Capítulo 22

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*Narra Niall.

-Mierda, nos han encerrado. -Dije mirando hacia Cloe, ella estaba en el sofá, asustada, le debía dar miedo hablar conmigo, así que me acerqué a ella, la abracé y le dije que no pasaba nada, que estaba conociendo a los auténticos miembros de One Direction, bromistas.

-Bueno, pero es que yo tengo hambre, aún no he comido, ¿Cuando saldremos?

-Oh, así que tienes hambre, bienvenida a mi mundo, yo también siempre tengo hambre, si salimos de aquí, ¿Te apetece una buena hamburguesa en el McDonnalds? -Cuando le dije eso la mirada se le iluminó, se me pasó una estúpida idea por la cabeza, pensé que a esa chica le gustaba y que podíamos llegar ha algo, pero no, nunca saldría conmigo, las novias de famosos sufren demasiado, seguro que __(tn) se cansará de tantos periodistas y dejará a Liam.

-Me encantaría, pero el problema es salir de aquí, no creo que nos abran hasta de aquí una hora, así que tendremos que llamar al servicio de habitaciones.

-No, una vez encerramos a Harry en la habitación y le dijimos a la de servicios de habitaciones que no le abrieran, al final salió por el balcón y bajó por la escalera de emergencias.

-Joder, pues o hacemos como Harry o de aquí no salimos. -Mientras Cloe decía eso se me ocurrió que lo podíamos hacer, pero solo si había escalera de emergencias, claro.

Salimos al balcón, la escalera de emergencias estaba a 3 balcones del nuestro, entre balcón y balcón no había demasiada distancia, como mucho medio metro, así que decidimos salir por la salida de emergencias, mientras pensábamos un plan idóneo para salir de esa maldita habitación de hotel no nos dimos cuenta de que las fans se habían dado cuenta de nuestra presencia y estaban gritando como unas locas en busca de nuestra atención. Nos hicimos los locos, cogimos y saltamos los 3 balcones. Cloe iba la primera, se notaba que tenía un poco de vértigo ya que no osaba mirar hacia abajo y cuando saltaba cerraba los ojos, al llegar a la escalera de emergencias no se veía con corazón de bajar, le daba miedo, mucho miedo, así que lo único que se me ocurrió fue abrazarla y decirle que si no podía hacerlo que volveríamos a la habitación del hotel. Nos sentamos en ese tercer balcón, hablando y hablando pasó una media hora, entonces Cloe se levantó de golpe y dijo:

-Lo voy ha hacer, voy ha bajar por esta maldita escalera de emergencias y vamos a ir al Maldito McDonnalds a comernos una hamburguesa con queso. -Te sorprendió que dijera eso ya que parecí muy asustada hace tan solo media hora.

-¿Pues a que esperamos? bajemos. -Cloe cogió aire y bajó por esa estrecha escalera de metal medio oxidada.

Abajo de las escaleras habían montones de fans pero Cloe me miró con cara de no les hagas caso, salgamos corriendo como si no hubiera nadie y cojamos un taxi hacia el McDonnald. Entonces lo hicimos, corrimos, corrimos, parecía que las fans nos iban a pillar pero Cloe corría rápido con esos tacones. Nos dirigimos hacia la carretera y cogimos un taxi, las fans seguían corriendo detrás de ese taxi, a veces pienso que las fans están locas, que cuando nos ven no piensan que somos personas normales y que si vienen todas como unas locas persiguiéndonos y metiéndonos manotazos nos hacen asustamos y nos hacen daño. Llegamos al McDonnalds, Cloe se pidió una Big Mac y yo también, esa día fue especial para mi y creo que para Cloe también, enseguida se convirtió en una de mis mejores amigas y ideamos un plan para devolverle la broma a los chicos y a __(tn).

Amor en Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora