Empecé a abrir los ojos por un ruido que había escuchado, y rápidamente lo relacioné con mi madre así que me levanté rápidamente para ponerme algo de ropa y moví a Mariana para que despertara.
—Dejame dormir otro poco, estoy cansada—. Empezó a moverse debajo de las cobijas para acomodarse y volver a dormir, pero volví a moverla.
—Mi mamá llegó—. Al pronunciar estas palabras ella abrió repentinamente los ojos y se levantó rápidamente para ponerse algo acción que me asustó un poco, pero luego reaccioné para tender la cama y arreglar el desastre en la habitación.
Una vez acabamos de organizar la pieza nos sentamos en la cama para mirarnos fijamente mientras teníamos tantas emociones atrapadas en el corazón que no queríamos decir por temor de arruinar el momento perfecto que sin querer se había formado entre nosotras.
Luego se acercó regalándome un beso tierno en el que esas emociones salieron a floté dejándonos en un aturdimiento en el que las dos estábamos pérdidas del mundo y solamente estaba nuestra existencia y eso era lo que importaba.
Se alejó por falta de aire pegando nuestras frentes para admirarnos, y quedarnos por unos momentos más pérdidas del todo disfrutando de ese silencio que era suficiente para decir lo que sentíamos sin la necesidad de palabras insignificantes que no alcanzarían a describir todo lo que sentíamos en ese momento.
—Linda, en serio disfruté lo de esta tarde me encantó haberlo hecho contigo, porque me gustas mucho y no quería probar con otra persona que no fueras tú—. Dijo dejando un beso en mi mejilla que rápidamente se puso roja por esas simples palabras que me hacían sentir especial.
— Yo también lo disfrute. Aunque algo si me pareció raro, ¿Cómo supiste que no era virgen?.
—Intuición—. Se rió y agarró mis mejillas para moverlas. A lo cual lo dejé por solo ver su sonrisa y lo bello que era ese momento.
En ese momento entró mi mamá y Mariana se alejó rápidamente y en ese momento volvimos al mundo real.
—Hola muchachas, ¿Qué estaba haciendo?.— Cerró un poco los ojos como para buscar un culpable de algún crimen.
— Hola, ma. Pues estaba preguntandole a Mariana si quería algo de tomar como agradecimiento por haberme enseñado un tema que no entendía de ciencias—. Ella volteó a mirarme mostrando una sonrisa pícara.
—Ah tranquila, ¿Más bien, quieren algo de comer?—. Asentimos y acompañamos a mi madre a hacer algo de comer mientras que conversábamos amenamente sobre varios temas.
Al final Mariana decidió irse no sin antes darme otro beso.
Y yo finalmente decidí dormir para empezar mañana con toda la energía posible.
...
Al día siguiente volví a mi rutina, me levanté temprano y me bañé, desayune, me despedí y me fui al Colegio. Como un día cualquiera.
Al llegar me encontré con los mismos compañeros, todo parecía igual excepto porque no encontré a Laura, tal vez no quería verme y era de esperar después de lo que había intentado hacer.
Me senté en mi puesto y empezaron las clases comunes y corrientes. Pero no podía poner atención debido a la chica que me estaba mirando desde lejos con tanto cariño que me provocaba un leve sonrojo y otras veces me quedaba mirando la con la misma intensidad.
Al salir al descanso ella me agarró de la mano y salimos al patio, y rápidamente ella me tapó los ojos.
—Dejame ver, siento que me caeré en cualquier momento.
—Tranquila, confía en mí.
— Está bien.Dejé que me guiara a no se donde, pero confiaba en ella, tal vez más de lo que debería pero no me importó porque ya acepté que perdí ante ella, y que me enamoré sin querer.
—Listo, llegamos. Quiero que te prepares para lo que vas a ver, okey—. Su voz sonaba algo nerviosa y yo simplemente asentí.
Cuando me destapó los ojos pude ver todo aquello que me había preparado. Fue lo más hermoso que alguien había hecho por mí.
Pequeños detalles que observe como los globos que sostenían algunas personas con las palabras "Te quiero" grabadas en ella, pequeñas serpentinas que caían del techo le daba un toque espectacular, pero sin duda lo mejor fue ese hermoso cartel el cual decía "¿Quieres ser mi novia?".
No sabía que hacer, era un bonito detalle por parte de ella. Y fue lo más lindo que había visto, pero tal vez fue el hecho de que ella lo hiciera. Estaba rodeada de tantas emociones que simplemente la abrace y lloré en su hombro, pero lágrimas de felicidad por todo lo que me provocaba ella sin hacer el mínimo de esfuerzo, era tan sorprendente lo que ella me podía causar en unos segundos. Jamás pensé en estar en esta posición, Jamás pensé enamorarme así como lo estaba, jamás pensé que tendría este tipo sentimientos por alguien y menos por una mujer, pero aquí estoy, llorando en el hombro de la mejor chica que he podido conocer y que me ha cambiado la forma de ver las cosas, y eso se lo tengo que agradecer porque a pesar de que no puedo asegurar que lo de nosotros sea perfecto y eterno estaré haciendo lo posible para que al menos sea algo que las dos podamos disfrutar.
—Acepto ser tu novia, ¿y sabes por qué?.
—No lo sé, dime.
—Por qué eres mi única excepción.Nos separamos y pudimos cellar todo con un simple beso.
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mi única excepción
RomanceEl colegio no era lo suyo y por eso las malas calificaciones, pero evidentemente eso no podría ser una excusa para su madre. Cuando ella se enteró prometió quitarle sus vacaciones que con tantas ansias esperaba, así que no vio más remedio que estud...