Siempre tú | Diego Hargreeves

Conoceme.

Lana Fairoud (protagonizada por Lili Collins).

Era pleno 2010, finalicé mis estudios en Psicología y mi máster en Adicciones. Llegaba nueva a la ciudad, me llamaron por un puesto vacante en El centro de Desintoxicación, era la oportunidad de hacerlo que quería.

Me especialicé en Adicciones ya que yo fui adicta, tomaba maria y de vez en cuando me pinchaba para aliviarme. Cuando acabe en el hospital supe que toque fondo y ahora entraba en un sitio de Desintoxicación no como paciente, sino como "doctora".

-Buenos días.

Me coloque frente mis pacientes, ellos me esperaban en un semicírculo permitiendo así tener visibilidad a todos. Muchos ya se les notaba la ansiedad por tomar, agarre mi boli nerviosa y me coloque para empezar hablar cuando unos chillidos me desconcentraron.

-Perdone doctora, mi hermano por poco se salta la reunión.

-¡AY! ¡DIEGO!

Un chico moreno con una vestimenta bastante peculiar venía deprisa con otro agarrándolo de la chaqueta, este no hacía más que zarandear se. Miro mis papeles y encuentro que tengo un nombre remarcado como "extrema vigilancia", le miro y decido hablar.

-Debes ser usted Klaus Hargreeves.-le dedicó una sonrisa, el moreno me mira.

-¿ Quien eres tu florecita?- Klaus se acomoda en su silla.- Nuestra doctora suele ser una vieja la cual porcierto escupe cuando habla.-me río.

- Soy su vacante la Lana Fairoud, estaba por presentarme antes de que vinieras tarde.- le doy una señal a su acompañante para que se vaya.

-Buena suerte.- se gira pudiendo así observar su espalda ¿Lleva cuchillos?

-Bien ¿ Alguien más que el Señor Hargreeves puede ponerse en pie y presentarse?

[...]

Recojo mi mesa para irme ya a casa, veo como mis pacientes socializan, me siento orgullosa de pensar que mi charla pudo incitarles a ello. Todos menos Klaus el cual parece estar hablando solo en su litera, preocupada me dirijo hacia él.

-Callate Ben.- escucho decir, me preocupa que tenga un trastorno de personalidad.- Haz que se callen...

-Klaus...- apoyo mi mano en su hombro y pega un sobre salto.- Perdona, estabas hablando solo, me preocupa.

-No te preocupes, es solo que como has comprobado hoy tengo unos hermanos muy pesados.- se levanta, está sudando.

- ¿Se llamaba Diego verdad?- Klaus abre los ojos sorprendido.

-¿No te molará el gruñon de mi hermano?- niego de inmediato.- Ben dice que mientes.

-¿ Puede saberse quien es Ben?- empiezo a preocuparme, Klaus se da cuenta.

-Oh no, no es que este loco...- se toma una pausa.-¿ No te suena nuestros apellidos?-niego.- Soy número 4.

- Te identificas con un número... Dios tengo que llamar a psiquiatría.- cojo el móvil pero me detiene.

-¿De verdad nunca has oído sobre la Umbrella Academy?- se sienta en mi mesa.- ¿ Has vivido en una cueva?

-Casi, en un rancho con muchos pollos, cerdos...-me interrumpe.

-Bueno cerdos hay en todos lados.-reimos.- Bueno nos veremos mañana Lana.

Llego a mi apartamento, aún tenía la mitad de las cajas por desembalar, pero decido abrir mi portátil y leer más sobre la "Umbrella Academy".
Miles de reportajes, entrevistas, comics, al parecer son una "familia" de super héroes, su padre el excéntrico Sir Reginald Hargreeves es quien les educaba. Sigo mirando embobada me topo con el vídeo de un atraco el cual impidieron. Klaus puede hablar con los fallecidos, Allison tiene el rumor, Cinco se teletransporta, Luther tiene la superfuerza, Ben el fallecido tenía tentáculos y Diego... Me quedo absorta mirando sus fotos, por lo que veo esta trabajando en el departamento de policía.

Ese día me quedo dormida siguiendo viendo vídeos de la Umbrella Academy. Me levantó con un dolor de cuello infernal pero tengo que arreglarme para ir al trabajo, optó por unos.vaqueros cómodos pero algo ceñidos y una camisa blanca.

Como es habitual saludo a mis pacientes, y me siento en el círculo, pasó lista y veo que falta él, Klaus...

Doy la alarma para que cierren las puertas, y empiezo a caminar a paso ligero por el lugar llamándolo, no puede ser que en mi segundo día ya se me haya escapado. Mi jefe sale de la oficina y me mira decepcionado.

- No y no, como me llamo Lana Fairoud que este no vuelve a meterme en líos.-agarro mi bolso y salgo a la calle dándome prisa, pues no puede estar muy lejos.

¿Si fuera un "Yonki" dónde iría? Pienso para mí misma, si tiene el mono seguramente quedará con su camello, pero en lo que tarda y dado las horas que son seguro fue a comprar comida...
Miro en frente y veo un supermercado, al acercarme disipó una silueta, era él.

-KLAUS HARGREEVES.- se exalta.
-¿Cómo leches...?
-Psicologia pura y dura amigo.

Le agarre del brazo y me disponía a salir con él cuando veo a un encapuchado entrar en la tienda.

-¡Todos al suelo!- tiene una pistola con la que no duda apuntarnos.

Me tiro al suelo y Klaus me sigue, el atracador se acerca y coge mi cartera, hace lo mismo con todos los bolsos de allí, aprovecho para susurrar a Klaus.

-Haz algo.-susurro.- Usa tu poder.

-Espero que estés de broma, verás, digamos que las drogas impiden que pueda y además mi poder resulta algo inútil en esta situación.

Odio que tenga razón, el atracador se pone hablar con el de la caja, aprovecho para poner a la policía con la marcación rápida esperanzada de que al oír el diálogo vinieran. Solo me quedaba entretenerle, agarre lo que más a mano tenia en un estante y lo tire hacia otro pasillo. El atracador fue a comprobar el origen del ruido, entonces mi instinto de supervivencia se enciende.

-¡VEN KLAUS!- grito y el me sigue.

Ambos empujamos el estante con fuerza y este cae encima del encapuchado dejándolo inconsciente. Ambos chocamos las manos y esperamos a la policía.

-Klaus ¿Estás bien?- es Diego el primero en cruzar la puerta y abrazar a su hermano.

-Todo gracias a Lana, deberías haberla visto.

-Eso fue peligroso.

Diego me miró preocupado y pese que le dije que estaba bien mando a un equipo médico a que me revisará, como ya pensé todo estaba en orden. Mientras aproveché el despiste para llamar al Centro de Desintoxicación para que se llevarán los enfermeros a Klaus de vuelta ya que mi turno había acabado.

-¡Tramposa! !Eso no se le hacen a los amigos!- grita Klaus mientras se lo llevan solo quedamos Diego y yo.

-Tengo el coche fuera, puedo llevarte a casa.- me invita Diego.

- Muy amable pero puedo caminar.-intento irme pero me agarra insistente.- Está bien, aceptare si me dejas a que paremos a cenar y si además pago yo.

-Muy amable pero puedo pagar.- reímos al ver como me imitaba.- Está bien, solo si el próximo día soy yo quien paga.

Próximo día... Escuchar eso hace que me sonroje.