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Wonwoo se sentía cálido, sonrió al recordar su sueño. Ese beso con el príncipe le pareció demasiado real.

Se estiró y alguien gimió detrás de él mientras que una mano le acariciaba distraídamente el estómago, se congeló, lentamente volteó la cabeza para ver a Mingyu dormido.

«Oh, Santa madre.»

Echó un vistazo a la tenue luz que provenía de las cortinas, lo que significaba que apenas estaba amaneciendo. Sopesó sus opciones; la primera, quedarse allí hasta que el príncipe despertara le parecía bien, si no fuera porque este enloquecería al verlo allí; la segunda, irse lo más sigilosamente posible y actuar como si nada hubiese sucedido.

Suspiró. Maldita sea siempre tener que hacer lo correcto. Despacio retiró la mano del hombre y se deslizó fuera de la cama. No pudiendo resistirse, le dio un último y corto beso antes de retirarse.

Cuando cerró la puerta de la habitación, recargó la cabeza contra ella. Escuchó un carraspeo y casi se prende al techo como si fuese un gato.

—Buenos días, Duque. Puedo ver que pasó una buena noche.

Seungcheol, el hermano menor de Mingyu, estaba allí de pie intentando ocultar una sonrisa.

—Eres un idiota.

Seungcheol estalló en carcajadas. Wonwoo le tapó la boca con ambas manos. El de orejas prominentes le lamió la palma de la mano para que lo soltase.

—¡Que asco, Seungcheol! Sigues siendo igual de desagradable.

—Ya sabes, es lo que le gusta a las chicas.—dijo, haciendo un guiño.

Por Dios, ¿Seungcheol con chicas? Já, primero vería un volcán expulsar nieve. Lo tomó de los hombros y lo encaminó a su habitación.

—Muy bien, vamos aquí dentro. Hay muchos mirones por aquí.

Entraron a la habitación, la cual era igual de grande que la de Mingyu. Se sentó en uno de los sofás del centro de la recámara y Seungcheol se sentó en frente.

—¿Y?

—¿Y qué?

Seungcheol frotó sus manos juntas y las dejó entrelazadas.

—¿Qué sucedió entre mi hermano y tú? Parece que acabas de tener una pelea con un gato, mírate el labio está... se ve que mi hermano mordió fuerte.

Tapó su cara con sus manos y negó. Sintió que la cabeza le punzaba, recordó lo ocurrido en la fuente. Y agarró su cabeza esperando que el dolor lo abandonara.

—Nada pasó. Sólo que tu padre me permitió verlo.

El mayor lo observó en silencio durante unos minutos hasta que la gasa en la cabeza de Wonwoo captó su atención.

—¿Qué tienes en la cabeza, Wonwoo?

—Al parecer mierda, después de lo que acabo de hacer.

—No, hablo en sentido literal. Tienes una gasa. ¿Qué sucedió?

Wonwoo se quedó estático.

—Resbalé en la fuente y me golpeé con una roca del fondo.

Seungcheol frotaba sus dedos contra su barbilla.

—¿Resbalaste o te hicieron resbalar?

Se levantó del sillón, fue hacia la recámara y asaltar el armario de Seungcheol para tomar ropa.

—Sabes lo torpe que soy. Yo estaba distraído en la fuente y Jeonghan entró, cuando supe que estaba allí me asusté y resbalé.

Hubo silencio un breve momento.

Royal Lies | MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora