Capítulo 4

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- ¿Sigues molesto? - le preguntó Felipe sentándose junto a Andrei en uno de los asientos del aeropuerto, el castaño estaba prácticamente acostado sobre su silla y a pesar de usar lentes de sol, podía notar que tenía el ceño fruncido.

- ¿Molesto por qué?

- Porque el pololo de León te dijo fácil.

- No podría importarme menos que piense que soy fácil, huea mía - le dijo encogiéndose de hombros - pero para ser tan profesionales como se dicen, bien irresponsable dejarse llevar por lo que se dice en los programas de farándula, si fuese así yo me creería que están terminados y siguen juntos sólo por las apariencias, pero como no me meto en la vida privada de nadie...

- En todo caso... ¿has visto una pareja más fría que ellos?

- No me interesa Felipe - le respondió el castaño - lo único que lamento es la forma en la que hablé ese día, me puse muy a la defensiva y lo ataqué cuando debí simplemente quitarle importancia al asunto y dejarlo ahí, ni que él fuera tan relevante en mi vida... pero me molestó la superioridad con la que habló de "mi reputación".

- Yo creo que está bien, no tienes porque permitir que te juzguen.

- Por eso eres mi amigo Pipito, porque entiendes - le dijo Andrei con asentimiento de cabeza para luego mirar más allá de él y dejarse caer nuevamente sobre el asiento - hablando del rey de Roma.

Hernán, León y Arturo caminaban en dirección a donde Andrei, Felipe y el resto de la banda se encontraba, lo que tenía lógica pues viajaban en el mismo vuelo. Arturo no perdía su look de trabajólico vistiendo un traje que Andrei sabía que lamentaría luego de las más de 12 horas de vuelo que les esperaban, León, siempre altanero, usaba lo que Andrei llamaba el atuendo de superestrella incógnita, con un gran abrigo negro, sombrero y lentes mientras hablaba por teléfono, que hacían todo lo contrario a camuflarlo porque nadie se vestía así de ridículo, sin embargo, Hernán que caminaba un poco más atrás de ellos cargando lo que parecía ser los bolsos de mano suyo y de León, se veía como una persona normal, no intentaba esconderse tras su ropa ni caminaba mirando por encima del hombro si es que alguien intentaba fotografiarlo como si lo hacía su novio, lo que hizo que Andrei se preguntara como podía ser la misma persona pedante con la que había discutido hace unos días.

León y Arturo continuaron caminando hasta los asientos en que se encontraba la banda del cantante saludando a Andrei con nada más que un movimiento de mano, el castaño rió internamente porque cada segundo León le parecía más divo y le dio la razón a Felipe cuando le dijo que le atraían sólo tipo a petulantes. Andrei no se sentía atraído a León en ese momento, pero cuando le habían propuesto la colaboración y sin saber que tenía novio había mencionado en más de una ocasión lo guapo que era. Todo eso quedó en el pasado cuando se enteró de la existencia de Hernán y conoció al cantante y su ego personalmente.

A diferencia de él, en cuanto Hernán estuvo frente a Andrei y Felipe, este se detuvo a saludar.

- Hola, soy Hernán - dijo el moreno extendiendo su mano a Felipe que no dudó en tomarla.

- Felipe.

- Andrei ¿podemos hablar?

- Eso depende ¿me vas a volver a insultar? - le respondió cruzándose de brazos a lo que Hernán suspiró pesadamente.

- No, te quiero pedir disculpas - Andrei y Felipe se enderezaron en sus asientos y el castaño se retiró los lentes para mirar a Hernán - No estuvo bien lo que dije, tienes razón, no te conozco y no debería creer lo que se dice de ti, además de que no es mi problema, sólo estaba teniendo un mal día y me desquite contigo, por eso te pido disculpas.

Tras bambalinas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora