Herida de bala.

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Subimos las escaleras de las habitaciones, Patch iba delante con la pistola cargada. Escuchamos golpes en una de las habitaciones, hacemos una señal a una limpiadora para que nos ceda la llave, está aterrorizada sale huyendo. Justo lo que deberíamos haber hecho...

-¡Klaus!- al abrir la puerta le veo atado a la silla, corro y le desató.

-¡Alto policía!- Patch apunta hacia el baño, mientras yo me coloco a su lado aguardando la.

Veo a Hazel salir y tirar la pistola, se arrodilla y pone las manos en la cabeza. Extrañada le miró.

-¿Y tú compañero?- antes de que el me respondiera oigo un disparo pasar por mi lado.

Veo como la camiseta de Patch se tiñe a rojo, su mirada se está apagando.

-Vale Hazel a esta la dejaremos viva.- Cha cha agarra unas cuerdas.- Quiero dejarles una advertencia al próximo que quiera meter las narices.

- Se ha llevado el maletín ¡joder!- veo a Hazel inquietarse.

-Lo encontraremos de momento...- Se me acerca y me coloca una mordaza, me apunta a la pierna.- Dile a tus amigos cuando vengan que queremos el maletín de vuelta.- aprieta el gatillo.

Me retuerzo de dolor, noto que la pierna me quema y como poco a poco las fuerzas que tenía se apagan y me desmayo.

...

-No, no Eudora, Lana...- oigo la voz lejana de Diego.- Eudora... Eudora... Chicas...- está llorando, quiero despertar.- Estaba de camino... ¿Por qué no habeis esperado?

Noto que sus manos cálidas me acarician, quería  abrazarlo, decirle que lo sentía. Me besa en la mejilla, noto su aliento acariciarme y las sirenas de emergencia y policía de fondo.

-Tengo que irme... Lo siento tanto mi amor, Eudora...-me suelta.

Ya solo oigo monitores, doctores y los pájaros de mi ventana, debe ser ya de día. Tras notar el pinchazo de una jeringa, empiezo a notar de nuevo los dedos de los pies, que puedo mover mis muñecas y finalmente que puedo despertarme.

Veo su rostro caído, aún no sé dio cuenta que desperté, me limito a observarlo más en silencio, mientras notaba como crecía el deseo y las ganas de besarle

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Veo su rostro caído, aún no sé dio cuenta que desperté, me limito a observarlo más en silencio, mientras notaba como crecía el deseo y las ganas de besarle.

-Diego...-al fin rompo el silencio, veo como sonríe.- No te hice caso, se que ahora me odiaras más que nunca pero no podía dejar a Eudora sola y...-me interrumpe.

-Casi te pierdo...

Veo como inclina su cabeza en mi vientre hundiendo la, comenzó a llorar como un niño pequeño, al fin veía lo que Patch me decía, es muy vulnerable.

-Amor, estoy aquí ¿Vale?- acarició su cabeza, levanta su mirada y me da un beso cargado de sentimientos.- ¿Patch...?

- Murió al instante, esos capullos te juro que cuando los pille.

-Lo haremos, Diego se que no te gustará esto pero no podrás evitar que me meta, y puede que no haya nacido con poderes que me hagan especial. Pero no puedes pretender que me quede viendo como os hacen daño.- me mira triste.- Lo siento Diego, no vas a conseguir nada dejándome.

-Esta bien.- me sorprendo, no esperaba eso de él.- Pero, no harás nada sin antes consultarme.- su mirada es severa.

Le abrazo, se qué para él es duro y se agranda con la muerte de Patch y Grace.

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Me dieron el alta a las horas de despertar, me dieron unas muletas y me pidieron que no hiciese grandes esfuerzos para que no se me abrieran los puntos. Diego trae la furgoneta a la entrada del hospital para evitar que ande demasiado, al verla me entra un escalofrío de los acontecimientos de ayer.

Llegamos al gimnasio dónde entrenan luchadores y vive Diego a cambio de fregar los suelos. Llegamos a su habitación,  están Luther y Cinco, Diego enseguida se tira contra ellos para atacar al pequeño.

- ¡Cabronazo! ¿Tienes idea de lo que has hecho?

-Eh eh.- Luther le agarra.

-¡ Suelta me mono!-forcejea pero Luther es más fuerte.

-Te soltaré en cuando te tranquilices.- consigo llegar lentamente hacia ellos.

-¿Puedes decirnos de qué hablas?-Luther  le suelta.

-Nuestro hermanito no ha parado desde que llegó, estuvo metido en el tiroteo, esos dos locos con máscara vinieron a la academia buscándolo a ÉL.

-Nada de lo que dices es asunto tuyo.-responde Cinco.

- ¿Te parece poco que hayan matado a Grace? Y ahora a Patch.- contesto fría.

-¿Quienes son Cinco?- Luther perplejo se gira para verle.

-Trabajan para mi ex jefa, el enlace, para pararme los pies. Y en cuanto tú Lana y la inspectora os interpusísteis en su camino, fuisteis presa fácil.

-Ahora ellos son mis presas.- la mirada de Diego reflejaba odio, acaricio su hombro reconfortandolo.- Van a pagar.- tras eso se marcha a paso acelerado.

-Necesita estar solo...- explico.

Me siento al lado de Número Cinco, Luther sigue de pie en shock.

-Tu ex jefa Cinco, explícate y no me vengas con rollos de que no es asunto mío.

-Bueno la historia es larga.- tras decir eso Luther se sienta para escucharle.

Cinco nos explica sobre el mundo en el apocalipsis, lo que viajó y envejeció, la llegada repentina del enlace, su trabajo matando a X personas de momentos en la historia, de como deseaba escapar para impedir el apocalipsis, de los cálculos que hizo y que finalmente aquí está.

- ¿Entonces eres un sicario?- Luther nos extiende una taza de café.- ¿Tendríais un código?

-No había códigos, simplemente a personas que alterarán la línea temporal.

-¿Y a inocentes?- pregunto.

-Es la única forma que tuve de volver.

-¡Pero es asesinato!-Exclama Luther.

-Luther madura el mundo no se divide en malos y buenos, cuando acabe el mundo poco importará, todos moriremos incluido nuestra familia... Luther, Lana... El tiempo lo cambia todo.

-Quieren un maletín, creo que se lo llevó Klaus, fue lo único por lo que me dejaron viva...

-Estupido yonki.- Cinco se enfada y se marcha en otro de sus teletransportes.
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Tras eso Luther también me indica que se va, me quedo un rato examinando la habitación de Diego, las paredes de lucha, en las cuales sale él. Espero que esté bien, agarro mi móvil e intento llamarlo pero no contesta.

Será mejor que pida un taxi que me lleve a la Umbrella.

Siempre tú | Diego HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora