Capítulo 11

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-¿Con la familia de Laura?¿Por qué?-. Pregunté con seriedad.

-Pues sus padres hablaron conmigo, y decidimos hacer un viaje con ellos ya que hace rato que no hablamos y no estamos muy comunicados. A demás dijeron que han notado muy raro a Laura así que pensamos que lo mejor es que pasen un tiempo a solas para que hablen y se relajen-. Lo decía con tanta ilusión que no podía romperle la esperanza, a demás mi mamá más que yo se merecía esas vacaciones.

-Pero... Te dije que me he peleado con ella.
-Lo sé, pero pensé que podían resolver sus problemas, ¿Qué te parece?-.

-Emmm, sí, por qué no -. Sonreí pero sin muchas ganas, mi mamá implemente me abrazó y decidió empezar con sus deberes. Mientras que yo solo subí a mi habitación para acabar con las tareas del día siguiente.

(2 semanas después)

El tiempo se me había pasado volando que ya me sentía mareada. En las dos semanas que transcurrieron la mayoría del tiempo me la pasé con Mariana, algunas veces estudiando y las otras besándonos, y muchas de esas veces cambiábamos de posición constantemente y también de lugar, que hasta me llegó a besar en el salón cuando no había nadie, de una manera tan sensual que hasta me había provocado un gemido que salió en contra de mi voluntad.

En fin, una semana muy alocada, pero sin llegar a nada sexual. Había querido hablar con Mariana de que tipo de relación teníamos, pero creo que es muy pronto como para formalizar algo con ella, aunque no es no quiera, pero quizá ella se asuste o piense que la quiero amarrar o algo parecido, así que no me atreví a hablar pero ya después tendríamos esa conversación.

Me encontraba en el cuarto organizando la maleta, pues mañana nos iríamos de viaje con Laura y su familia, y la verdad no me encontraba muy emocionada pero esto lo estaba haciendo por mí mamá, porque ella se merece estas vacaciones.

Una vez lista la maleta, decidí hablarle a Mariana.

Hola... 💟

Hola, ¿cómo estás? 💜

Bien, pensando te.

¿y eso?, ¿A que se debe?

Porque quería pasar mis vacaciones contigo, pero no voy a poder :'(

¿Por lo de la salida,no?

Tranquila, ya encontraremos tiempo para pasar las dos.

Más bien que te parece venir aquí hoy y te quedas a dormir que mañana por la mañana te llevamos al aeropuerto.

Que grandiosa idea, voy a comentarle a mamá, ya te confirmo.

Bueno.

Me dirigí a la pieza de mamá.

-Hola ma-. Saludé muy emocionada.
-Hola, ¿Qué pasó?-. Mamá no me miraba, estaba muy ocupada eligiendo que llevarse.

-Bueno lo que pasa es que quería preguntarte si me puedo quedar en la casa de Mariana hoy-.

-Pero mañana nos vamos temprano-. Dijo ahora si parando lo que estaba haciendo para mirarme directamente a los ojos.

-Lo sé, pero ella acaba de decirme que me llevarán al aeropuerto temprano-. Puse las manos juntas, como si fuera a rezar y luego puse una cara suplicante.

-Esta bien, pero por favor quiero que llegues temprano al aeropuerto mañana.

-Claro que sí-. Estaba dispuesta a irme a hablar con Mariana para darle las buenas noticias pero mamá habló primero haciendo que la volviera a ver.

-¿Desde cuando se volvieron tan cercana tu y ella?-. Su pregunta me heló la sangre, no sabía que contestarle. Claro está que yo le diría que ella me gustaba, pero ahora no es el momento porque no sé que relación tenemos, así que será mejor esperar hasta que Mariana y yo hablemos para así contarle lo nuestro.

-Pues desde que ha venido aquí a ayudarme con las materias hemos llegado a hablar y nos hemos llegado a conocer en algunos aspectos, y la verdad es que me cae muy bien-. Y sonreí con lo último, no podía evitarlo y menos cuando recordaba su linda sonrisa.

-Bueno hija me alegra que te la lleves bien con ella. Pero lo mejor es que te vayas ahora para que alcancen a disfrutar todo lo que puedan porque no la vuelves a ver en 2 Semana—. Asentí y le sonreí, después me dirigí a mi cuarto para así poder dejarle a Mariana un mensaje de que ya iba para su casa. Aliste todo lo que tenía que llevar y me dirigí a su casa, opté por hacer "ejercicio" y me fui caminando.

Al llegar a su casa me sentía emocionada y triste a la vez por la simple razón de que no la vería en 2 semanas las que seguramente se me harán largas, y mucho más si voy a estar con Laura.

Golpeé la puerta, y enseguida abrieron la puerta.

—Hola Lore—. La mamá de Mariana habló, y en ese momento me pregunté en que momento esa señora había cogido confianza conmigo.

—Buenas tardes señora, ¿Cómo está?.
—me encuentro muy bien. Pero bueno creo que Mariana te está esperando en su cuarto, así que sientete como en casa—. Sonreí en respuesta y entré a la casa, y me dirigí al cuarto de Mariana directamente.

Toqué la puerta y la voz de ella sonó adentro diciéndome que pasará, así que abrí la puerta lentamente, y luego la cerré y de un momento a otro Mariana me había acorralado en una esquina de su cuarto y había empezado a atacar mis labios, y por mí parte me sorprendí pero luego me dejé caer en el vicio de sus labios  siguiéndole el juego. Luego ella comenzó a bajar sus manos desde mi espalda hasta mi trasero, y de un momento a otro me alzó haciendo que mis piernas rodearan su cintura. Luego se alejó y empezó a caminar hasta su cama en donde me dejó lentamente dejándome un gasto beso en los labios y uno en el cuello.

—Disculpame, que te haya recibido así. Pero es que te extrañe—. La verdad no me había molestado en nada, que me haya recibido de tal manera.

—No te preocupes, no me desagrado del todo ese recibimiento—. Al pronunciar esas palabras rápidamente se volteó y me miró indignada, en parte me estaba riendo por dentro pero no aguanté más y comencé a reírme.

—Así que ahora te ríes. Con que así son las cosas—. Se abalanzó sobre mi y empezó a hacerme cosquillas provocando que empezara a reír a carcajadas y empezara a dar vueltas en la cama hasta caernos de ella de forma en que ella quedó encima mío y lo aprovechó para darme un beso.

—Bueno creo que es mucho por hoy—. Dijo antes de levantarse y extenderme la mano para ayudarme. Después me volví a recostar en la cama haciéndome cerrar los ojos poco a poco hasta quedar dormida pero no sin antes sentir sus brazos rodear mi cintura.

mi única excepciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora