Pasaron dos días, era sábado, estabas nerviosa, solo querías que fueran las 9 para que Liam te pasara a recoger, pero aún faltaba un buen rato ya que eran las 4 de la mañana.
-__(tn) ¿Que haces despierta a estas horas?
-No tengo sueño -Mentiste, te estabas muriendo de sueño, pero estabas tan nerviosa que no podías dormir.
-¿Quieres que te haga leche?
-Eso sería un puntazo.
-Va, te la hago, pero si luego paseas al perro ¿Si?
-Vale mamá, cuando me despierte a las 10 lo paseo.
-Vale. -Te trajo el vaso de leche, recién calentada, perfecto, con la leche siempre te entraba el sueño y enseguida te dormiste.
*Pipipipipi* Eran las 10, perfecto, tu madre te había puesto el despertador ha esa hora y al lado del despertador había una nota:
'__(tn), te he puesto el despertador, necesito que hagas unos recados:
Compra huevos, pasea al perro, tiende la ropa y ordena tu habitación.
Si lo haces te daré 10 euros y le diré a la madre de Cloe que te doy permiso para salir esta noche.
Gracias, te quiero'
Tenías que hacer lo que te había mandando, necesitabas ese permiso para que la madre de Cloe te dejara salir, sino, no podrías quedar con Liam. Abriste el armario, no sabías si ponerte el modelito ahora o luego, pensaste que mejor te lo ponías luego y ahora simplemente te ponías un chándal para ir cómoda a pasear al perro. Ordenaste un poco tu habitación y te dirigiste a la sala de máquinas, allí estaba la lavadora, sacaste la ropa mojada y la tendiste en el balcón. Luego, cogiste el perro y 5 euros que tu madre te había dejado en la mesa para que compraras los huevos y saliste de casa.
Mientras paseabas por un parque que estaba cerca de tu casa, viste una pequeña tienda donde dejaban entrar a los perros y decidiste entrar allí para comprar los huevos y volver a casa, ya que aún no habías desayunado y te estabas muriendo de hambre.
Llegaste a casa, te hiciste un bocata de atún, como todas las mañanas y te sentaste frente del televisor a ver la tele.
*Hey, i just met you and thi is crazy, but here's my number so call me, maybe*
-Hola, ¿que tal?
-Hola Liam, pues bien, ¿y tu? -Liaaaaam, Liam te había llamado, estabas eufórica
-Pues muy bien, gracias, te llamaba para decirte que a las 8 y media me va mejor para recogerte, ¿Tienes algún inconveniente?
-No, supongo que a las 8 y media me va bien.
-Perfecto, Oye, ¿Y donde vivías? Es que no me lo apunté.
-En la calle 65 West.
-Vale, creo que soy donde está, a las 8 y media entonces.
-Si.
-Adiós, te quiero.
-Olle, Liam, me dices que me quieres, pero, no lo entiendo, si no estamos saliendo.
-Shhhhht, forma parte de la sorpresa de esta noche.
-Ah bien, en ese caso, yo también te quiero. Adiós. -Colgaste.
Te diste cuanta de que mientras habías estado hablando por teléfono habías echo un recorrido turístico por la casa, así que volviste al comedor y te sentaste a ver un rato más la tele.
El resto de la mañana te paso lenta, muy lenta, parece que los minutos eran horas, y las horas años, solo querías que fueran las 8 y media para que Liam te pasara a recoger.
*Las 7*
Miraste la hora y decidiste empezar a prepararte, llenaste la bañera hasta arriba, y te bañaste, un buena baño, tu a solas, con la música y tus pensamientos.
Estuviste casi una hora, y ya no te daba casi tiempo para plancharte el pelo, así que decidiste no planchartelo y maquillarte un poco, para estar deslumbrante. Cuando acabaste de maquillarte y peinarte te pusiste el modelito, en seguida sonó el tiembre, contestaste por el interfono.
-¿Quien es?
-Soy yo.
-¿Quien es yo?
-Soy Liam.