Cap. 26 "Aquí y ahora"

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No puedo dejarte morir así...

Con todo el dolor que sentía en mi ser puse un alto a esta discusión, la única forma de que esto termine es que yo desaparezca del "mapa"...

Jack como siempre siendo mi escudo, protegiendome por todo, me arrime a su espalda rogando por su vida...

-Creo en este amor...- susurre  -Creo en este amor, naciendo en este tiempo pardo de la historia.
Lo acepto corazón, sin reparos y sin miedo a los días, al mañana.
Todo incierto, así lo acepto, confiando en la dirección del viento- recordé el primer párrafo de un poema que logre leer antes de esto...

Lloré por miedo, lloré por dolor... el dolor que siente este corazón...

Jack no se movió por ninguna razón, pero no recuerdo más de ello...

Desperté en sus brazos quien miraba al horizonte, a qué miraba, me empecé a preguntar, y vi, y miren, una mansión ahogada en llamas...

Recostarme en su pecho y escuchar el sonido de su corazón era lo que me mantenía en pie...

Volví a abrir mis ojos y me encontré con aquellas paredes color blanco que me rodeaban, y en ella la conocida ventana que me quitaba la angustia...

A mi lado dos señoritas durmiendo en un sofá que aparenta ser cómodo y cerca mío tomando de mi mano estaba aquel que defendí, dormía tan plácidamente que no pretendía molestar su sueño, pero lentamente abrió sus ojos, dejando ver un bello brillo en estos...

-No creí que también roncabas- me alegró hacerlo sonreír...

-Me alegro verte bien- me dedico un dulce beso en mi mejilla...

Así que, ambos sentimos lo mismo por el otro, justo cuando aquello iba a pasar a otra cosa mi hermana hizo la típica tos falsa...

-Ni muy bien te despiertas y ya andas rogando por ...- La pequeña Betty prefirió tapar su boca y no dejarla hablar...

-Señorita tus modales- creo que debería hablar sobre esto despues...

Cuando las niñas estaban en la cafetería, hable con Jack sobre Betty, él también sabía lo que pasó con sus padres, pero no me decía nada amable, le dije que cuidaría de ella para enmendar aquel error, preguntó si quería adoptarla, pero le dije que sería como otra hermana para mi...

Sabía que el no se negaría a mis peticiones, así que tampoco aceptaría un no como respuesta...

Después de unas semanas aquí me dijeron que pronto saldría, me alegraba escuchar eso y también Jack se mostró feliz, pero será hasta otro día...

Esa misma noche decidí pensar en las cosas que tenía pendiente, pero, para no pensar en eso mi hermana me dejó un libro de cuentos para entretenerme leyendo y no pensando en el trabajo... la luna se mostró llena, así que hoy habría marea alta en las playas, pero no era el único que pensaba en ello...

Apenas leí el título del cuento y una fuerte brisa entro por la ventana, quitándome de las manos aquel libro blanco, iba a tomarlo por mi cuenta pero ya lo habían tomado por mi, levanté mi cabeza y recordé sus ojos color ámbar...

-Estas aquí?- susurré...

Miré su rostro y este no tenía intención de hablarme,  volví a preguntar y me entregó el libro, estaba seguro que diria algo pero solo escuchaba silencio...

Me sentía vigilado y acosado a la vez, él solo se quedó quieto sin decir nada en una esquina, es amable de su parte hacerme compañía, pero se comportaba como un niño, aun así, hizo muchas cosas por mi, algunas buenas, otras malas, pero esa es la idea...

Mi otro yo 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora