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     Estoy tirada en la cama llorando a mares. Me siento humillada, como una tonta y muy enojada. No entiendo cómo me pude dejar llevar así por una persona a la cual acabo de conocer. ¿Tan necesitada de cariño estoy? La manera en la que me trataba Dominik me hacía sentir especial, ¿por qué tenía que humillarme de esa manera? ¿Así iba a ser de ahora en adelante? ¿Esto es lo que me esperaba por convertirme en una prostituta? En el fondo sé que sigue siendo un trabajo honrado, o al menos eso digo para mis adentros y tratar de no sentirme peor de lo que me siento. Pero eso no me quita valor como persona, eso no le da derecho a las personas a tratarme como se les dé la gana, no soy un juguete al cual pueden comprar y hacer a su conveniencia, aunque para John así era la cosa.

     Me pasé lo que quedaba de la tarde llorando hasta que dieron las ocho treinta cuando llegó Dylan, le conté absolutamente todo lo que había pasado la noche de ayer desde el comienzo, hablé sobre John, lo del abuso de Gregory y lo fantástico que había sido conocer a Dominik. Si solo de contarlo en voz alta parecía sacado de una telenovela. A Dylan por supuesto le pareció algo muy romántico que un hombre se tomara la molestia de conocer a una chica de una manera tan ingeniosa como lo había hecho él. Hasta que le platiqué lo ocurrido en la cita del día de hoy y de cómo hirió mis sentimientos al traerme a casa.

     Dylan creyó que había exagerado mi reacción y trató de convencerme de que Dominik tendrá sus motivos para no querer abrirse conmigo ya que para él también era una desconocida a la cual le gustaba pero que igual acababa de conocer.

     —Solo piensa, ¿qué pasaría si las cosas fueran al revés?¿qué pasaría si un día conoces a un chico en la cafetería, un chico el cual te sientes atraída a primera vista, te invita a salir y en su primera cita te pregunta a qué te dedicas?¿le soltarías de una que eres... ya sabes... —piensa cómo suavizar las cosas y termina la pregunta —escort?

     Supongo que Dylan tiene razón, cada uno tenemos nuestros secretos y cada uno decidimos que parte le confiamos a la otra persona y por mucho que nos gustáramos Dominik y yo no significaba que confiáramos el uno en el otro de la noche a la mañana, la confianza se construye día a día.

     Soy una tonta, me doy cuenta que quizá sea la última vez que vea a Dominik, no tengo manera de comunicarme con él, cuando me llamó se comunicó directamente a su teléfono caso que se lo entregué la tarde de hoy, y después de lo sucedido dudo mucho que se aparezca esta noche en el Fantasies. Aunque pensándolo bien quizá sea lo mejor, estar con Dominik sería jugar con fuego y no pensaba arriesgar la vida de un inocente, no podría cargar con más muertes en mi conciencia.

     Pasamos la siguiente hora cenando para después pasar a la habitación y continuar alistándome para el trabajo. Dylan hace su magia nuevamente con mi maquillaje y peinado, me deja hermosa nuevamente y me siento cargada de energía ahora que pude desahogarme con él.

     El tema de las pastillas y que estuve a punto de suicidarme es algo que guardo en secreto bajo llave para no preocuparle más de la cuenta.

     Llego diez minutos antes de mi entrada al Fantasies, agradezco no encontrarme a Carol en el camino, quiero iniciar mi noche de manera tranquila antes de que esta chica comience con sus dramas. Coloco mis cosas aun lado del tocador que suele usar Kendra cuando veo en el espejo el reflejo de John acercándose, cuando llega a mi espalda me toma de los hombros y dice:

     —Hermosa quiero que vengas un momento a mi oficina, necesito ponerte al tanto de la agenda de mañana y de los planes para esta noche —me da un beso en la mejilla y se despide. —Ve que yo te alcanzo en un momento.

Deseada Seducción A Primera VistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora