.

-En eso si tiene razón Ron, deberías  de relajarte un poco Hermy, que les parece si mañana vamos todos a Hogsmeade. -pregunto alegremente Harry

-Me parece bien, mañana después de desayunar nos vamos  -contesto la castaña no muy animada, ella hubiera preferido quedarse para investigar un poco sobre la gargantilla, pero sabía que no la iban a dejar en paz si no los acompañaba.

Todos aceptaron felices, después de todo era la primera excursión a Hogsmeade del año, y esperaban pasa a visitar a George, a la sucursal que tenia ahí de sortilegios Weasley para ver qué novedades tenia. La visita prometía ser entretenida para todos, claro que no tanto para la castaña.

Cuando terminaron de comer, decidieron ir a visitar a Hagrid, la castaña les pidió que se adelantaran, mas tarde los alcanzaría.

Hermione  se dirigió a la mesa de los Slytherin, aun se encontraba ahí Parkinson y tenía que entregarle su carta.

-Hola Pansy. -saludo la castaña con una sonrisa, para su sorpresa Zabini  se hizo un lado para que se sentara entre él y la morena, Hermione dudo, pero al final se sentó, después de todo ya no había porque temerles.

Salvaste Mi Vida De Muchas Maneras, Hermione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora