Siempre tú | Diego Hargreeves

Problema A Bordo.

NOTA: A partir de aquí todo será fruto de mi imaginación para dar otro final alternativo al de la serie.

Los segundos se hacían eternos mientras esperaba a Diego, mis uñas ya estaban completamente mordidas y comenzaba a mordisquear mis nudillos ansiosa. Veo a mi chico bajar,  esta vez solo. 

-Lo hemos pillado.- se apresura hacia el coche y yo intento seguir su ritmo.

Parece que no toma importancia a las palabras de Deman, pensar en él en la cárcel hace que me de autentico terror. Los de la Umbrella deciden ir a la casa de Harold o mejor dicho Leonard, el novio de Vanya.  

-Diego no...- intento evitar que salga por la puerta, arriesga a ser arrestado.- Tengo miedo.

- Lo se, pero no puedo dejar a mi familia sola. Es el fin del mundo Lana.- acaricia mi mejilla acercando mi cara a la suya.- En caso de emergencia ya sabes.- me tiende el cuchillo de la otra vez.- Cuida de la Umbrella, de Pogo y...

-  Me mandas de manera que suene bonito y no " quédate quieta y encerrada".- le hago una mueca de disgusto, mientras recojo el cuchillo.

- Créeme si pudiera llevarte a un lugar que pudieras quedarte quieta sin que nada pasara, lo haría, pero por desgracia tengo que darte el cuchillo y rezar que sigas viva.

Me tiende un ultimo beso, mientras les veo marchar. Estamos en el salón, Pogo me tiende un té y me cuenta historias sobre lo serio que era Diego en su niñez, su tartamudez y como Grace le mostraba especial atención.

- A día de hoy sigue siendo un niño todavía.- Pogo bebe un pequeño sorbo.- Espero que pueda lidiar con Número cuatro un tiempo mas.- veo que Pogo me mira extrañado.

- ¿Ocurre algo?- pregunto curiosa.

- ¿Tiene gases? La encuentro algo mas hinchada.

-¿Me estas diciendo que he engordado?- toco mi estomago.- La tengo desde ayer creo, serán gases.

-O no...- miro a Pogo sin entenderlo. Veo como suelta su taza temblando, y enseguida comprendo.

-¡IMPOSIBLE!- salto del sillón.- Bueno vale no fui cuidadosa pero ¿Como voy a estarlo en esta situación?

- Debería hablarlo con Numero cuatro, esa barriga si es de pocos días no es normal.- 

Pogo se retira enfadado, subo corriendo a la habitación donde Diego y yo dormíamos, me observo en el espejo atónita, " Imposible".

Mi yo  de hace meses no hubiera dado importancia, diría gases hasta que no viese algo exagerado, pero teniendo en cuenta que convivo con gente con poderes, cual uno es un niño de no mas de trece diciendo tener mas de cincuenta y que el mundo se acaba. No podía dejar las cosas tal cual, no sabiendo que no se si los  de la Umbrella van a volver bien. Me pongo mis zapatos y decido desobedecer a Diego y salir en busca de un test.

Bueno ¿Uno? Creo que un poco mas y me llevo todos de la farmacia, la señora incluso me regalo un biberón y yo todo sonrojada con mi bolsa volví, aun por suerte no habían llegado y Pogo seguía ignorándome.

- Vamos Lana.- empiezo a hablar sola.- Ostras no he preguntado ¿ Hay falsos positivos? A ver la caja... ¿ No lo dice?

Los minutos mas agoniosos de mi vida hasta que.

-Positivo, vale, igual si hay falso positivo.

Saco cinco test mas y los remuevo en mi orina la cual estaba en un vaso, los coloco en fila.

-Positivo, positivo... y este... JODER. Si, creo que ya es oficial.- suspiro.

Me estaba acariciando la tripa cuando oigo un ruido el cual provenía de la cocina, bajo alarmada ya que sonaba a caída pero cual fue mi cara de horror cuando encuentro a Hazel solo. Saco mi cuchillo y le apunto.

- Relájese vengo en paz.- me abalanzo sobre el pero me consigue sostener de la muñeca.- Vale con tranquilidad le voy a confiscar esto.- me agarra el cuchillo.- ¿Está numero Cinco?

- Solo yo.- suspira y se sienta.- ¿Que hace señor Hazel aquí?

- Ya que él no esta... ¿Usted es psicóloga? Me pareció leer algo de cuando se nos asigno el caso.- asiento.- Bien póngase cómoda, esto va para largo.

Hazel me contó sobre su romance con la señora del café, como no le importo que aparentará de mas edad, ni siquiera sus gustos de vida mas bien sedentaria. Era el hecho de saber que moriría en apenas dos días, veo como tras hablar se levanta y tiende su pistola.

-Tiene mis huellas, enseguida sabrán que fue el arma del crimen de tu amiga.-lo agarro con un pañuelo, y lo miro temerosa.- Dile a numero Cinco que lo deje en la escena del crimen y dejarán a tu chico en paz.- tras eso se dispone a irse.

-Hazel...- llamo su atención y se gira.- El fin del mundo no llegará, lo evitaremos.- veo como una pequeña sonrisa se dibuja.

Subo y dejo la pistola envuelta en trapos para mas tarde dárselo a Cinco, vuelvo a mirar mi barriga en el espejo preocupada ¿Por que esta así de grande? Si fuese como los de la Umbrella, debería haber tenido el beber. Me giro completamente aturdida y veo a Pogo observarme con ¡Grace!

- No es un bebe normal, pero tampoco parece guardar las características del embarazo de su padre.- Pogo informa a Grace mientras me hace un gesto para que me tumbe.

Las frías manos de Grace acarician mi vientre sus ojos se vuelven de un azul brillante, esta concentrada intentando ver que era lo que pasaba ¿Cómo le explico yo esto a Diego?

-Esta bien, respira, sus pulsaciones son normales, pero se ve como un embarazo de doce semanas.

- Solo hay una explicación señorita Lana.

Pogo me mira decepcionado, Grace se retira a su lado apoyando su mano en su hombro ambos me miran. 

- Pogo, créeme antes de Diego no hubo nadie en ¿meses? Pero ¿doce semanas? ¡IMPOSIBLE!

- No es a mi a quien tiene que dar explicaciones señorita Lana.- Pogo se retira junto a Grace dejándome mas sola que nunca.