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Al llegar a palacio el príncipe se ausentaría para la cena. Debía guardar reposo, aunque la herida no fue grave, cuidarse era lo mejor para que sanara completamente.

Wonwoo no supo más de Mingyu desde que se llevaron al hombre de la enfermería, así que merodeaba por el jardín. Estaba sentado en la fuente, tocando el agua con los dedos. Sabía que no debería estar tan cerca, podría caerse y mojarse. Era consiente de lo torpe que era y a veces le daba miedo que alguien saliera herido gravemente.

Suspiró.

Sin el príncipe en la cena no tenía caso que estuviera él presente. Así que estaría perdiendo el tiempo hasta que su padre terminara la reunión con el rey.

—Mira lo que me encuentro aquí. Una bella y delicada flor. ¿Y qué haces sólo?

Wonwoo se tensó ante la entrada del duque de Incheon, Jeonghan nunca había sido abiertamente hostil con él, pero sabía que el hombre salía con Mingyu y que este lo odiaba porque se casaría con él.

—Uhmm... No hay razón para estar en la reunión. Yo solo paso el tiempo hasta que mi padre termine su reunión con el rey.

Sacó sus dedos del agua y los secó en su pantalón oscuro. Jeonghan se acercó hasta la fuente y se quedó de pie a un lado de él.

—No me digas, como no tienes la atención del príncipe te sientes triste. Eres tan especial. Muy lindo, pero es una pena que seas tan torpe.

Wonwoo sonrió a fuerzas. Tenía miedo de que Jeonghan lo ridiculizara, siempre era el mejor.  No le sorprendía por qué Mingyu estaba enamorado del mayor. Deseaba que cuando se casaran pudiera amarlo a él y a sus defectos para que finalmente se olvidase del hombre.

—Si, trato de ser muy cuidadoso para no dañar a los demás.

—¿De verdad? Qué bondadoso de tu parte. Y por eso estabas tan amable con el príncipe cuando se cayó, ¿no?

Lentamente se fue acercando hasta quedar frente a frente y, mirándolo directamente, Wonwoo vio tanto odio en los ojos contrarios que lo asustó, al instante supo que nada bueno saldría de esto.

—Yo estaba allí y no quería dejarlo solo con su dolor o por si el caballo regresaba, al menos tratar de que no lo pisoteara.

—Sólo haces el ridículo, ¿no te das cuenta?  Al príncipe no le interesas porque al que ama es a mi, y si fueras un poco inteligente te apartarías de nuestro camino.

Wonwoo frunció el ceño.

—Pero nosotros nos casaremos, ¿no deberías ser tú quien se aparte del camino?

Oh.Jodida.Mierda.

Jeonghan sonrió, y lo tomó del hombro, Wonwoo sentía su corazón latiendo como loco.

—Que se casen no significa nada, y si no te apartas yo haré que lo hagas. Ridiculizándote de todas las maneras posibles hasta que solo seas el hazme reír de la corona, ¿entiendes?

Antes de que pudiera contestar Jeonghan lo empujó contra la fuente. Al caer Wonwoo se golpeó la cabeza, cuando salió, escuchó que el hombre pedía ayuda.

—¡Auxilio! ¡El duque de Seúl se cayó  y creo que está herido!

Entraron dos guardias que lo ayudaron a salir del agua para llevarlo a enfermería. Y no pudo evitar ver la expresión de triunfo en el rostro de Jeonghan.

Estaba mojando todo el piso de camino a la enfermería, cuando llegó la doctora le indicó que se quitara la ropa y le dio una bata gruesa para el frío.

Royal Lies | MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora