Aplausos resonaron por el salón cuando terminaron de bailar. Se sentaron en su mesa, Wonwoo pidió una botella de agua, no toleraba muy bien el alcohol. Mingyu había desaparecido hacía un pequeño tiempo, cerró los ojos un momento pero solo vinieron imágenes de su—ahora—esposo y Jeonghan besándose en alguna parte, abrió los ojos y cepillo con la mirada todo el salón, encontró a Jeonghan hablando con el gobernador de California, Hong Joshua.Mingyu le había invitado porque habían sido amigos de la infancia y ahora que el gobernador Hong planeaba postularse para presidente de los Estados Unidos existían algunos intereses de por medio.
Jeonghan captó su mirada y arqueó una ceja mientras hacía una sarcástica sonrisa.
Wonwoo se levantó de su asiento y caminó por el salón, deteniéndose para hablar con los invitados. A veces podría haber gente agradable y le gustaba conversar con ese tipo de personas. Afortunadamente las encontró y habló con ellos un largo rato.
—Tendrán que disculparme, pero necesito ir a los servicios, fue magnífico haber conversado con ustedes y, por favor, sigan disfrutando.—inclinó la cabeza y se retiró a los sanitarios.
Abrió la puerta y se encontró con un lujoso baño, la cerró y prosiguió a bajar la cremallera de sus pantalones, soltó un pequeño gemido con la sensación de liberar la presión en su vejiga, se había aguantado de venir al baño porque no quería ser descortés con sus invitados dejándoles sólo por una necesidad fisiológica, sin embargo, cuando sintió que podría hacerse en sus pantalones decidió que lo mejor sería ir.
Al terminar se encontraba listo para guardar su miembro dentro del pantalón cuando la puerta fue abierta, Wonwoo soltó un pequeño grito y se giró para cubrirse.
—¡Wonwoo!
—¡Mingyu!
—Te he estado buscando.
—P-podrías darme un poco de privacidad, por favor. —Wonwoo sentía las orejas y la cara calientes.
—¡Uh, claro! Lo siento.—se apartó, dándole espacio personal. Aprovechó el momento para subir su ropa interior y pantalón, metiendo la camisa dentro.
Suspiró y se dirigió al lavamanos, secó sus manos y se giró hacia el moreno.
—¿Quieres usar el baño?
—No. Creo que deberíamos salir de una vez, o los invitados comenzarán a creer otra cosa.—le dio una sonrisa y Wonwoo sintió su corazón estrujarse.
«Maldito fuera por ser tan guapo.»
Asintió. Alcanzó la puerta y la abrió para que ambos pudiesen salir.
De vuelta en el salón, partieron el hermoso pastel que un reconocido chef francés había estado encantado de hacerles como regalo para su boda. Era tan exquisito que Wonwoo casi creía que era un sacrilegio cortar esa obra de arte.
El ambiente fue tranquilo, sin dejar de lado el bullicio que conllevaba una boda. Había celebridades que eran cercanas a la familia, como otros monarcas, políticos y gente importante.
Era medianoche y la fiesta no parecía que terminaría pronto, Wonwoo atravesó el salón para salir a la terraza, se encontraba extrañamente vacía. Al parecer todos estaban disfrutando de la fiesta. Respiró el frío aire que llenó sus pulmones y soltó un suspiro. Se recargó en el pasamanos sobre el balaustre de piedra, descansó sus brazos allí y bajó la cabeza.
Sintió una mano en la espalda, pensó que sería Seungcheol pero al levantar la cabeza se dio cuenta que se trataba de Jeonghan.
—¿Cuánto crees que dure tu matrimonio?—le preguntó haciendo énfasis en la última palabra, casi con burla.
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Royal Lies | Meanie
Fanfiction❑ Mingyu x Wonwoo ❑ Contenido Homosexual ❑ AU! Monarquía ❑ Lo escrito es ficticio.