Capítulo 30

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Te desesperaste y tenias a Liam al lado, tenía cara de niño bueno, no aguantaste más, le diste un beso. Se movió un poco y te dijo "Te quiero". Entonces te abrazó y estuvisteis así durante un largo rato. Te habías olvidado que al día siguiente se iba a Londres, y seguramente no volverías hasta un largo tiempo. Querías ir con él, y como de aquí dos meses cumplirías 18 años, tu madre seguramente te dejaría irte, pero no te sentías bien dejándola sola.

Empezaste a llorar y Liam se percató.

-¿Que te pasa? -Dijo él preocupado.

-No quiero que te vayas, pero si voy contigo, dejaré sola a mi madre.

-Te entiendo, ¿Quieres que esta mañana vayamos a tu casa y hablemos con tu madre? -Te gustaba la idea.

-Perfecto. Pero ahora tengo hambre. Vamos a comer anda. -Os vestisteis y salisteis a la calle, tras caminar un rato y responder a las preguntas de unas cuantas directioners, llegasteis a una pequeña cafetería donde, según tu madre, servían el mejor café de toda Nueva York.

*Narra Liam.

No quería parecer egoísta ni todo lo contrario, pero quería que __(tn) viniera conmigo a Londres, allí podríamos seguir saliendo y ser felices, mientras, que si seguía así, solo habría sido una aventura de unos pocos días. Pero tu estabas dispuesto a más, la querías mucho, era la razón por la cual sonreías todas las mañanas. Acabasteis de desayunar y os dirigisteis hacia la casa de __(tn) para hablar con su madre. Estabas muy nervioso, ibas a conocer la madre del amor de tu vida y preguntarle, así de golpe, que si se podía venir a vivir contigo a Londres. Pero, ¿Y si no le caías bien y no dejaba a __(tn) venirse contigo? O la dejaba pero, se ponía a llorar cuando se fuera a ir y __(tn) no se iba para dejarla sola. Te entraron ganas de llorar, pero no lo ibas a hacer. Por fin llegasteis a su apartamento.

-No, __(tn), entraré yo y hablaré yo con ella.

-No Liam, ella no te conoce.

-Seguro que tienes toda tu habitación llena de posters míos, me conocerá.

-Que creído, bueno ve. Si voy yo me pondré a llorar y no me saldrán las palabras. -Subiste las escaleras hacia el apartamento, picaste el timbre y una mujer alta y delgada, de ojos azules y pelo castaño y largo te abrió. No había duda, era su madre, puesto que era idéntica a __(tn) solo que en más mayor. Cuando te vio se quedó con la boca abierta, no entendía nada, pero después de unos segundos reaccionó y te dijo que pasaras. Te sentaste en el sofá, nervioso, no te articulaban las palabras, pero por suerte, su madre sacó el tema de conversación.

-Bueno, tu eres el famoso Liam, ese de One Direction, y puesto que estás aquí, es que los rumores de que estas saliendo con mi hija son ciertos, y ahora querrás que te dé mi aprobación para que te la puedas llevar a Londres. ¿Me equivoco? -¿QUE? ¿Como sabía eso?, te quedaste estupefacto.

-Co, como, ¿Como lo sabes?

-Digamos que soy muy lista. -Me sonrió. -Sabes, no me gusta esto de alejarme de mi hija, pero pareces un buen chico, y en las fotos que he visto parecéis realmente felices, así que dile a __(tn) que suba y que recoja sus cosas.

-¿Estás segura?

-Sí, y díselo rápido, no vaya a ser que cambie de opinión. -La abracé y respondió al abrazo.

-Muchísmias gracias Ingrid -Que así era como se llamaba la madre de __(tn). Salí corriendo escaleras abajo y abracé a __(tn), ella lo entendió a la primera y se puso a saltar de alegría como una loca.

Amor en Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora